/Dicen que si no has amado con locura…

Dicen que si no has amado con locura…

Dicen que si no has amado con  locura, no sabes lo que es el amor. Que el amor es una locura y que cada loco lo vive a su manera; un estado delirante, una bomba de adrenalina subida en una montaña rusa, a veces tocas cielo, otras, rozas suelo. Que los que lo han conocido, lo saben. Capas sea verdad, quizás eso explique porque cuando el amor se termina, la lógica desaparece y te convertís en una continua contradicción, en la que el amor acaricia el odio, el olvido juega con la nostalgia y la tristeza ríe. Y es que si el amor es bipolar, el desamor es tripolar, la única diferencia es que el enamorado no sabe que está loco y el desenamorado odia estarlo. Porque no hay peor cosa que el desamor.

Es cierto. Estar locamente enamorado es una de esas locuras que hasta te hace sentir especial, diferente al resto y que te tomen por loco o no, te da igual. Pero estar locamente desenamorado es una de esas locuras cuando ya da lo mismo reírse de todo que llorar por nada; de las de cal y arena, que te quita y otras veces, te da, y lo peor es que no sabes si al final te va a terminar dando o sacando todo. Los que lo han conocido, lo saben. Un día te despertas dispuesta a comerte el mundo…y de repente, al día siguiente no te imaginas un mundo sin él. “Te extraño, te olvido y te amo de nuevo”. Una constante contradicción que te confunde y que en ocasiones, te vuelve loca. Dicen que nos enamoramos poco a poco, ¿por qué entonces nos empeñamos en desenamorarnos de golpe?

Tenemos la mala costumbre de querer olvidar antes de tiempo, dejar de querer en un tiempo récord y reír cuando el corazón necesita llorar. Tenemos la mala costumbre de resistirnos a la cruda realidad. Y sí, es posible que no te animes  a borrar sus fotos, pero tampoco te sirve de nada tenerlas, y puede ser que hayan pasado re pocas  horas desde que borraste su número y ya lo volviste a guardar.

La distancia no hace el olvido. Es mucho mejor que eso, la distancia consuela, acepta y cura. Consuela a los sentidos, acepta las preguntas sin respuesta y cura las ganas de querer saber de él. Pero la distancia se hace con el tiempo y el tiempo es sabio, creeme, y aunque hoy te quite, mañana te de y pasado te vuelva a quitar, lo importante es saber que al final de todo, al final del proceso…te va a dar  todo, otra vez.

 “Hoy te quiero menos que ayer, pero más que mañana”.

Y así, te acostumbras a olvidar.

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