Nadie es la patria, pero todos lo somos.
Jorge Luis Borges.
La semana pasada se cumplieron 203 años de la declaración de la independencia de 1816. Ese famoso 9 de julio que posteriormente con el pasar de los años le dio nombre a calles plazas e innumerables lugares públicos. Ese día que se reunió el congreso de Tucumán y después de mucho tiempo de tratar el tema y juntas previas, votaron en una sesión presidida por Francisco Narciso de Laprida, tomaron la decisión de comunicar la separación definitiva de las Provincias unidas del Rio de la Plata, que pasaron a ser Provincias Unidas de Sud América, de la Monarquía Española.
El barrio de Palermo, en Buenos Aires, tiene en sus calles los nombres de la mayoría de los próceres que desde marzo de 1816 comenzaron a reunirse para lograr declarar la independencia. Ahora digo… ¿Qué pensarían todos estos hombres, recordados por la historia, de la actualidad del país que hicieron libre?
Dudo que cuando firmaban el acta de la independencia pensaron que doscientos años después el país iba a estar transitando y sufriendo la famosa grieta, donde el que esta en contra es un mirado con malos ojos, se tiene que poder estar en contra sin ser un traidor. Donde se han separado familias y donde amigos se han peleado por defender sus intereses políticos. Que los kirchneristas ya no representan al peronismo tradicional, el macrismo está difiriendo y chocando con los conservadores radicales, los pro-vida peleando con los defensores de la legalización del aborto, los gremios en peleando con las empresas y los empleados recibiendo una muy mínima parte de los acuerdos con esas peleas, los políticos pertenecientes a partidos menores, que es imposible que lleguen al poder, dejando su dignidad de lado y pegándose a los mas aclamados para tener como de rebote algún puesto y seguir al menos vigentes en la filas de los cargos públicos de la nación, programas de televisión que en el pasado solo se encargaban de entretener, hoy representan un medio que puede matar o llevar a la gloria a la candidatura de alguno de los aspirantes a la presidencia.
Hoy la grieta ya no es solo política, sino que es cultural, se ve reflejada en todo, y más en esta época a pocos días de la elección que definirá a los candidatos para las elecciones presidenciales de este año. Como dijo Jorge Lanata en los premios Martin Fierro hace unos años, “Nadie tiene el Copyright de la patria ni de la verdad…. Dos medias Argentinas no suman una, son dos medias…”
