Para culminar un año espantoso, la vida me regaló una semana de mierda. Justo cuando me ilusioné con el fin de año, garrapiñada, sidra y abrazos; el destino me deparó golpes a mi ego, a mi cabeza y a mis sueños.
Fracasé rotundamente en mis relaciones, en los finales universitarios, en el orgullo que puedo llegar a darles a mis padres. Soy un payaso, soy una sonrisa pero detrás de la máscara hay un hombre que quiere morir.
Y hoy, para colmo, me levanté caliente. No me refiero a cachondo, me refiero a que desperté caliente con la vida. Enojado conmigo y con todos. Son esos días en los que uno desea no abrir los ojos, o al menos solo pestañear y que en un instante ya sea otro.
Además, me desperté con unas ganas tremendas de matar a alguien. Mi dilema era si mataba a un gatito pequeño o a un tipo grandote, de esos que dan miedo. El gatito pequeño no entendería nada, solo maullaría escandalosamente, sacaría sus uñas (quizás me arañe tres o cuatro veces) e intentaría escapar. Al final, entendería que no hay escapatoria, que yo escribí su destino.
Al tipo lo dejaría que me golpee en la cabeza, que me patee en el piso, que me escupa, que me rompa algunas costillas. Quiero que me haga sangrar. Cuando él crea que me venció, que solo me podrá salvar Dios, sacaré mi revolver y le dispararé una sola vez. Luego, le clavaría mi cuchillo dos veces, tres veces, setenta y dos veces. Lo obligaré a que me mire mientras se desangra.
Pero no. Creo que tampoco entendería demasiado.
Sin embargo, opté por no asesinar a nadie. No soy una persona violenta y es por eso que, a pesar de que los minutos avanzaban y que el odio sigue invadiéndome, solo me limité a agarrar mi cuadernito y a escribir. Creo que no existe mejor terapia que escribir (bueno, el sexo también es una buena terapia pero lamentablemente tengo unos hongos en la garcha que tengo que curar antes de volver a usarla. “Me llora la nena” le dicen).
Dicen que se viene el fin del mundo. La vida es injusta y seguramente el fin del mundo también va a serlo. Seguro que lo único que va a quedar en la tierra serán todas las cosas que odio, que me dan por el centro de los huevos.
Es muy probable que después de este viernes sigan existiendo las bolsas plásticas cuya molestia pienso que es directamente proporcional a la actuación de Osvaldo Laport. Hasta cuando las dejamos de manipular continúan con ese movimiento rítmico desesperante. Son iguales a las bolsas que cubren los testículos con la diferencia de que las que nos cubren los coquitos se quedan quietas cuando las miramos, pero continúan su movimiento cuando miramos a otro lado. Es evidente que tienen vida propia.
Estoy convencido que seguirán habiendo los “tontos con poder”. No hay nada más peligroso que un tonto con poder. El tonto no piensa más allá de su objetivo, más allá de su nariz. Es funcional a sus ideas precarias, a sus instintos. Es peligroso porque no piensa, porque se cree mucho y es poco.
Ni hablar con que continuarán los programas de Marcelo Tinelli, Intrusos, Infama. Odio a Tinelli pero quiero ser como él. Lo odio y a toda su mierda que tiene la palabra “Show” en su nombre. Odio a Luis Ventura y a su manera pelotuda de ser. Odio que Ventura sea hincha de River como yo. Odio a Carlos Bianchi que justo cuando volvió Ramón se le antojó venir a llenarnos a goles en los clásicos.
Hoy no me ilusiona el fin de año. En su lugar, si me despierta cierto morbo el fin del mundo. Saqueos, suicidios masivos, tomar hasta romper nuestro cráneo contra el piso, coger hasta masificar mi infección venérea de repente son características de un buen plan.
Mis disculpas, queridos lectores, pero hoy desperté odiándome.
Fuente imagen:
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El año pasado escribíamos:
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Entonces….YO TAMBIEN TE ODIO!!!!….
A veces me pasa igual… pero me basta mirar al rededor, a un ciego o a un paralítico, por ejemplo, para mirarme a un espejo y decirme ¿de que concha me quejo loco?
Pensalo…
Buenísima!! Y me sentí muy identificada. Hoy tambien desperté igual
Creo que tenes que hacer algún deporte, para liberar tensiones…
PD: Siempre odíe a los que se meten con los animales para sentirse superiores, el día que vea a alguien haciendo eso se la voy a re mil poner y no me va a calentar una pija…
Está buenisimoo tu desahogo el día antes del »fin del mundo». Aprovechaste tu lugar, pero lo desaprovechaste para decir algo mas creativo .
Tu enojo pudo con vos.
por otro lado espantaste a todas las minas que tenemos ganas de conocerte.
feliz fin del mundo!
Qué feo que La Princesa de los Petes te diga que la espantaste, Mister, justo La Princesa de los Petes…
Qué mala suerte, Mister, que el ante último día de la existencia del mundo te levantes cruzado. Pero nadie puede contra una mala noche. Nadie.
entiendo tu ira pero no comprendo el alcanse de esta. Creo que si miras un poco a tu alrededor verás que hay problemas más graves y listo..se acabó tu ofuscación!
Saludos
Por un lado te entiendo, el fin del mundo es algo subjetivo. Dependiendo de edad, gustos, capacidad intelectual y otros factores puede variar el tamaño de tu mundo. Un niño llora porque Papa Noel no le trajo el juguete que pidió, una rubia pq se le despinto una uña, un ñoño pq se saco un 7.En mayor o menor medida todos somos egoístas, es parte de nuestra naturaleza.
Pero no solo pensamos en “YO”, existen momentos de lucidez, en los que caes en la realidad, se pincha la burbuja, dejas de chapotear en tu vaso de agua y tus problemas se hacen chiquititos.
Creo que vos lo dejaste bastante claro, un tonto no ve más allá de su nariz. Vos tenes el poder de comunicarte con tanta gente y lo desperdicias cegado por tus problemitas chotos. Sos un tonto con poder
hay algo que no entiendo… porque hay gente que todavía no entiende que esto es un…???…mmmm…
que gente rara no?
ah? no entendi, pero si la gente es rara, yo intento no ser gente, eso me hace ser raro, pq generalmente los raros intentan ser gente, por eso son raros, pero ultimamente todos intentan ser raros, y eso los hace gente.
creo q a todos nos pasa esto en algun punto de nuesras vidas. Muchas veces me ha pasado, de a la hora de hacer el famoso y tan puto «balance de fin de año», me encontraba con mas frustracion de la q ya habia pasado.Todos tuvimos un dia de furia, todos nos sentimos desbordados por nuestros problemas algunas vez.
Crecimos y fuimos educados de una manera q nos grabaron en la cabeza q el mejor esfuerzo da los mejores frutos. Pero nunca nos dijeron q tambien puede fallar. Que a veces por mas q pongas lo mejor de vos, no va a salir. Llamalo destino, preescrito, que tenia q pasar y q no podias esquivarlo, hagas lo q hagas. Pero acaso los fracasos y los errores no son los mejores maestros?
Personalmente estoy de acuerdo con el amigo anonimo roedor (al menos yo lo considero amigo): busca algo q te guste hacer y sientas placer al hacerlo. Trata de canalizar tu ira en una perdida de energia personal, y q te de gusto hacerlo. Una recomendacion puntual y personal? artes marciales… cagate a trompadas sin ningun riesgo, pega y q te peguen. O sino todo lo q te pueda ayudar a darte adrenalina.
Que la furia interna no te gane, no esta bueno ahogarse en aguas propias.