Y algún día teníamos que debatir sobre esto, sobre una realidad que nos toca directa o indirectamente, de repente alguien tocó el tema y lo llevaron al congreso, y casi se vuelve ley.
Después de meses viendo manifestaciones, pañuelos, minas en tetas y fetos hechos en papel maché, llegué a una conclusión: No estamos preparados… Ustedes me dirán: ¿Por qué? Y yo les voy a responder.
Desde que se instaló el debate sobre el aborto en el país, la sociedad entró en otra guerra social violenta, llena de escarmientos, hipocresías, cada una de las partes se encargó de hacer el ridículo de forma tal que me llegaron a cansar los dos. La gente no debatía con argumentos, si no con ofensas patéticas, datos falsos, piñas y destrucción del espacio público, una vez más demostraron que el instinto primitivo australopithecus nunca dejó de existir, ni aún debatiendo un tema tan delicado.
“Pero legalizar el aborto es de países desarrollados” dicen, y yo les digo que no llegamos ni a los talones para considerarnos desarrollados, en los países desarrollados no se vive todo como un Boca – River en donde si o si alguno tiene que ganar y el ganar implique defenestrar al otro, no es así, en los países desarrollados tampoco hay corrupción, o si la hay, los funcionarios renuncian y no se les vuelve a ver la cara en la función pública, en los países desarrollados tienen tecnologías de primera, educación de primera, salud de primera, no tienen paros ni sindicalistas mafiosos, no tienen inseguridad ni nada de los problemas que hay acá.
Pero fuera de eso, hay algo muy importante para tocar acá, la hipocresía de ambos lados… Porque el Pro Vida acérrimo sostiene que hay que proteger las dos vidas pero siempre ante el susto dice: “Me muero, estoy en etapa estudiantil, no puedo tenerlo, cualquier cosa lo aborto, no sé” o que cuando la nena violada aparezca con un bombo inmenso y no se conozca su realidad va a decir: QUE CIERRE LAS PIERNAS, sin pensar que esa nena fue abusada… Porque el Pro Vida acérrimo, ese del Opus Dei es el mismo que se avergüenza si la hija queda embarazada por perder la virginidad antes del matrimonio y cuenta con la plata suficiente para llevarla a abortar a una clínica de primera, donde después se archiva como “Quiste ovárico”. Sin embargo, hay Pro vidas que dejan la vida en centros de adopción, que ayudan permanentemente a que las madres se sientan contenidas y que luchan por una buena ley de adopción, hay pro vidas que no son religiosos, que simplemente lo son por convicción propia, porque simplemente creen y saben que hay vida desde la concepción, hay pro vidas que no discriminan ni le desean el mal a la persona que abortó, o que alguna vez pensó en hacerlo, simplemente le dan un abrazo y la contienen.
Y el pro aborto no se queda atrás, siempre tan intolerante, mezclando las cosas, diciendo que todos están pagados por la Iglesia, que son todos pro aborto clandestino porque simplemente no están de acuerdo con la postura de ellos, y terminan convirtiéndose en lo que odian, en un pro vida fanático, pero con otras ideas… Y ahí los tenés, diciendo que la Iglesia es la que maneja todo, cuando también hubo médicos y distintos profesionales que dieron sus opiniones basadas en la ciencia y en lo que estudiaron, pero no, siempre meten a alguna religión. El pro aborto piensa que violentando va a solucionar algo, que haciendo cataratas de tweets o posteos en el Facebook contando la experiencia de tal va a cambiarle el pensamiento a alguien, igual que el pro vida acérrimo. Siempre buscan amedrentar queriendo tener razón en todo, amenazando con quemar, romper, diciendo que son todos dinosaurios por no estar de acuerdo.
A ver, es una sociedad PLURAL y DEMOCRÁTICA, podés estar o no de acuerdo y eso no te hace un dinosaurio. Para ellos todos son fachos, pero se escudan con el argumento de “Si hubiese aborto habría menos nenes que piden en la calle, habría menos pobres”, el argumento mas nazi que existe es justificar el aborto escudándose bajo la pobreza.
La realidad también es que clandestino o no, el aborto sigue existiendo, y esa es la lucha de miles de personas, no es un tema de clases sociales, si no de que la que lo haga, no se muera olvidada, por más que a mí, personalmente, me gustaría que conservara esa pequeña vida en su cuerpo, porque para mi es eso, una vida.
Los dos luchan por causas nobles, los dos tienen sus razones y los dos saben que hay una realidad innegable, pero cuando se inclina la balanza y se va al extremo, ahí es donde está el problema, porque terminan coincidiendo mucho más de lo que parece, unos por exceso de moral y otros por exceso de ideales, y ambos terminan convirtiéndose en violentos intolerantes, que no saben debatir sin respetar la opinión del otro, intentando imponer sus pensamientos, ya sea publicando fetos descuartizados o quemando iglesias, son lo mismo.
Dejen de ser tan obtusos y limitados, con el fanatismo no se llega a ningún lado, en vez de destruir, construyan, en vez de pelear como nenes de 5 años, debatan como gente adulta, nadie dice que no pueden disentir, pero que todo sea con respeto y tolerancia.
Nos vemos la próxima.