¿Cuáles son tus planes y metas para este 2012? || El Mendo

Al fin llegó la muerte de este 2011 del upite. Con todo lo que pasó y podría haber pasado en este bendito país, nos hicimos un festín.

Pero como lo que pasó, pasó y chau picho (no hay nada que uno pueda cambiarle); es que todos nos ponemos a pensar en las metas para el 2012.

Y no me vengan con que no piensan, no planifican, porque siempre hay algo que pensamos o soñamos con hacer (alguna venganza, traición o estafa, también queda incluida en la palabra “objetivos”).

“¿Qué cosas puedo contar entre las “posiblemente realizables” para no sentirme un imbécil fracasado cuando alguien me ponga una piedra “tamaño Aconcagua” en el camino?”, consulta de algunos de mis pacientes y con una frecuencia que me las tiene por el piso.

Entonces, como buena psicóloga que soy, según su intelecto y capacidades sociales/económicas e ideológicas, les hago reflexionar.

¿Bañarse todos los días? Es una meta posible…

¿Sacarse la cera de las orejas en privado y no en el colectivo? Es una meta posible. (Pueden incluir mocos y pelusas del ombligo, si realmente el objetivo se fija en serio)

¿Dejar de comerse las uñas? Es posible…

¿Escribir y leer más todos los días? Es posible (bendito sea el facebook y twitter, acá no se exige demasiado. Leer es leer y escribir es escribir, cualquiera sea el medio o soporte, llegando a admitir hasta El Mendolotudo)

¿Meditar escuchando música o mientras cocina al son de OMMMM (ni una “m” más ni una menos)? Se puede.

No se exponga a metas inalcanzables como en dos meses comprarse un auto con el aguinaldo recibido en Navidad, adelgazar 30 kilos durante el verano con la compra de las zapatillas de Jésica Sirio, o tener un buen humor de un día para el otro conviniendo que vivimos en este bendito país.

Metas alcanzables, realistas, planificadas. Que el fracaso no es fallar, sino jamás haberlo intentado.

Como psicóloga, no puedo ni es mi deber decirles qué tienen que hacer, así que “a sacar sus propias conclusiones, mis queridos Mendolotudos”, que a mí al sueldo me lo pagan igual.