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Vacunas experimentales

Hace unos días salió una noticia muy seria que puso a Mendoza los pelos de punta, donde se hablaba de una multa que la ANMAT impuso a un médico mendocino que aplicaba vacunas experimentales a niños sin consentimiento de sus padres, en un estudio donde habían muerto sólo en Mendoza unos 5 niños.

La única verdad acá es que los medios son poco serios, y son capaces de poner al espiedo a quien sea con tal de llenar 2 minutos de aire. Los periodistas creen saber sobre todos los temas, pero son bastante ignorantes, y lo único que logran es asustar a la gente al pedo. Y jugar con la preocupación de los padres por sus hijos es un golpe bajo y de muy mal gusto.

Conozco de cerca la investigación sobre seguridad y eficacia de la vacuna Synflorix, y conozco también a los profesionales que trabajaron en el mismo, y puedo darles a las mamás y a los papás de estos niños total tranquilidad. Años antes, el Dr. Abate, quien no es un médico siniestro ni loco, sino jefe de infectología del Notti, profesor universitario, presidente de la filial Mendoza de la Sociedad Argentina de Pediatría, entre otras cosas; realizó la investigación de la vacuna contra el rotavirus “Rotarix”, ¿les suena? Si tiene un niño menor de 5 años seguro que sí, porque es una vacuna oral que todos los pediatras recomiendan. El estudio salió publicado en una muy seria revista científica británica, y Mendoza quedó catalogada como un lugar muy confiable para realizar investigaciones farmacéuticas. Y digo INVESTIGACIONES, que no es lo mismo que EXPERIMENTOS, como a los creadores de noticias les gusta decir.

Quizá haya mucha fantasía con el tema de las guerras biológicas o el control de las masas a través de la vacunación. Y no digo que no haya en el mundo gente inescrupulosa que sueñe con eso. Pero este no es el caso, y aquí van algunas cosas importantes que creo deben quedar claras:

-El protocolo llevado a cabo fue largamente estudiado por varios organismos encargados de cuidar de la salud de la población, entre ellos el Ministerio de Salud, el Comité de Ética e Investigaciones del Hospital Notti, y también por la ANMAT.Para aprobarlo, todos los organismos impusieron sus condiciones y las modificaciones que creyeron necesarias.

-La vacuna había sido probada en humanos en miles de personas en estudios anteriores, y sí, en países de Europa. La razón para hacer un estudio tan grande en Latinoamérica es básicamente porque la mano de obra es muchísimo más barata, y por el sistema de salud gratuito que permite llegar a muchas más personas.

-Para que un bebé pudiera entrar en el estudio, un documento de varias páginas debía ser leído y comprendido (con ayuda de un folleto y del médico reclutante)por los padres, y firmado en la hoja final. Y no sólo eso, sino también un testigo (alguien ajeno al estudio y al niño) debía dar fe con su firma de que el padre había comprendido y aceptado el ingreso al protocolo. Ni les cuento si los padres eran menores de edad: en ese caso debía asistir la abuela materna, o a la abuela paterna o a los abuelos en ese orden, y añadir la documentación que ligara a todas estas personas.

-Si durante el estudio alguno de estos estados cambiaba (por ejemplo: algún padre o abuelo fallecía, o era encarcelado, o se iba con destino desconocido), había que actualizar el consentimiento. Y debo decirles que no es fácil seguir estos casos en casi 6.000 niños, durante 5 años. Pero gracias al esfuerzo y compromiso de los profesionales que hicieron este protocolo, esto fue posible en casi todos los casos. Ya saben ahora por qué lado viene la sanción de la ANMAT.

-De los niños fallecidos, 2 salieron en los diarios. En un caso se prendió fuego su casa. En el otro, un colectivo lo pisó. De los que no salieron en los diarios, uno se ahogó en un cauce cercano a su casa, otro por muerte súbita causada por broncoaspiración (cuando comida que queda en la boca es aspirada y llega a los pulmones) y el último tuvo una infección severa. Entonces, cuando se habla de que las muertes no estuvieron relacionadas con la vacuna, es porque realmente es así, no porque se quiera ocultar algo, no porque no se haya comprobado como si fuera un crimen impune.

-Si alguien viniera a decirme que en el estudio que mi hijo participa han muerto varios niños, si yo era totalmente consciente de qué papel estaba firmando, si sabía exactamente en qué consistía el estudio, seguramente hubiera entrado en pánico y admitiría que no había comprendido al 100% el tema del consentimiento que tenía algunos términosmédicos… Pero hombre, no me vengan a decir que llevaron al niño a vacunar 6 veces y a todos los controles, durante más de 4 años, sin tener idea de lo que estaban haciendo.

-La vacuna fue aprobada por la ANMAT y además forma parte del plan de vacunación de Brasil, por ejemplo. Y desde hace unos días en Argentina también. Aunque aquí se impuso al parecer la de otro laboratorio, Novartis. Y este estudio del que yo participé fue fundamental para saber que la vacuna contra el neumococo no sólo es segura, sino altamente efectiva.

En conclusión: Puedo poner las manos en el fuego por la seriedad del estudio, por la entrega del personal, por la calidad de los procedimientos, tanto así, que mi ahijada participó del estudio.

El hecho terrible no es la sanción porque faltó documentación que inhabilitó el consentimiento informado, por el cual se puso una multa de muchísimo dinero; que está bien, porque lo amerita la seriedad del estudio y la importancia de tener hasta el más mínimo detalle en regla.

Lo terrible es que se hable de médicos criminales, de falsificación de firmas, de experimentación, de personas analfabetas obligadas, de niños utilizados como cobayos muertos misteriosamente. Y que lo puedan decir no como una opinión, sino como si fuera la verdad absoluta, es totalmente desesperante para uno que estuvo allí y vio cómo se manejaron las cosas. Vaya entonces mi nota, en este maravilloso “mediolotudo”, aunque no tenga tanta llegada como un canal de aire…

PD: Y no hablo por la empresa Glaxo a la cual la salud de los niños les importa un bledo, si no, no cobrarían 200 mangos la dosis; hablo de los trabajadores mendocinos, desde el jefe principal que nos tenía re-cortitos hasta el agente sanitario que buscaba a las familias que perdían su celular o se cambiaban de casa, para saber el estado de salud del pequeño participante.

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