Luego de algunos minutos gesticulando, su frente se afinca buscando calma sobre el hombro del Nacho. Se separa prometiendo un pronto regreso y vuelve, la Flaca vuelve a mi paradero que a esta altura ya le es desconocido. Sin mirar lo que queda de la noche que le abrió las puertas, toma un poco de las sobras de los hielos, mezclados con vino y fernet que carga en el vaso, y se seca la única lágrima negra que le rueda por la mejilla.
–Me voy, Rubén. Él es mi ex… –Y hasta ahí escuché. No necesito más
Ella continúa agregando razones, explicaciones y pruebas que justifican descontentos añejos. Su exilio inminente y no tiene retorno. Descubro que a ninguno de los dos nos interesa seguir escuchando lo ajeno: ni a Don Rubén, ni a Rubén.
Atrás, en segundo plano, el Nacho repasa sus agujas y mueve el piecito derecho, como si conocer el destino de sus próximas horas le diera cierto poder. Cuando conocemos demasiado lo que nos pasará, no hacemos más que privarnos de vivir el ahora, volviéndonos predecibles, y perdiendo el sentido de la sorpresa en el juego de relacionarnos. Y perder eso, en lo afectivo, es el principio del final.
–No digás más… –la freno y me detengo en la ausencia de su nombre que desconozco–, no agregués más, de verdad. Espero que puedas terminar bien la noche. Andá que te esperan…
Su beso del adiós en la frente me deja observando que se esfuma con él, sobre el puente de la pileta, pateando cadáveres de espumantes y bebidas blancas sobre el jardín, sobre la galería y tras ella, sobre la salida de la ilusión de la noche. De otra más.
–Estás en pedo, Rubén. Calmate… –Escucho que me digo, y no evito sonreír.
El final, contado así, no es lo que parece. Es mentiroso. Las secuelas de la Flaca son ínfimas al lado de lo que gané hoy. Miro a mí alrededor, y tengo la certeza de que esta noche es el eslabón faltante a una cadena que hace rato armo para salvarme.
Las palabras de los nuestros, incluso las profesionales, nos imploran paciencia muchas veces, para ensamblar lo ocurrido y entender los cambios. Pero necesitamos escuchar de nosotros cuando el cuerpo implosiona. Alguna vez iba a terminar, Rubén, alguna vez iba a empezar la cosecha de tanta espera…
Hoy era ¨alguna vez¨, finalmente.
Hace tiempo que no me llamo Rubén a mí mismo, que no me siento vital. Es más, estoy como pasado de cierta rosca que gira en falso, para volver al ruedo de la vida. Generalmente nos perdemos el momento donde el duelo se lleva la tempestad que dejó un fracaso; pero yo lo había visto a los ojos hoy mientras se alejaba.
El duelo es el tiempo que se toma el alma para curar las heridas inmunes a la medicina tradicional… Es el lapso, indefinido, por el que viajamos comiendo de las sobras que el pasado nos dejó…
Cuando no es un “sábado a la noche”, es un “domingo en familia”, que las fiestas, y cuanto evento surja que nos recuerda que estamos solos. Para volver a ver una película, tomar un helado o saborear un chocolate en invierno, es necesario creer que no hace falta más que uno. Como si el duelo implicara idealizar los males, despreciando lo bueno que tenemos para dar vuelta la página.
Eterno Atardecer dice: ¨El duelo es el tiempo de reclusión para volver a nacer, luego de ver caer las estructuras que parecían únicas. La tormenta de la cama es el paisaje por esos días, privados de la luz, y nadando en el desgano generalizado sin poder levantarnos. El final del duelo, es la primera bocanada de aire al salir a flote.¨
Camino hacia la puerta sin hablar con nadie, y sigo rumbo al centro. Por primera vez en dos años sé a dónde van mis pasos. Me niego a un taxi madrugador, y sigo meditando, procesando la noche que me queda hasta el amanecer, buscando las explicaciones al porqué de vivir como un anciano este último tiempo.
Mi sombra me detiene, y nos abrazamos borrachos.
–Yo también te quiero mucho…
Los espejos, son el cachetazo de la realidad cuando no nos reconocemos. El alba suele ser un espejo, la palabra de alguien cercano también, pero los reflejos de la sombra son los más particulares. El espejo de la sombra es el único que demuestra cómo estamos, ya que es nuestro ánimo quien determina qué se encierra en el interior de la misma. La sombra es siempre igual, su reflejo es la realidad que nuestro ánimo nos hace ver.
Generalmente la vemos cuando caminamos, adelante o al costado y decimos: ¡La pucha, que bien que estoy hoy!, o por el contrario, ¡cómo no me va a salir todo mal, si soy un desastre!
¿Quién me dijo que yo era viejo? ¿Por qué me dejé abandonar bajo esos diarios, que ni siquiera podían taparme? Equivocarse es el señalamiento constante para quien no es capaz de perdonarse. Y sin perdón, no hay chamuyos que convenzan de una tregua, al rencor.
Mi sombra es ágil, mi sombra tiene los Marzos que mis documentos registran, no los de mi mente. Salta y se estrella contra los adoquines de la calle, cuando las farolas de la vereda nos descubren. Y mueve la cola de alegría por correr a ella, como nunca antes.
Al fin entiendo todo esto del amor.
Desde aquel día, donde amanecí con la extraña sensación de querer enamorarme, no hacía más que vivir el final de la etapa del duelo, y el comienzo del renacer. Cuando uno quiere volver enamorarse, es uno mismo el conejito de india para experimentarlo otra vez. Para reconciliarnos con nuestras virtudes y aceptar nuestros defectos, los que acribillamos echándoles las culpas de lo sucedido, cuando en realidad no hay inquilinos para peleas, sin locatarios.
Las canciones para llorar, se encuentran embaladas en el cortejo fúnebre del duelo, cuando queremos volver a enamorarnos.
Me siento en el Fiorella’s coffee, de la peatonal. ¡Qué cambiado está! Un camión barre disimulando la resaca del sábado, y la mía. Los fugitivos escapan de los rayos que se sacan la modorra y los adelantados del domingo le dan sentido a la mañana. Hace tiempo que no vengo, y no hay mejor lugar para decir lo que me pasa, si quiero aprovechar el “sentirme vivo” nuevamente.
No quiero dormir…, no quiero dormir más. ¿Seguirá viniendo los domingos a la mañana…?
Quiero aprovechar los minutos que tengo, para resucitar los que no tengo. Quiero correr por todo lo que vendrá, quiero saltar al mundo para saldar las deudas de estos últimos dos años, y renovar mis renovar los acuerdos con mi autoestima, para invertir en ella, ¡definitivamente!
Dice Eterno Atardecer: “Cuando el amor se acaba, se acaba para todos, porque el amor es justo. Cuando alguien se va, solemos pensar que nos embargan todo y el desnudo de la piel, pierde el aire fresco del sentido de justicia. Renovar los acuerdos con el autoestima, es dejarle una hendija abierta a las ventanas de la vida, para respirar nuevamente, para volver a ser justos.¨
Leo el diario, mientras espero un café con leche, con dos medias lunas. Como en las viejas épocas… ¡Con qué poco uno es feliz, cuando uno es feliz con uno!
–Disculpame, ¿estás leyendo los Clasificados…? –Me dice su voz a la espalda, de color inconfundible, y duele…
Duele más que lo que imaginaba cuando venía para el café, es como el infarto al alma por saber que estuvimos lejos, y pude evitarlo.
La vida es así, cuando te dá te quita; pero no hay forma de saberlo si nunca te ha quitado.
–Sí, te lo presto –le digo, mientras giro encontrando el sol sobre su espalda–¸ pero con la condición de que desayunemos juntos, Fiorella…
También podes leer:
Eterno Atardecer: “La vida es un baile”
El año pasado escribíamos:
Mendolotudo aconseja sobre la superstición
pe… pe.. pero…
porqué carajos te pasan estas cosas Don Rubén? digamos…
Mire Facsf, acabo de llegar a mi casa después de la fiesta y de ver a la Fiorella… Para qué le voy a contar?! Era para mandar dos capítulos en este Martes.
Yo también me pregunto ¿por qué corno me pasan estas cosas? Y la respuesta sería, ¿por qué no?, pero la realidad indica que hace mucho que no me pasaba nada, pero nada eh! Somos hijos primerizos del rigor, necesitamos mover las cachas para sentirnos vivos.
Todo tiene un porqué, el próximo Martes le cuento.
Abrazo, gran Amigo!
APÁ!!! Se nos va una y al segundo, llega otra!!! No será mucho???
Parece que las ganas son contagiosas y, por lo visto hay fantasmas que se contagian de ellas… El pasado reciente, también pude sufrir el mismo efecto???
Las ansias me carcomen Arrugas!
Saludos, Besos y Abrazos…!!!
Llega otra, pero distinta, créame… La Flaca se metió (me metió) en un freezer que cuando pase el tiempo pueda habernos servido a ambos, no lo se, pero fue así.
Venir a buscar a Fiorella tiene que ver con los cambios que viví esta noche, con recordar mi vida real, y sacarme de encima una vejez inexistente, que como una momia me tenía oculto bajo mi mismo sin dejarme avanzar.
El despabilo no es más que la búsqueda de una mejor luz de la vela incipiente, y quien pueda desvelar la luz interior debe ir el todo por el todo. Le mando grandes S. B. A. !!!
Don Arrugas.
Hermosas reflexiones y palabras, aunque debo admitir que algunas de sus frases Don Rubén, resultaron ser latigazos en mi espalda… Excelente pero excelente nota… adore cada palabra…
Qué lindo que te haya llegado, EllaGood!
Suele pasarnos que los tipeos del otro nos susurren lo que no queremos escuchar, pero de ahí también se puede empezar a escucharnos nosotros mismos. Si duele el ¨hoy¨, usted crece. Si duele el ¨ayer¨, usted creció. El ¨mañana¨ es lo que hagamos con los dolores, para transformarlos en alegrías.
Adoré tenerla, un gran saludo!
Bueno…. este reencuentro casual con Fiorella es lo que verdaderamente hacía falta para que usted Rubén pueda aceptar si el duelo terminó o era un lindo amague.
Buena suerte con la verdad a la cual se tiene que enfrentar… y hasta el próximo martes!!
PD: Cuanta reflexión linda!!
Rusita querida, debo ser honesto en algo… Desde que arranqué la noche de la fiesta, temí por que los efectos del espumante me acercaran a las costas de la Fiore, pero debo decir que si bien terminé en el café, tuvo que ver más con lo que la fiesta me hizo ver que con el chupi.
Para empezar a vivir no hay un día, no hay un momento especial, ni mayores requisitos. La felicidad es la dieta que se empieza cuando se quiere, y a mis kilitos de más de desgano les llegó la hora de bajar.
Eso me dijo esta noche!!, y no había mejor lugar para celebrarlo, que desayunando en el Fiorella´s Coffee. Créame.
La espero el Martes que viene, nos vamos a entender mejor.
Abrazo, amiga, saludos a quien ya sabe. -espero sus notas-
mmm…y era de esperar…pues cuando va todo bien es de esperar que siempre algo ocurra……
Ahora Le hago una pregunta….que libro es el que ud cita?
un abrazo
El libro se llama Eterno Atardecer, veo que no lo vio en el capítulo anterior, estimado Furioso. Parece que está bueno, cuando lo termine se lo paso.
Cuando algo sucede y al parecer venía todo bien, quizás no era tan así, o lo que es peor, quizás se puede estar mejor y uno solo se está quedando con lo que está al alcance de la mano… Se lo dejo como inquietud.
Abrazo, como siempre lo espero por aquí.
Saludos!
no te la puedo creer!!! cuando estaba empezando a querer a la flaca, viene la vida y te un cachetazo que te gira todo 180º.
Hermosa forma de explicar como se siente uno en un momento asi.
pueda ser que esta nuevo que arranca sea para bien!!! aunque es necesario que pasen cosas así para saber que uno esta vivo, prefiero que pasen lo menos posible!!!
le deseo todos los éxitos posibles!!! abrazo
jajaja, si, que no pasen todas juntas al menos…
Cómo le va, Don Chachet? Creo que la Flaca debía resolver cosas que no daban para ser mañana, y lo peor -o lo mejor- es que hizo ver que yo también debo resolver algo en carácter de urgente. No la deje de querer a la Flaca, no todavía.
No hay peor café que el que se pasó para mañana…, cuando la charla debía ser hoy. Por eso estoy acá, en lo de la Fiorella.
Lo espero con un goteado mediano, que lo preparan increíble por estos lares.
Abrazo, amigo Chachet!
Me encanta su forma de ver la vida, espero el siguiente capítulo para conocer los por qué de su firme decisión. Me encantó cuando dijo cadáveres de espumantes y bebidas blancas jaja es excelente.
Por casualidad el libro no tratará de una tal Vanessa? Este es uno de terror, pero con muchos secretos de la vida.
Estimado! Espere y no desepere, porque vendrán las aclaraciones de porqué rajar así del evento -mas allá de la patada en el tuje de la Flaca-, y el lugar de la Fiore.
Mmmm…, estuve pispeando y no vi ninguna Vanessa, puede ser otro, este tiene terror pero de otro tipo jaja.
Le mando un abrazo grande, Franquito, buen finde!
Usted está leyendo mucho «Fue Foul» y le está tocando vivir cosas muuuy similares! Se va una… ¡que pase la que sigue! jajajaja
A mi corta edad no tengo uno, y usted a la larga suya, YA TIENE DOS!
Qué lindo este capítulo Don Rubén… Habla de lo que le comenté tanto esta semana a mi querida amiga, que está atravesando un duelo (lamentablemente recién va por el principio).
Me tomé el atrevimiento de robarle algunas frases para pasárselas, a ver si la hacen reflexionar un poco y le devuelven la sonrisa robada.
Un abrazo estimado!
(Por no comentar, no crea que lo abandoné. «Eterno» es mi receta semanal para sonreir)
Mmmm…, no todo es lo que parece, querida Betty. Creo que con la Flaca me di cuenta de que no tengo una, y con la Fiore voy en busca de la única que no debí dejar ir. La Flaca espero se cruce en capítulos futuros, porque hay cosas que como me siento hoy se oirían distinto. Es cuestión de actitud, dicen. Y que Boop no tenga uno, jajajajaj…..
jajajajajaj
y mas jajajajaj…. La encantadora de serpientes no puede no tener uno, o el mundo sigue siendo una porquería como pensaba Discépolo.
Que disponga de su tiempo para leerlo, ya es demasiado para mi. Saludos!
Hoy era ¨alguna vez¨, finalmente… que gran frase que invita a la reflexión sobre los momentos…
Saber que el momento llegó, la hora de la verdad.
Abrazo, estimado Celso.
Realmente, realmente que buena nota. Y siguiendo el camino positivo, que buenos son esos momentos de reflexion personal en donde nos volvemos a conocer, porque siempre despues de una crisis hay un cambio que conllevar un volver a conocerse… «..El duelo es el tiempo que se toma el alma para curar las heridas inmunes a la medicina tradicional… Es el lapso, indefinido, por el que viajamos comiendo de las sobras que el pasado nos dejó…» vulgarmente te digo que con esto te fuiste al carajo! un capo Ruben.
jajajaj, vulgaridad aceptada felizmente!
Como usted dice, esos momentos le dan sentido a lo anterior, el duelo. De tanto se puede crecer, que a veces da miedo estancarse cuando la vida pide correr.
Le mando un gran abrazo, mi amigo Enanoslife!