/Dulce locura

Dulce locura

Penumbras, desolación infinita.
Allí estabas en un tiempo y hoy te has ido,
Perdí tu rastro, perdí tu nombre,
Perdí hasta mis sentidos,
Pero nunca perdí el amor,
Nunca deje de amarte.

Mujer ausente, anónima,
Tan extraña y tan conocida para mí,
Tan cercana en lo lejano,
Tan alegre en mi tristeza,
Extremadamente vida en mis recuerdos,
Magníficamente presente en mi mundo.

Cabeza loca,
Deja de una vez de pensarla,
Deja que su recuerdo vuele junto a tu tristeza,
Déjala morir en tu cabeza,
Que tu corazón acepte la razón,
Que tu vida vuelva a ser vida.

Querida mía,
Y te digo así porque lo siento,
Eres el aire que cada día necesito,
Eres el sol, mi agua y mi pan,
La idea extraña que ronda en mi cabeza,
La eterna ausencia de mi cordura.

¿A quién le escribo?
¿A vos? ¿A ti? ¿A ella?
No te encuentro, no te recuerdo,
Pero te extraño más que a nada en el mundo,
Te pienso día y noche,
Y agonizo por tu compañía.

Freud diría que estoy loco.
¡Vete al carajo con tu psicología!
La amé y la amaré hasta que muera.
La seguiré llorando hasta que vuelva,
O quizás, nunca la tuve, nunca fue mía…
No lo sé…
Realmente no lo sé…

 

Para Daniela, mi dulce locura…

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