/¿Dónde dejé mi vocación?

¿Dónde dejé mi vocación?

Hace unos días encontré una columna en una página de un diario extranjero una nota que hablaba de las nuevas profesiones que serán más solicitadas y mejores remuneradas en unos años. Es obvio que uno al pensar en su propio futuro, o en el de algún ser querido, uno busca un buen trabajo, con un buen sueldo, vacaciones pagas, ambientes cálidos y relajados para desempeñarse, pero eso no siempre quiere decir que sea lo que realmente queremos hacer o nos gustaría hacer, más de una vez escuche la de “anótate en el ejército” tienen buenos beneficios, al jubilarse quedan con buenos salarios, y cuantas frases ridículas, “los ingenieros están llenos de plata”, “mira lo que gana ese medico por día, con lo que cobra la consulta” como si ganar mucha plata fuera el secreto del éxito.

El problema viene desde la educación temprana, nos enseñan, y digo nos enseñan porque en mi generación fue un mandato, que al elegir una carrera uno tiene que tener en cuenta que beneficios monetarios nos va a traer en el futuro, y no está mal el querer llevar un buen pasar en la vida, pero una carrera es algo que uno va a llevar consigo para siempre, por supuesto que hay excepciones de gente que estudio la carrera y jamás la ejerció o dejo de hacerlo, o un trabajo también cuando es buena la paga la persona no lo deja hasta no llegar al límite de no soportar más. Y acá aparece la contradicción, ¿Puede uno hacer toda su vida un trabajo que no le gusta, que no lo siente?

La Respuesta es sí, sí se puede, hay gente que lo ha hecho y lo hace hoy en día, pero esto no quiere decir que los haga felices o no tengan en su interior a los artistas, pintores y todas esas ramas del arte que fueron silenciadas por el miedo al fracaso. Me refiero al arte porque es la rama más boicoteada con esa frase maldita “de que vas a vivir” pero aplica en todos los ámbitos. Más de una vez escuche personas pasar malos momentos en sus trabajos decir “como no termine la facultad, no estaría acá”, “¿Quién me manda a no hacerle caso a mi mamá?”.

El diccionario define a la vocación como inclinación o interés que una persona siente en su interior para dedicarse a una determinada forma de vida o un determinado trabajo.

El tema es que lo que uno quiere hacer en su vida se elige en la adolescencia, en mi forma de ver la peor etapa para elegir algo para toda la vida, ¿Y cómo se cual es mi vocación? La respuesta está en uno mismo, mirando el interior, reflexionando en esos sueños que uno tenía de chico y en esas simples cosas que me daban satisfacción hacer, en fin, que me hacían feliz.

No soy del todo fan de los test vocacionales, yo desde mi experiencia no los puedo recomendar, eso no quiere decir que a otro no le sirvan, nunca me dieron en el punto, siempre fui bueno diseñando y con las cuentas y me daban carreras como arquitectura e ingenierías, incluso intenté hacerlo porque ya venía con una formación técnica en mi secundaria, pero no era lo que en mi interior realmente sentía que tenía que hacer. Por supuesto que la vocación no es sinónimo de carrera universitaria, la vocación es trabajo, no es necesario que sea profesional con título.

Como a todos, la vida nos pone a pruebas y no siempre se puede hacer lo que uno explícitamente quisiera, en una de las clases en la facultad tenía una profesora que su sueño, vocación o lo que ella quería era dar clases de matemáticas, el problema era que donde ella vivía no había donde estudiarlo o estaba en una universidad privada y no lo podía pagar, bien no recuerdo ese detalle. Eso no fue un impedimento para cumplir su vocación, se inscribió en una facultad del Estado y estudio ingeniería en petróleo, una carrera que la habilito, con el paso de los años a hacer los que ella quería. La idea es que uno no siempre se llega por el camino más directo a lo que uno quiere y hay que buscar otras alternativas, aunque sea más pesado y difícil de llegar.

En una ocasión una profesora y amiga me dijo, “Exitoso no es el que gana mucho dinero, sino el que es feliz y disfruta con lo que hace, lo demás es un plus” Puede que estés leyendo esta nota y pensando que estudiar o que te gustaría hacer, no en un futuro, en Tu futuro, la respuesta está en tu interior, es necesario ponerse a pensar en que me haría feliz, muchas veces es solo cuestión de animarse y ver qué pasa.

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