Hoy quiero volver a ser Ámelie. Hoy voy a volver a ser Ámelie. Se acabó la llorosa y sentimental heroína. Se acabó la ultrafeminista. Se acabó la sufridora mental.
Simplemente yo.
Serena.
Tranquila.
Sosegada.
Hoy recuperaré el espacio de mi mente que hasta ahora había estado ocupado por él. A partir de ahora, sólo estará ocupado por pensamientos acerca de mí.
YO.
YO.
YO.
Debería sacar la grabación de sonidos de ballena de algún cd y preparar un buen baño. Debería estar cumpliendo la misión de aclararme las ideas…
Decido hacerlo. Soplo con aire distraído la espuma de jabón de mí alrededor y dejo vagar mis pensamientos. En cuanto tropiezo con algo remotamente relacionado con él, hago sonar la sirena de alarma y vuelvo sobre mis pasos.
Al principio, es bastante duro. Pienso, seguramente tardaré siglos en recorrer de punta a punta mi mente, procurando no abrir las puertas de ninguno de los bancos de recuerdos prohibidos. Pero luego de un rato, descubro que tengo montones de cosas en qué pensar.
Después del baño, me paso varias horas mimándome con vista a la fiesta de “la terapia de compras”. Tomo el QDEF (quit de emergencia femenina), me hago limpieza de cutis, me limo y pinto las uñas, me paso un buen rato secándome el pelo y cuando termino, me vuelvo a sentir humana.
Recupero mi aspecto de ser humano merecedor de buenos augurios.
No soy buena yendo de compras, más no me importa, seguro me hará bien. Abro la puerta, piso la calle… bah, mi “nuevo yo” pisa la calle y le grita al mundo ¡Váyanse a la mierda!. Yo, YO me merezco ser Feliz. Y eso mismo voy a comenzar a Ser.
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El año pasado escribíamos:
Genial!!!, es sabido que para sentirnos amados primero nos debemos amar
¡Genial Amèlie! Un gran avance en tu vida desde la semana pasada que revisabas ese cajón y decidías atesorar momentos y no guardar pelotudeces. Obviamente va a costar, como cuestan todas las cosas de la vida, pero con esa actitud vas por buen camino
¡Excelente Nota señorita! ¡Saludos!
Qué bien, Amelie!! Nadie da lo que no tiene, si uno no se quiere, dificil querer a otros.
Pocas cosas hacen tan bien como decidir voluntariamente ser egoísta para poder superar las cosas difíciles. Egoísta en el sentido más básico y genuino, ya que el egoísmo es el reconocimiento del bienestar propio como punto de partida para poder hacer lo que nos define como persona, crecer, ayudar y disfrutar la vida, sin caer en el típico error de asociarlo con perjudicar a otros para conseguir lo que anhelamos, ya que ese no es egoísta sino un garca. Y por sobretodo, jamás sentir culpa por elegir ser así, pero obviamente no es su caso, ya que ha salido a gritarlo a los 4 vientos. Brindo por eso!
La saluda de pié,
El Viejo de la Bolsa
¡Graciaas!
Es muy importante quererse un poco a uno mismo, y de ahí partamos…al rumbo que sea. Un gran comienzo es transformar en palabras ese nudo de ideas y sentimientos. Plasmadas están, paso dado, se viene el «El día de la autoestima» jajajaj
Me encantó Amelie!!! Muy bueno.