Disfruta y goza los giros de cada trama. Vive cada historia hasta el final como un libro en el que puede estar atrapada hasta su conclusión, para después pasar a una nueva historia, en la que siempre me hace sentir el autor. Me hacés sentir el desafío de al concluir un momento, tener que escribir el siguiente, para no perderte como lectora de cada momento. Sabés disfrutarlo sin miedos y con mucha capacidad de asombro, digna de los más maravillosos seres que tanto escasean. No quieren saber el final, solo quieren vivir el momento, y sos justamente quien mejor final tendrá en cada historia al no pretenderlo ni buscarlo, solo vivirlo.
Cada situación es única al no tener más elementos que la propia imaginación. Los colores son distintos, los paisajes también, las melodías aún más. El brillo que imaginás es totalmente distinto al brillo que se puede imaginar otra persona, y eso te hace única. Los libros te enseñaron a tener tu propia capacidad de percepción, sin decirte si es la mejor o la peor, o más aún, decirte siempre que es la mejor, como es la mejor de quien la imagina. Y por eso mismo renegás de lo que te dé el mandato de cómo tiene que ser, y por eso mismo amás lo que te dice que lo que para vos es, es.
Quien reniega de tu distinción es quien no es distinto. Cada cosa mostrada ya no tiene distinción, y aprendiste que no hay nada mostrado en lo que leés, que cada palabra tiene tantos sinónimos como personas que la lean, y tus sinónimos y tus percepciones nunca serán igual que las otras, más distintas aún que cualquier surco de cualquier huella digital.
Cada mundo que descubrís es un mundo diferente e irreemplazable. Y cuando supuestamente ya lo han descubierto otros, preferís conquistar mundos no descubiertos.
Sé que se te puede encontrar en cualquier lado, pero no en cualquier lado se te puede ver, y lo sabés consciente o inconscientemente, y lo disfrutás, y disfrutás mucho más cuando en muy escasas oportunidades te encontrás con tu lector. Y por eso aprendiste a ser un libro, un libro en el cual podés ser totalmente diferente según quién te lea. Y si encontrás a quien te lea una y otra vez, también podrás ser distinta en cada lectura, descubriéndote uno nuevas melodías pasadas antes por alto, nuevas formas, nuevos pensamientos, sin que nunca deje de complementarse la idea de lo que sos.
Y somos lo que leemos. Podemos ser obras mediocres, las cuales son totalmente faltas de profundidad y de sentido. Podemos ser obras inentendibles, las cuales no valen la pena por el sufrimiento y la sordidez que nos causan. O podemos ser obras simples y profundas a la vez, que nunca perderán vigencia y que siempre nos asombraran. Y a ellas amo, a las Mafalda, a las Príncipe, a las Quijote, aunque en casi todos lados esté lleno de mujeres Coelho o Stamateas, o peor aún, de mujeres Minujin o Habacuc inclusive.
No te entenderán, te criticarán, pero siempre habrá alguien como yo que sabrá apreciar lo noble y verdadero, lo que realmente es para disfrutar, como quien arma todo un ritual para que nada ni nadie interfiera en el momento de leerte, de disfrutarte, de poder entrar en vos y recorrer todo un mundo que has incorporado con cada cosa que vos misma has leído, has disfrutado y has entrado.
Te puedo encontrar en algún Londres de principios del siglo XX como también buscar en una aldea perdida de cualquier isla de Oceanía. Nos podemos cruzar en algún monte perteneciente a Los Ranqueles como en una devastada ciudad distópica de algún siglo lejano al que tal vez la Tierra no llegue nunca a vislumbrar. No siempre te busco, pero muchas veces te encuentro.
Se pueden vivir tantos momentos como libros hay en el mundo, y eso lo aprendiste tempranamente, como así también la libertad, sin dejar que nadie te la quite, a la misma vez que no permitías que la libertad te quitara a los pocos que te la entendían.
Y eso es lo admirable, que los libros no te modifican ni te coartan la vida, sabés que las respuestas no están ahí, que no son más que un entretenimiento como cualquier otro, aunque mucho menos superficial, mucho más interesante, justamente porque tomás a la vida como un libro en sí.
También podés leer la contraparte: «Carta a mi chica que no lee» (Clic acá para leerla)
También podés leer:
El club de cuando era pequeño
El año pasado escribíamos:
Prueba superada
Comento para suscribirme a los geniales comentarios que habrá en esta nota.
nos conocemos de otro libro supongo, gracias por esta nota!
placer leer notas como estas, muy hermosa
Con esta me sentí más identificada… La verdad es que este tipo de notas son una bocanada de aire fresco entre tantas letras sin contenido. ¡Seguí así! ¡un abrazo y reitero mis felicitaciones!
Me alegra que te haya gustado y no que me hayas dicho que mi nota era una percha. Perdón, así se decía antes en mis épocas de joven :P.
Gracias!
Jajaja! o sea… ¡estás hecho percha!
¡abrazo de oso para vos!
Tres veces la tuve que leer, para cazarle la onda. Las personas -libro no son importantes por la cantidad de frases que contengan, sino por la cantidad de veces que abrís sus páginas y tienen un brillo distinto, como decís vos.
Ah no, la concha, si vos la tuviste que leer tres veces…
Exacto, entendiste genial la idea.
jaja! no me sobreestimes, puedo tener un día pelotudo y tener que releer varias veces, eh.
Qué bueno saber que Zippo la tuvo que leer tres veces, me preocupé cuando tuve que forzar mi atención leyendo tres veces cada párrafo.
¡Muy lindo Bestyal!
Por qué me gusta tanto todo lo que escribís??
Ay, como que es mucho me parece.
No.
Bueno
genial la nota, ojala siempre hayan personas como las que describis, porque a mi parecer son las mejores. Cada vez te quiero mas, y mas aun por haber puesto una imagen de liniers <3
Mientras no llegues a acosarme todo bien
No hay muchas personas así, hay pocas, y de las pocas, hay más pocas que valen la pena.
Una chica que lee, es un ser sensible, disfruta de la vida, es soñadora, apasionada, encuentra en los libros un mundo de libertad e independencia… Aunque es muy probable que siempre ande en la luna de Valencia.
si, muy cierto…
Sí y no, admiro quienes tienen la capacidad de estar en la luna cuando quieren y también vivir la realidad con los pies en la tierra, pero de otra forma. No sé cómo explicarlo.
Buenísima la nota de Rosemary Urquico, y muy bonito lo suyo.
Gracias!
No lo entendí : (
No sé a quien se dirigen las cartas (leí ambas). No me queda claro si es un diálogo con él mismo (narrador), a modo de planteo sobre la actitud de las mujeres (frente a las realaciones, el amor, la vida o lo que fuere), estilo soliloquio. O si realmente es una carta, dirigida a esas dos «chicas», y buscás plantear un cuestionamiento mediante dos posturas opuestas para llevar al lector al análisis de esa realidad que nos mostrás.
No sé, me perdí.
Al no poder indentificar el narrador, no pude involucrarme con su discurso. Está bueno que la lectura sea un espacio amplio donde encontrarse y que cada uno «se lea» al leer. Pero también está bueno definir – al menos muy mínimamente – un perimetro de interpretación. Creo que así es más difrutable la lectura ya que podemos hacer yunta con el escritor (o su intención); dado que seguramente (aunque toda lectura sea «libre») vos has tenido una intención al escribir: transmitir un mensaje, abrir la puerta a un modo nuevo de ver una misma problemática, divertir o brindarnos placer estético, etc.)
Tal vez, yo hubiera podido difrutar más del texto si algunos detalles fuesen más concretos (no se si hablás desde el sarcasmo, si son vivencias opuestas que son espejo entre sí mismas, no sé).
No me sentí cercana al narrador.
Tal vez, rever algunos detalles que hacen a la verosimilitud del texto sea propicio.
Igualmente, esa es sólo mi vivencia como lectora. Espero no genere tu malestar ya que no es mi intención. Es sólo mi subjetividad.
Me resulta muy favorable (para que nos desarrollemos) que algunos, que no nos conocen, nos puedan dar una opinión sobre nuestros trabajos, por eso opino sobre el texto.
Muchas gracias por la ocasión!
Saludos.
Por Dios, qué excelente comentario sinceramente.
Me planteás muchas cosas muy interesantes como lectora, y me hacés replantearme cosas a mí con lo que escribo.
Te respondo desde mi yo al día de hoy, por cómo estoy escribiendo ahora, no sé si te sonará enroscado o no pero lo intentaré:
Me encanta que hayas entendido lo de que se puede escribir con múltiples interpretaciones, que el escritor no le falte el respeto al lector dándole todo por entendido, y solo una cosa. Pero entiendo totalmente lo que me decís de que está bueno eso, pero tampoco que no haya un mínimo marco contenedor. Cómo que le dejo demasiada libertad de acción y de pensamiento, pero ya tal vez haciéndolo sentir un poco incómodo.
Hace un tiempo me di cuenta que decidí como empezar a experimentar más, ojo, a nivel inconsciente, no consciente, ya que es algo que me he dado cuenta después, con el tiempo. Y si te digo la verdad, como en un comentario que respondí más abajo, no sé muchas veces de lo que escribo, no lo vuelvo a leer, o nunca lo leí, solo lo escribí, de esta nota todavía no la vuelvo a leer y no sé si lo haga hasta dentro de unos días. Te puede sonar raro, pero me dejé de sentir tan loco con este tema cuando vi que no es tan poco común.
Muchas veces me doy cuenta o entiendo lo que escribí a través de la interpretación de los demás, que son múltiples, y no solo los comentarios que ves por acá, sino por mensajes privados, que espero que los publiquen acá como les he pedido, porque sirven justamente para complementar la nota.
Si te soy sincero, como te expresé más arriba, no sé cuál ha sido mi objetivo con estas notas, ni qué he querido decir bien. Me puse en la piel de dos personas, viviendo como ellas en mi cabeza, y escribí. Y todo esto generado por dos notas que sí son excelentes y que valen la pena, envidiables la verdad, que son a las cuales me referí al final de mis notas.
Tomo muy en cuenta tus comentarios, solo necesito tiempo para pensar varios puntos a los cuales te referiste. Es más, valoro todos los comentarios, no subestimo ningún otro, pero te pido que me sigas y que me leas, ya que necesito también tipo de lectores como vos. Al final de la nota está mi face y el link a mi blog.
Muchísimas gracias!
a ver si entiendo… ¿Esta mina es un bagarto que coje a pedido y no por gusto, y la otra está riquísima y coje como una diosa?
No sé si me creés o no, pero ni idea quiénes son los protagonistas, es más, recuerdo la otra nota más que ésta. Esta nota ni me acuerdo qué dice y no la he leído.
Me sentí identificada. Me gustó mucho Bestyal!
Pero muy bien, me alegro señorita!
Lo que yo percibí en las dos notas es una forma de describir distinta que se complementan… En la carta de la chica que no lee, percibo mas que una descripción una manifestación de tu desagrado, por así llamarlo a esa clase de mujeres y en la chica que lee percibo un agradecimiento porque existan. Igual la chica que no lee, la tuve que leer varias veces porque me parece que la poca claridad que tiene se debe a tu falta de identificación con esa clase de personas. También me parece que de esta nota se desprende el tema de la «libertad» porque lo venis planteando implícitamente en varias cosas que has escrito… tal vez pueda ser pie para otra nota (es mi humilde opinión)
Genial. Como ya expuse, no sé de qué trata esta nota, la otra sí sé más, pero no quiero revelar el por qué. Y es loco, porque la otra supuestamente tendría que haberse entendido mejor que esta.
Tampoco sé por qué el corrector automático no detecta como correcta la palabra supuestamente y me la marca con una rayita roja.
Oh no, otra vez, por Dios.
Bestyal… como estuvimos hablando el otro dia que lindo que es cuando el lector participa de la lectura, juega, interpreta, es como un constante ir y venir, un ping pong. Me gusto mucho, y me gustaria aun mas que los lectores no traten de encasillarse en una postura con este tipo de notas… que la interpreten a su gusto y se sientan conmovidos por lo que acaban de experimentar.
Un abrazo grande!
La cosa es lograr algo en quien lo lee, cosa que a pesar de que me digan que sí, no creo poderlo hacer bien, me siento incómodo, aunque igual lo expongo, por eso puse el enlace a las dos notas que me «inspiraron», no solo porque me parecía correcto hacerlo. O sea, si me preguntás, amaría poder escribir así. Bueno, ya lo hemos hablado.
para contestar correctamente quizás deba leerla más de tres veces…
Basta culeados, ni que fuera Shakespeare.