Creo que lo más normal en este mundo, es pasar por distintas crisis. Por amor, por desamor, por los años, por lo nuevo o por el pasado. Es inevitable. Siempre sufrimos algún tipo de terremoto mental y ahí es cuando nos preguntamos tantas cosas. Forma parte de tener que existir en la tierra.
En mi caso y en mi presente, estoy en crisis. No sé si es por tener 30 años y me cuesta asumirlo, o es que simplemente estoy cansada y bastante aburrida. Pasé años metida y encasillada en un lugar en el que hoy renuncié por completo. Basta de hacer cosas que no quiero hacer, reprimir sensaciones y sentimientos porque al resto le incomodan. Elegir no porque lo quiera, si no porque es lo correcto. Mirar sin mirar, escuchar sin escuchar, sentir pero que no haya nada. Basta.
¿Porque muchos elegimos ese camino cómodo pero destructivo a la vez? ¿Porque hay que llegar a ese punto crucial en el que o destrozas el auto con vos adentro, o salís adelante de una puta vez? Tampoco siento que sea mediocridad, por ahí es supervivencia. Y las crisis llegan para darte un cachetazo de realidad.
Hablé con mis viejos, estuve sentada llorando y pidiendo ayuda porque por muy grande que sea, es necesario estar con ellos. Me vieron crecer y mandarme pedo tras pedo y que a pesar de todo, ahí están. Sentados y escuchando una vez más. Mi papá siempre en sus charlas reflexivas, cita al gran poema, Desiderata. Y nunca deja de insistir que lo lea. Lo hice y hubo una parte que me pareció extraordinaria, y fue:
“Tú eres una criatura del universo, no menos que los árboles y las estrellas. Tú tienes derecho a existir, y sea que te resulte claro o no, sin duda el universo marcha como debiera. Por lo tanto, mantente en paz con Dios, cualquiera que sea tu idea de él, y cualquiera que sean tus trabajos y aspiraciones. Mantén la paz en tu alma en la ruidosa confusión de la vida. Aún con todas sus farsas, penalidades y sus sueños rotos, el mundo es todavía hermoso. Sé cauto y esfuérzate por ser feliz”.
Me dejó pensando muchoy siento que de verdad aún a pesar del dolor y de la desilusión que te destroza el alma, el mundo es un lugar que vale la pena mirar y disfrutar. Por algo estamos acá, nada es casualidad. Ni la gente que conocemos, ni los que quedaron atrás. Todo y todos, nos ayudan a ser mejores personas. En realidad, eso depende d vos y de como manejas las experiencias.
Sentirse incómodo es una alarma y si tenés la suerte de sufrir algún cambio repentino, eso te obliga a salir de la zona de confort pedorra para no convertirte en una especie de Penélope que transcurre sus días esperando. ¿Esperando qué? ¿Qué venga un hada madrina con su varita mágica a despertarte un poco? Toqué fondo muchas veces. Sufrí bulimia y anorexia, tuve gastritis y jaquecas salidas de una pesadilla. Pero acá estoy parada buscando una salida repleta de luz. Por suerte tengo muchos ángeles que me cuidan y me quieren. Amigos y familia. No está todo perdido. Al menos estoy en esa búsqueda.
Quiero esforzarme por ser feliz. No creo que este haciendo las cosas tan mal después de todo.