Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida.Woody Allen En realidad nunca me interesaron las fechas festivas, por ende menos mis cumpleaños. Soy de los que…
El día que Greta terminó con el Mendo
(Aclaración: algunos nombres, lugares y marcas de bebidas fueron cambiados para proteger a los protagonistas) En Berlín lloviznaba, pero eso no había apocado a los seguidores de Greta Thumberg que se apiñaban rabiosos con pancartas…
Moderno diálogo epistolar
Audio 17:23 Camino por Falucho pensando en vos. Pienso en lo de tu madre y en lo del quiosquero. No sé, ahora lo digo así, pero qué tema insignificante… Sin embargo me quedé con unas…
Tantos disfraces
--¿Lo pintamos? --No, no, dejalo así, oxidado. Tomé el banco de chatarras y hierros retorcidos y lo puse en la parte central del jardín. La cara de su propietaria estaba casi en éxtasis. Es algo…
Lo que quería
Me llamaron por mi nombre y me senté frente a un escritorio donde un hombre de guardapolvo blanco detrás de una lámpara me propuso lo siguiente: —Si yo te doy una pastilla cuyo efecto dura…
El lado flaco de la melancolía
No será la primera vez ni la última que decido traicionar mi mate de la mañana sin embargo a veces el clima tiene una característica muy puntual, muy particular, que me despeina las mañas y…
A ustedes…
—Sentate, ¿qué querés comer? —Oíme, pedimos empanadas… —No, no, yo te voy a cocinar. Vos solo en tu casa comes para la mierda. —Tenés el pantalón roto… —Sí, me olvido de cocerlo. ¿Se…
La puerta escondida
—¿Querés que leamos…? Leímos unas horas, hasta que el calor sofocante cedió paso a un fresco de sweater y pantalón largo, y entramos. Entonces llegaron los vinos, y la guitarra, y las canciones, y las…
Flores a San Roque
En la parroquia hay una señora que los miércoles, no sé a qué hora, no siempre a la misma, le pone flores a San Roque. Lleva una falda marrón tierra, tierra clara, casi un gris…
De bombachas y boina
En Tandil con un amigo hacemos una peña de folklore. Es como una gran guitarreada con cantina y empanadas para comer. La idea es ir a escuchar buenas guitarras a la noche frente a un…
Mis vecinos
Salí a fumar al mediodía y me corrí hacia la entrada del auto para ver los jazmines. Mi vecina estaba arreglándoles un canterito para que no se les lave la tierra con las lluvias. Cuando…
Mi cantar vuelve a plañir
De tanto salir de casa teniendo la camioneta estacionada en la puerta, ayer la miré. Camioneta… es una camionetita, linda, chiquita… ni tan vieja, ni tan moderna. Entra en la categoría de tener USB y…
Un poema, un vino y una mentira
El remise me dejó en la entrada de pilares. Me bajé del auto con una odiosa timidez y crucé el portón de reja de la entrada de la editorial. Los aromas del parque me jugaron…
En defensa propia
Puso los dos codos sobre el escritorio, con su mano izquierda se quitó los anteojos y con su mano derecha sostuvo su cabeza mientras que sus dedos masajeaban su frente. Volvió a abrir los ojos…
Ocaso del paraíso
Cuando Odoacro reclama el trono de Italia, desprecia el título imperial y lo envía a Constantinopla reconociendo a este monarca el único emperador. El título de emperador romano ya no significaba mucho, y Odoacro vencía…
Admirables pelotudos
Mi amadísima Pol Vora escribe una nota con tips para reconocer que saliste con un boludo, comentada por mi recontra amada Doctora Lí que le sigue dando la razón. Ambas mujeres son tan lindas como…
Diálogos sexuales en la biblioteca (3ra parte)
Leer la primera parte Leer el intermezzo Leer la segunda parte “Y beberás de mi simiente, Sacerdotisa del fuego, dijo él. Rey de los élimos, hijo de Afrodita y de Poseidón; colocando su mano en…
Los amigos de las mujeres
—Marcos, necesito hablar con la Srta. Dipieto. —Perdoname, Ernesto, pero es imposible. No insistas. —Pero, ¿por qué…? —Porque Dipi es algo así como un mito encarnado, como una pieza que escapó de un mecanismo feliz,…
Diálogos Sexuales: Una noche en la Biblioteca (Intermezzo)
Leer la primera parte —Tgruco. —Quiero retruco. —Guarda que este está cargado… —¿Qué tiene? —Yo le vi un dos, pero no me fío. —Edgar, me parece que arrugan. —Para algo te sirvió esa fama de…