Prólogo: ¿Se acuerdan cuando éramos chicos y leíamos los libros de “Elige tu propia aventura”?, bueno la idea es hacer algo más o menos parecido. Todos los viernes voy a tratar de publicar un nuevo capítulo de esta historia de terror y suspenso y al final van a quedar opciones para que el lector elija que es lo que quiere que pase. Como los lectores son los que van a elegir decidí hacerla en primera persona. Es mi primer “tirito” en este estilo así que espero que se copen y pinte la idea. No presento más nada y los dejo con esta apasionante historia que está en mi cabeza y la van a armar ustedes…
El calor del sol comenzó a hacerte sudar, abrasador e insoportable, como amanecer de resaca. Los rayos del mediodía encandilaron tus ojos, aún con los párpados cerrados. No fue eso lo que sorprendió. Tampoco el dolor que sentías en el pecho y las rodillas por lo duro del suelo. Mucho menos el cercano sonido del viento del medio día en el centro. ¿Qué hacías durmiendo boca abajo en plena Peatonal Sarmiento? El ambiente estaba seco y caluroso, típico clima Mendocino, estabas mareado y aturdido.
Confundido, transpirado y desgastado te levantaste del suelo, el cansancio aún te derrotaba, por lo que te quedaste sentado. Hundiste la cara entre tus manos frías y te restregaste los ojos con las yemas de los dedos, haciendo presión masajeaste en forma circular tus sientes intentando ordenar ideas… ¿Qué había pasado? Lo primero que hiciste fue mirar la hora. No tenías tu reloj, pero intuiste que podía ser medio día por la posición del sol, miraste tu otra muñeca por las dudas, hurgaste en tus bolsillos. Tampoco tenías billetera ni documentos. No había ruidos, ni bocinas, ni charlas lejanas, ni sirenas dispersas, ni frenos de micros.
El sonido del silencio era abrumador, sacudiste la cabeza para intentar reflexionar, ubicarte en el tiempo y espacio. Te pusiste de pié, a los tumbos, dolorido y abrumado. Miraste por la peatonal calle abajo, solo vacío y ráfagas de viento que se posaban en las sillas y mesas de los cafés. Dirigiste tu vista hacia el otro lado, hacia la Plaza Independencia, la mirada se te perdía en el horizonte, sin hallar movimiento de personas. ¿Será Domingo? Pensaste. Giraste la cabeza bruscamente hacia un lado y hacia otro, haciéndote crujir el cuello. Un golpe seco te alivió un poco el mareo.
Lentamente caminaste hasta la intersección con la calle España como un fantasma cansado, lugar donde pulula la gente entre el Banco y la Bolsa de Comercio. Te paraste en el medio, sin temor ya que no había rastros de tránsito, miraste hacia el sur, hacia al norte, otra vez hacia la 9 de Julio y una vez más hacia la Plaza. Estabas solo. Debía ser domingo…
De pronto se levantó viento, se enrollaron bajo tus pies hojas de un diario, lo levantaste apresurado antes de que se vuele. Conocías las noticias de la portada, era un diario viejo, levantaste la vista y viste como en el kiosco de diarios y revistas se revolvía por el viento, haciendo las veces de reparo y llevando a volar por los aires a toda la papelería del local. Te acercaste y te asomaste al puesto del vendedor, no había nadie. Por un costado entraste al kiosco y viste sobre su mostrador billetes y monedas, la recaudación del día. También habían lapiceras, bolsas y elastiquines tirados. Todo ordenado bajo un caótico desorden, propio de quien habita ese lugar. Instintivamente trataste de guardarte la plata, no sin antes mirar hacia el exterior del local, como temiendo ser observado. Fue entonces cuando pudiste ver que todos los locales estaban sin las rejas que suelen decorar los domingos y feriados, algunos con las puertas abiertas por el viento, los cafés con las sombrillas por el suelo y ninguno con gente dentro. Tazas volcadas en las mesas, maniquíes tirados en las vidrieras por el viento y el polvo cubriendo todo. No podía ser domingo.
¿Habrá un evento por acá cerca? Pensaste. Quizás toda la gente salió corriendo para ver algo o por algo, quizás en esa vorágine de personas me he caído y he perdido el conocimiento. Siento que he dormido, no que me he caído.
Sin tomar un solo billete saliste urgente del local y corriste en dirección a la calle San Martín. Si pasaba algo debía de ser en esa calle. Corriste peatonal abajo, pasando entre mesas vacías. Entre corrida y corrida te sorprendía encontrar los locales completamente abiertos, con toda la mercadería dentro, pero las ansias de ver que lo que pasaba te pesaban más.
Llegaste exhausto a la calle San Martín, te paraste al lado de la fuente de la esquina y no viste a nadie, no había nada, ni siquiera las palomas que atiborran el edificio de Afip y ensucian los adoquines de la calle. No había comisionistas de Personal vitoreándote como ganador, no había mendigos, no había abogados de traje, ni gitanas, ni impúberes en búsqueda de personalidad. No habían viejitos de ciudad, ni charlatanes de café, ni mujeres en minifalda. No había extranjeros blanquecinos, ni morenos de cubata, ni peinados modernos. No estaba el cómico policía municipal con el megáfono, ni el barullo de los parlantes de las casas de ropa ni el ruido de bocinas de los molestos conductores Mendocinos. No había nada, no había nadie, solo vos y la inmensidad de la nada, un mar de cemento, una inhóspita sensación de soledad. Como una tarde de domingo bajo la lluvia. Solo. Te sentaste en la fuente a meditar, preso de la confusión, aún cansado y gastado, el agua estaba estancada, quieta, no corrían sus chorros. Levantaste la mirada y viste que los semáforos no andaban… la luz estaba cortada, pensaste.
De pronto sentiste instintivamente que alguien te observaba, que había alguien cerca. Te paraste y miraste calle arriba, a varias cuadras divisabas una figura oscura, borrosa. Era una persona vestida de negro, de pies a cabeza. Su forma de caminar era extraña, sin movimientos, simplemente se acercaba en dirección a vos. Tras él todo se iba tornando tenuemente oscuro, sombrío, aún en esta parte del día. No entendiste porque no surgió en vos un impulso natural de acercarte a él para preguntar que estaba sucediendo, algo raro pasaba con esa persona. Una sensación de pánico te inundó, tu respiración comenzó a agitarse, tus piernas comenzaron a temblar… Había algo nefasto en aquella persona, algo oscuro que cuadra a cuadra se aproximaba hacia vos. Estabas parado en medio de la calle, solo y esa sombra espectral se te acercaba segundo a segundo…
ESTA MUY BUENO ME DEJO MUCHA INTRIGA ESPERO CON ANSIAS EL PROXIMO
Exelente comienzo vieja !
mmm…y ahora que hacemos??..
Opción A…si te despertaste con el culo pa´arriba y te duele….comprate un vestidito herrmoso
Opción B…el tipo que viene y te mira raro…..será Lucifer?…
Muy bueno el inicio, espero que siga así. Me gustó , ya que nos hace falta leer algo interesante y que nos mantenga expectante. Pienso y se me aparecen varias soluciones. Espero la próxima
y haora’se armo la cagada vieja
me leia todos los Elige tu propia aventura los de tapa blanca y los de tapa roja, es mas tengo varios en excelente estado, excelente idea de reflotar el concepto, me recontraprendo Doctor!!
Muy bueno!!!, me encanta la idea Dr. sos un copado, te leo siempre!!!!
muy bueno!!!! me gusto mucho!!! fanatico de elige tu propia aventura.
Exelente propuesta, me hace recordar mi infancia. Siga asi que mientras dure lo acompaño.
Buena la idea!!yo leí varios de los libros de «Elige tu propia aventura!, el tema es q ya estoy grande para seguir leyéndolos!, asique me prendo en esta.
Sugerencia, estaría bueno poner en alguna/s parte/s de la historia, una parte de suspenso en donde la persona está escondida y la cosa que lo sigue está muy cerca buscándolo, cosa de llevar el suspenso al máximo. Muy buena la idea!Saludos
no me robes ideas! jajaja gracias hermano!
Muy Bueno!!! Nos vas atener a todos con las ansias por el cielo… no te estarás juntando mucho con Valencia vos??
saludos!
PD: Che, no pinta una opción C: Quiero a mi mamaaaaaaaaa!!!!
Qué hijo de puta, qué buena veta que no conocía! Yo elijo el esconderme en el local de celulares, no creo encontrar a nadie si llamo, pero por lo menos vería de cerca al personaje este, y sino intentaría una llamda al exterior.
Me encantó la descripción de peatonal y san martín! Yo leía estoy libros de elije tu propia aventura, me prendo Doc !
q nostalgia dan este tipo de historias!!!! yo me re prendo!! es como volver a la infancia!!!!! =)
Realmente muy bueno. Para los Jovenes Adultos (ja ja para no acusar a nadie) es volver a la dolorosa y hermosa edad del pavo, me prendo de una. Siguan asi
Esta buena!! Ojalá le gente se cope Doc!
es tremenda! yo me prendo! pero no nos haga esperar tanto!
Esaa! muy buen comienzo mi querido amigo bomur!
Bueno, pero que alguno la siga, pues!
Manga de hijos de puta, yo les meto suspenso pero ustedes me han metido una presión de la san puta… los quiero igual…
Veremos que me sale el jueves (así sale el viernes que viene)
Bomur, amigo personal, muy bueno lo de ayer y genial esto de hoy. Abrazo de oso!!!
Genial Doc, me hiciste acordar mucho a estos libros que leía de pibe. Se siente una sensación rara volver a leer algo así y sobre todo tan menduco ¡Me atrapaste no sabes como! Será hasta la próxima entrega.
Yo nunca pude leer bien esos Elige TPA» porque de curiosa leía todas las opciones juntas y se me hacía un quilombo bárbaro.
Se te va a hacer manso lío escribir cada vez más opciones Bomur cómo carajos vas a hacer?
Muy buena idea loco, lo mejor es tu referencia local, y como un lector tuyo que le has dado libertad de expresión, te puedo decir que es mi jermu la que llega y yo estoy hasta la garcha porque me encontró un fato, y ese fato es su amiga, asique el diablo es chicharron de mula al lado de la calentura de esta….Gracias por sacarme una sonrisa.
saludos
La idea está rebuena.
El estilo elegido es la SEGUNDA PERSONA, no la primera. Y es el usado por los famosos libritos mencionados, de tanto éxito en su momento.
Lo único que te pido es que no publiques con errores de expresión. Ya he detectado varios…y te arruinan tu obra. Hacé algo al respecto!
estimada, por mas que lo he leído y re leído no los veo. Me mandas los errores a [email protected] si no es mucha molestia?
Gracias!
Mmhh, hay algunos errores de ortografía pero no son muy evidentes, y para nombrar errores de expresión no sé… hay que ser demasiado detallista como para que te arruinen una lectura, que se yo, me parece una exageración el comentario.
No es para tanto, pero si, hay algunos errores de expresion. Esta muy buena la historia y no creo que se desprestigie tu trabajo por algunos «porque» mal usados pero siempre es bueno escribir bien para que el lector no se distraiga tratando de interpretar una frase. Hace mucho que no visito Mendoza y esta historia me transporta por una rato a la querida Ciudad. Segui asi!
¿Porque no estaba yo si trabajo cerca de la peatonal? Mas vale que me pongas en algún capítulo eeee…
Yo quiero que salga también Ricardo Mur!!!
Hay otra Marchu y no me di cuenta ja!
Yo elegi la segunda opcion y se me vienen demasiadas cosas a mi mente, lastima que no se escribir tan bien como Ud Dr. pero bueno se que su imaginación superará la mia… jajja!
Me hizo recorrer la peatonal como si estuviera ahi, increible!!!
No se aflija, dejese llevar por su talento… Presión? que es eso? jajajaj!!! Saludos!!!
Vivía leyendo esos libros. Que bien volver a esas historis! Gracias bomurcito
Estimados YA ESTA LA CONTINUACIÓN ACA: http://www.elmendolotudo.com.ar/2011/12/02/la-venganza-%E2%80%93-capitulo-2-%E2%80%9Cescape%E2%80%9D/