No es fácil para uno que intenta escribir, redactar algo sobre lo que más ama. Créanme, no es fácil. Pregúntenle a cualquiera que practique este arte.
Seguro van a decirme: ¿Pero cómo, si hay miles de canciones escritas para los seres amados, miles de poemas redactados con filosa perfección para amar y ser amado? Y si en parte es cierto, déjenme decirles que la persona que escribió eso, probablemente no estuvo del todo conforme con lo que entregó.
¡Es que cuesta tanto plasmar algo tan fuerte en el papel!
Antes me enamoraba fácil, y a cada mujer que amaba le prometía una canción, un soneto, un poema…unas letras. Creo que jamás lo cumplí. Pude haber redactado libros, si, pero nunca estuve a gusto de eso. Por eso, con el tiempo deje de amar tan vertiginosamente y deje de escribir sobre lo que amo o amé.
Por supuesto que puedo escribir sobre situaciones especificas o sobre recuerdos con un ser amado. Pero no puedo, por más que lo intente un millón de veces, redactar sobre el amor.
¿Podría la joven que experimentó el primer beso explicarme que sintió? ¿Podría el padre que vio a su hijo por primera vez a los ojos decirme que vivió? ¿Podría alguien que ama explicarme que se siente? La respuesta es siempre la misma: claro que no.
Muchas veces me reclaman -o me leen con desdén- porque del otro lado esperan esas letras que encajen perfectamente en la posición que deberían. Pero sinceramente, no puedo y no tengo más ganas de rayar papeles en vano.
Hay cosas que no pueden escribirse, que no pueden contarse o cantarse. Hay cosas que sólo se experimentan en ciertos momentos y tiempos. Y en esos instantes las letras son perfectas y desconocidas. Pero letras irreproducibles al fin.
Me quedan en el tintero esas palabras para mi madre, para mis amigos, para mi ahijada y para mis musas. Si lo pienso, me queda redactarle algo a las mismísimas letras. Me quedan miles de palabras de amor dando vueltas en el aire, imposible de ser capturadas.
Porque escribir de amor, es mentirse a uno mismo.
Siempre de acuerdo estimado domador de estrofas extraviadas en un arcón de serenos recuerdos oxidados con un filo peligroso que los torna plausibles de ser olvidados a expensas de llevarle a uno mucho más de lo que lleva en el bolsillo del corazón.
A la puta!! que pedazo de comentario!! jajaj
Muy buena respuesta mi amigo.
Amigo Diem….imaginate… si para vos es difícil que sos un capo.. yo realmente soy un puber en el tema del amor.