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Hablemos de los celos

Hablar de los celos es un tema complicado. Es complejo porque es pasional, como hablar de religión y política, ya que al ser algo que se siente tan profundamente y es tan difícil de controlar, no hay definiciones académicas o de diccionario que cierren a todos del todo bien.

El tema de los celos es muy difícil de explicar, ya que es algo que quien lo padece los siente, como se siente la furia, la ira, la tristeza, la compasión o la desidia. Es un sentimiento que va mucho más allá de lo físico. Y es escabroso porque para que haya celos tienen que haber dos personas. Ambas personas sufren.

El celoso sufre porque no vive tranquilo jamás. No solamente cela las situaciones en las que su pareja tiene más facilidad para la traición o está más expuesta para el engaño, tales como un boliche o un bar, sino que también cela a su pareja cuando se va a trabajar, cuando se junta con amigos o simplemente cuando hace deporte.

Por otro lado, el celado, sufre porque ejercen sobre él (o ella) una presión muy tortuosa, similar a un sentimiento de asfixia que desgasta la relación. Muchas veces se cae en el tremendo error de dejar de hacer actividades o ver personas por amor al otro y tarde o temprano se destapa la olla y se producen heridas difíciles de cerrar.

Pero ¿de donde vienen los celos? ¿Por qué se producen? ¿Qué los causa?

Voy a dar una opinión bastante personal, porque sino todo queda en un mar de palabras subjetivos y nunca se parte de algo para poder llegar a una opinión cierta.

Pienso que los celos son producidos por un sentimiento de inferioridad. El que padece celos se siente inferior a los demás, padece de este complejo y los transmite a través de los celos que a mi criterio, son la forma más decorosa y bonita de esconder el autoritarismo.

Una persona celosa no solo cela a su pareja, sino que cela a sus amigos, sus pertenencias y todo lo que lo rodea. Una persona celosa es egoísta, porque sabe lo que hace y deja de hacer pero pretende que el otro haga y deje de hacer solamente lo que él quiere, coartando la libertad de la pareja.

Pienso que una persona celosa además es posesiva, y tiene un grado de competencia alterado y exagerado en cada uno de sus actos, porque tiene terror a que los demás tengan más que él o le quiten lo que tiene. No hay que confundir la sana competencia de este sentimiento avasallador, donde todo el tiempo se respira una atmósfera de pertenencia.

El celoso muy en el fondo se siente inferior, y hablando de amor, siente temor a perder su pareja. Duda de que el amor que da sea suficiente y cree que su pareja necesita algo más que él. Lo peor es que de la boca para afuera suenan como tipos intimidantes y hasta pretenden hacerle creer al otro que son lo mejor que van a tener, incluso basureando y ninguneándolo.

Personalmente creo que los celos son el peor enemigo de una relación y pienso que son muy difíciles tratar. Dudo que exista un psicólogo que logre que el paciente controle este sentimiento y es algo con lo que el portador debe de lidiar toda su vida. Porque también los celos son un claro signo de inmadurez. Cuando una persona es inmadura, muta sus sentimientos absurdos adecuándolos a un estado más acorde a la etapa que le toca vivir y los celos son el mejor campo donde escudriñarse.

Un tipo inmaduro no sabe lo que quiere y no quiere lo que tiene, entonces cuando quiere algo de verdad, teme que se convierta en más de lo mismo y se empecina en una sobreprotección absoluta que ahoga al otro.

Algunos celosos dicen que los celos son el amor en extremo, pero el que no es celoso claramente se puede dar cuenta del absurdo de todas las frases y definiciones que intentan ponerle. Ser celoso es un defecto y un problema muy grave para la pareja.

También soy conciente que para todo, una pareja es de a dos, de ahí viene el nombre ¿no? Entonces muchas veces la otra persona tiene algo de culpa o beneficio en el tema de los celos. Por ejemplo, si un tipo es muy celoso, pero intenta usar la razón para controlar sus sentimientos, puede que su mujer intente darle menos motivos de celar y que la balanza se equilibre, por el contrario si la mujer encima realiza actos sospechosos, no hay uso de razón que el hombre pueda emprender.

El amor sin celos es un amor sincero, pacífico y se disfruta mucho más. No tiene tintes enfermizos ni autoritarios, es libre y desinteresado. El celoso puede tener sus motivos, pero cela más lo que imagino que lo que realmente observa.

¿Y vos Mendolotudo? ¿Qué opinas?

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