Carmela agarró los huevos en sus manos y los golpeó contra el canto del bol de vidrio.
-Me da miedo, Marcos.
-Sí, lo entiendo.
Vertió las yemas de los huevos en el bol, separó las claras, juntó las cáscaras y las tiró en una bolsita que colgaba de un clavo al lado de las canillas de la pileta.
-No, no sé si entendés. Porque también quiero irme con vos.
-Es que no son dos cosas contradictorias, Carmela. Vos querés venirte pero te da miedo.
-Sí, pero es que no quiero ir porque me da miedo. Eso es lo contradictorio.
Vació la cuarta cucharada de azúcar en el bol y miró si la manteca ya estaba derretida en el fuego.
-Carmela, el miedo no significa no querer, sino no animarse.
-Pero yo no quiero animarme.
-Entonces no querés.
Cuando todo se llenó de aroma a manteca tibia, apagó la hornalla y la volcó en el bol. Le tiró la ralladura de limón. No pude dejar de mirar como dio dos golpecitos con su mano y cómo la subió para cortar la cantidad precisa, quebrando su muñeca en la altura, como si ese movimiento estuviese programado en sus genes el día que nació.
-Marcos, no es que no quiera, no puedo tomar esta decisión ahora, no me animo.
Bajé la mirada, era inútil insistir. Empecé a contar los cerámicos del piso. Había tres más oscuros entre todos los terracota que había. Los cerámicos ausentes habían sido reemplazados por cemento. Tenían un zócalo de cerámico partido, por lo que pensé que no los había puesto Gonzalo, sino que estarían de antes. Que así estab…
-¿En qué pensás?
-En nada.
-En algo estás pensando.
-No, en nada. Estaba contando los cerámicos del piso…
-¿No ves? Si no me decís lo que pensás, ¿cómo vamos a hacer para convivir, Marcos? Te callás todo, nunca…
-Pensaba en que me gustaría mucho que vengas –inventé insistiendo con mis reales intenciones-. Me encantaría empezar de nuevo con vos, Carmela.
Dejó de espolvorear la harina, y el colador se corrió del bol dejando una nevisca blanca sobre la mesada, y me miró. Yo volví a bajar la mirada. Qué fiaca, iban a volver los reproches quién sabe por qué motivo. Vi que en un rincón había otro cerámico terracota oscuro. Tal vez los cerámicos oscuros sí habían sido puestos por Gonzalo. O por Fanta, que parecía darse maña.
-¿En serio me decís?
La miré. No sé qué cosa había dicho diferente a antes. Mi mente empezó a revisar las palabras, los modos usados hasta el momento. No podía identificar qué cosa la había hecho tener esa actitud más interesada.
-Sí –y me callé cualquier otra aproximación a su pregunta.
-¿Querés empezar de nuevo conmigo?
¡Ahhh! Era esa frase. En un segundo pude razonar que ella necesitaba eso, sentirse parte, ser necesaria, ocupar un lugar. No importa si se lo dije de mil maneras diferentes, ella necesitaba esta forma, que era exactamente lo mismo, para mí, que el decirle que quería que se venga a vivir conmigo.
La miré. No hay lugar en ese cuerpo para tanta dulzura. No. Ella tiene que estar siendo alimentada por cargamentos de miel de una manera exógena. Algo nutre tanta cosa linda, sino en algún momento se gastarían sus gestos, se acabaría esa sonrisa pegajosa. Su mirada, sus ojos bien abiertos, la pastafrola ahora olvidada, su colador en la mano dejando nevado los cerámicos de terracota claros, sus jeans balncuzcos de harina, sus manitos, su… su incipiente sonrisa, que se agrandaba, que se estiraba más…
-Claro que quiero empezar de nuevo con vos. Te necesito conmigo, Carmela.
Largó el colador sobre la pileta y una nube blanca le dio el fondo para esa corrida de dos pasos y el salto con el que quedó colgada de mi cuello. Yo no podía emocionarme tanto. No había entendido bien qué es lo que había pasado ahí. No había dicho nada diferente, pero las palabras precisas lo cambiaron todo. Al rato de sentir sus besos en mi cuello me volví a emocionar, como me pasa siempre que la siento en mi cuerpo, y la abracé fuerte, y la imaginé conmigo, viviendo juntos cada uno de los años que debíamos reinventar. Había que reinventar todo de nuevo, hacer una vida entera…
-Tenemos que reinventar todo de nuevo, Carmela. Tenemos que hacer una vida nuestra.
Me soltó con una sonrisa enorme y sus ojos húmedos. El empalagoso aroma del dulce de membrillo se confundía con el olor seco de su pelo. Giró ligera, tomó en su camino un tenedor de la mesada y apagó el baño maría donde se ablandaba el membrillo, pisándolo y respirando mocos, limpiándose los ojos con la muñeca de su mano, y volvió al colador, y a la harina, y a la mezcla. No hablaba, y me empezó a inquietar. Tanta euforia para no decir ni sí, ni no, y volver a cocinar.
-¿Y? ¿Entonces venís, Carmela?
Mientras sacaba la masa del bol se reía. Callada, con sus ojos apretados, dividió en dos la masa y puso una parte en la tartera. Sopló una brisa y se llevó parte del postre aéreo, el que flotaba en la cocina, el que nos estaba acaramelando los pulmones. Me miró y el pelo todavía coqueteaba con la ráfaga fresca. Ese pelo colorado que me encantaba. Volvió su mirada a los bastoncitos que iba estirando con sus manos.
-¿No me vas a contestar nada?
Me volvió a mirar, y vertió el membrillo sobre la masa, puso los bastoncitos cruzados por arriba y metió el postre en el horno. Se incorporó y, girando, se puso de frente a mí. Me miraba con una sonrisa de las que quisiera que me entierren el día que me muera.
-¿Cómo podés ser tan tonto? ¿No te das cuenta de que es obvio que sí?
-¿Pero por qué no decís nada…?
-Porque me gusta ver que te interesa mi respuesta, que esperás una respuesta mía.
-Pero, ¿cómo no me va a interesar una respuesta tuya si te estoy pidiendo que te vengas a vivir conmigo?
– Bueno, es que soy así. Me gusta sentir que me necesitás, que te importo, me gusta verte esperándome… Me gusta, no sé.
Yo la miraba.
-Si voy a acompañarte en esta vida, quiero que entiendas esas cosas que me gustan –dijo poniendo las cosas sucias en la pileta-. Porque sé que no te las voy a pedir. Lamentablemente sé que no te las voy a pedir…
Y me volvió a mirar a los ojos. Yo no tenía anillos ni ella estaba de largo vestido blanco, ni había miles de personas sentadas en bancos, ni filmaciones, ni fotos, y sin embargo, nos estábamos casando, en esa cocina sofocante de membrillo y manteca, ella con sus jeans nevados de harina, sus pómulos blancuzcos, su pelo atado en una cola de fuego… nos estábamos casando, y los dos lo sentíamos así. Me acerqué con todos mis gestos subliminales para que hagamos el amor pero me atajó las manos en el aire, “esperá que en diez minutos está la pastafrola y preparamos el té”.
-¿El té?
-Sí, y creo que estuvimos mal en no haber invitado a Gonzalo y a Fanta a comer…
-Que vengan a la fiesta, después de la comida –le dije siguiéndole el juego.
-La fiesta… la fiesta es solo para nosotros dos –me dijo mientras me volvía a rodear el cuello con sus brazos-, y va a durar más que una noche, Marcos, va a durar… -y titubeó- mi vida entera.
-Y la mía tamb… –pero me puso la mano en la boca.
-Shhh… Por favor, no digas nada. Hacé, hacélo todo. Yo te acompaño, Marcos.
-Nos vamos a acompañar mutuamente –le dije, aunque un poco molesto por haberme tapado la boca antes.
Carmela sacó la pastafrola y la puso a ventilar en la ventana, al tiempo que empecé a preparar los cafés. Cuando se enfrió un poco la pastafrola, pusimos el mantel en una mesa que habría sido un anticuado soporte de alguna televisión vieja, platitos, servilletas, el postre, los cafés y nos sentamos.
-No tuvimos fiesta de casamiento, pero tenemos una pastafrola que está buena –dijo Carmela.
-Me sorprendiste, no sabía que la pastafrola era para nosotros. Creí que era para la noche, para todos.
-No, era para vos, Marcos. Te quise dar una sorpresa.
-Qué bueno, porque yo tengo otra sorpresa para vos.
-¿Una sorpresa?
-Una sorpresa que solo podía existir de haber un sí de tu parte.
-¿Un sí?
-Sí.
Carmela dejó el tenedor en el plato, me tomó la mano y mirándome con su sonrisa estirada y amplia susurró: “Sí. Quiero”. Ahí lo tenés. Quiero mi sorpresa, Marcos.
(Continuará…)
También podes leer:
Fue Foul: “Y ¿mañana qué?”
Que lindo la puta madre, hippie y casado… Marcos me parece que vas a tener que darte otra vueltita por Mendoza… Vamos a repasar juntos los guiones de Fue Foul… jajajajajajaja! Espero que esto no sea el comienzo del fin! Abrazos bro!
Jajajaja, Qué raro está Marcos, irreconocible!!
Sí, tengo que darme otra vueltita por allá, Celso. Indudablemente.
Esa mina te esta volviendo loco marcos. no vaya a ser que resulte ser una loca de mierda. jaja
Saludos
Blanco querido!!! Qué fenómeno! La verdad que viene rápida la mano. O Marcos se piró, o está seguro de lo que anda buscando, o… o ya la caló a esta Carmela.
Jajaja, estuvo muy bueno el capítulo.. Que rico comer pastafrola o flora, como sea 😛 Hace mucho no me hacen..
Apoyo a Celso, me quedé con ganas de conocerlo, tiene que volver a Mendoza..
Iván!
La masa argentina clásica es pastafrola, que viene de la italiana pasta frolla. La pastaflora es una masa española que se rellena con crema u otras cosas. Deben ser iguales, pero mientras escribía el capítulo me asaltó la misma duda y averigué. Si es al revés, pido disculpas.
Iván, sos un genio!! Qué lindo encontrarte siempre por acá, maestro!! Ojalá ande pronto por allá.
Definitivamente me encanta este cambio de Marcos,muy tierno y romantico el capitulo de hoy; pero Marquitos q necesidad hay de dejarnos tan intrigados toda la semana!!!!! cual es la sorpresa??? tira una pista jejeje besos genio!!
Viste como viene este Marcos? Todavía no es muy claro un cambio tan radical, de tanto coraje y decisión, pero el tipo se la está jugando!! La sorpresa, Tefita… pienso que a vos, te va a gustar.
Gracias, Tefita, gracias por tu comentario!!
uuhh no se q es peor, q no me digas la sorpresa o q me digas q me va a gustar!! definitivamente soy muy ansiosa jajaja y bue tocara esperar no mas.
AYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY ((asi con mayuscula)) la quierooooooooooo!!! Carmeeee te re quierooo boluuuudaaaa!!!! ayy me pasa como a betty que no puedo ni hilar mis pensamientos,, Ahora eniendo todo,, si jamas la hicieron sentir asi, qué mas podíamos pretender de esta chiquita conflictiva, prepotente y altanera,, lo que necesitaba era eso, sentirse alguien en el mundo,, y para Marcos hoy el mundo es ella,, y ella lo palpa, lo percibe y comienza a experimentar sentimientos que quizas nunca antes habia advertido,, y de pronto nos encontramos con una Carmela que prepra el te, que respira mocos de emocion, que cocina la pastafrola,, y ahi es dnd yo me veo reflejada y digo, pero si detras de ese ser altivo y arrogante hay una persona pidiendo a gritos que la abrazen. Iba a comenzar diciendote que la bancaras un poco, q el miedo que tenia era lógico,, todos le tenemos miedo a lo que desconocemos,, pero ahi tbn es dnd me encuentro con ella y las dos escondemos detras de ese «no se» un ¡¡¡¡¡pediiiiiiiimeeeelo con aullidos!!!!!, dale!!! que lo quiero escuchar!!!!!!!!!!!! bien Marquitos,, magistrall lo tuyooo,, si fueras contemporáneo con Freud quizas hubieras haberlo podido ayudarlo con eso que tanto lo perturbo durante toda su vida ¡¡¡que quieren las mujeres!!! qué bien puestas situaste las palabras en boca de Carmela,, eso es obra de tu mente,, muy bien queridoo,, te aplaudoo!!! vos me vieras los gestos de mi cara mientras leo,, creo q no soy la unica que siente y vivie cada relato,, un gusto como siempre!!! hasta el martes que viene!!!
Impresionante, Flor!!! Excelente análisis!! No te digo? Sos brillante! Carmela lo dejó ir a Marcos con lo de la Tere y la Elisa porque está acostumbrada al abandono. También por eso se va de General Hacha sin mayores problemas. Los únicos que considera estables son a Fanta y a Gonzalo. A Carmela no le importa el lugar ni la forma, sino la contención, por eso es tan fuerte cuando está contenida, aunque sea en la mayor de las pobrezas. Y es directa y transparente porque aprendió que de esa manera se caen las máscaras en poco tiempo. Y con Marcos sintió que la máscara no caía, pero tampoco podía entenderlo, porque Marcos estaba en pleno cambio. Por eso cuando Marcos vuelve los dos ya saben todo. Porque para Marcos Carmela es transparente, y porque Carmela no vio caretas caer.
Bueno, tuve que borrar cosas porque Carmela tiene que ir mostrándose de a poco, pero sos la primera persona que encuentra esta grieta abandónica en Carmela. Vos deberías psicoanalizar a tu psicólogo, Flor! Genia!!
es que tus descripciones son muy fieles, marquitos,, se logra apreciar un pasado dificil en la vida de esta mina,, y bueno ambos lograran, juntos, torcer o revertir ese desetino,, marcos, ya lo dijo, no sabe si es el amor de su vida, pero es la persona que esta ahora, y ya es mucho, con los mismos intereses, con proyectos similares,, esta bueno, me gusta me gusta,, pero quisiera saber mas sobre fanta y gonzalo, es como q nunca supimos que pasa ahi realmente o qué paso, q ya no comparte habitacion, no se,, me dio intriga derepente,, mi psico es una genia, ella me dio la capacidad de reflexion que tengo, o tambien llamada inteligencia emocional,, hay un libro muy bueno de eso,, bueee siempre me voy al carajo escribiendo
Jaja, me encanta cuando te vas al carajo escribiendo!!
mientras contaba los ceramicos le pedia a Carmela que vivieran juntos,… o sea que onda????? siempre he pensado que la actitud lo es todo en la vida, por eso la respuesta tarda en llegar…
Testeña, desde el capítulo pasado que le viene pidiendo que vivan juntos. Cuando ya empieza a creer que le va a decir que no, empieza a distraerse. Siente que la decisión de ella ya está tomada. Por eso cuando ella cambia de actitud él tarda en entender.
Tes, qué bueno verte por acá. Esperaba tu comentario.
Gracias, Testeña!!
q grande marcos esta sentando cabeza finalmente pero como dijeron espero q este no sea el comienzo del fin de esta gran historia!!!me pinta q la sorpresa es el anillo, pero q se yo. Es raro un capitulo sin ese toq erotico pero en este se hacen notar mucho mas los sentimientos, muy buen capitulo
hasta el proximo martes para descubrir la sorpresa, un abrazo grande
Sí, pareciera que el tipo empieza a sentar cabeza, que empieza a tener una perspectiva de la vida más realista y adulta. Difícil prever en ella una actitud con tanta claridad de estabilidad. Al mismo tiempo, él pareciera ser tan frágil como ella.
Este capítulo no tuvo toque erótico. Se dio una seguidilla de capítulos con algo erótico, pero antes no era así, tan seguido. Justo este capítulo no tiene nada de emocionante tampoco, salvo el tema.
Gracias, Don Abán!! Gracias por el comentario!
Uh!!! que hermoso capítulo este, cuanta ternura… un Marcos jugado a todo, tratando de encontrar las palabras en medio de silencios para que Carmela baje la guardia y se anime a dar ese SÍ tan esperado y que mejor lugar podría ser que en la cocina, lugar privilegiado donde se tratan los grandes temas!!!
Que gran momento! Ahora si empezamos a conocer a Carmela desde sus sentimientos!!!
Que linda escena, juro que senti el aroma de esa pastafrola!!!
Como siempre Marcos! la forma que tenés de describirlo todo hace que vivamos a flor de piel cada palabra!!!
y… nos quedemos semanas tras semanas con intrigas y con muchas ganas de más, me encanta!!! Besos!!!
Sí, ahora estamos empezando a conocer a Carmela. Es que hay personas que para conocerlas hay que entrar en su mundo, que tienen bareras muy fuertes donde se esconden, y a Carmela le pasaba un poco eso.
La cocina y la pastafrola son el preludio de lo que se estaba gestando. Algo tan familiar solo podría haber sido reemplazado por el aroma del café de la mañana.
Gracias, Marchu! Gracias por andar siempre por acá!!
Te contesté dos veces!! Esto será la introducción a un día dificil?
Tal cual, en la cocina, donde está la intimidad de cualquier casa, se va gestando entre manteca y membrillo ese «casamiento», ese compromiso extraño de dos que no dudan en el otro. A mí también me gustó la escena familiera, con esa cosa del hogar.
Gracias, Marchu!!! Gracias por pasarte por acá!
Que serio se puso Marcos! La Carme se ve buena mina, parece que nos encaminamos a un final faliz (?)
La Carme está empezando a mostrar su mejor cara. No creo en los finales felices, RoRo. Creo que los finales son lo que son, finales, y se dan como en la vida: a veces entre risas, a veces entre lágrimas.
Grazie tanti, RoRo!!
Varias cosas en este capítulo.Para empezar, la distracción de Marcos con las baldosas es típica en momentos importantes.Me ha pasado y estuvo genial.Pero lo que se lleva las palmas es el diálogo y performance de Carmela; le diste a la escena una magia, gestualidad y una sensibilidad, que hizo que los lectores se metiesen de cabeza.Sin palabras,¡ todos con Carmela!
Ahora, el brete de la palabra «convivencia», no sé cómo lo vas a resolver, Marcos.El arquetipo de final novelesco feliz con casamiento me resultaría lamentable para un relato de tan alto vuelo como éste.Sería como estrellar el Discovery en la pista luego de haber estado en Marte.No por ser mal final, sino por lo estereotipado.Estoy intrigado, che.
Lo de las baldosas en una charla que se empieza a volver difícil de entender es un clásico. Me moría de ganas de exponer ese «En qué pensás», «en nada», que nos pasa tantas veces.
Sobre el final feliz, creo que no tenés que tener ninguna duda sobre eso. Puede gustar o no gustar, pero jamás conformar. Me recordaste cuando Stephen King usó su columna dominical de una revista para pedirles a los guionistas de Lost que no terminen la serie con que Jack se despertaba y todo había sido un sueño. Tremendo piropo para la serie que King no pudiera imaginar el final! Como el tuyo, Zippo.
Te mando un abrazo grande, querido!
Como me siento identificada con Carmela en este capítulo:
«…Bueno, es que soy así. Me gusta sentir que me necesitás, que te importo, me gusta verte esperándome… Me gusta, no sé…»
«… quiero que entiendas esas cosas que me gustan –dijo poniendo las cosas sucias en la pileta-. Porque sé que no te las voy a pedir. Lamentablemente sé que no te las voy a pedir…»
Esas cosas que esperamos de las otras personas, que solo tienen valor cuando salen de ellos mismos,no cuando las pedimos, si tan solo se dieran cuenta a veces!
PD: Me gustan los tintes alegres y primaverales que está tomando la novela :p
Qué cosa linda y compleja esa de la mujer, de que necesiten «escuchar» algunas cosas. Al mismo tiempo es la peor de las trampas en que suelen caer. Solo con decir las palabras mágicas, cuántas mujeres se enterraron y se vuelven a enterrar en sus viejas tumbas! Por eso también Carmela le tapa la boca. Porque escuchar la frase «…mi vida entera» de los labios de Marcos podía marcarla para siempre, y todavía no está preparada para creer y confiar tanto. Todavía tiene reparos. Todavía tiene miedo.
Gracias, Majo, por pasarte y comentar!!
Casi rompo la carcacha que tengo por computadora, porque no quería prender…. y no quería irme a dormir sin leer Fue Foul, asi q empecé a leer un tanto ofuzcada pero la melosidad de este capítulo logró calmarme y como siempre llevarme hasta ahí… Pude verlo a Valencia contar los cerámicos y aprendí a hacer pastafrola por Carmela jajaja. Qué lejos quedó aquel Marcos q se cagaba cuando le proponían viajar a Colombia!!! Confieso que me gusta más el de ahora, q toma las riendas y la descoloca a Carmela. Calculo que a ninguna mujer le gusta un hombre que titubea, o bueno hablo por mí, m gusta que sean decisivos!
Ya está m voy tranquila…. Saludos!!
Meli!!! Qué lindo encontrarte! Me hiciste acordar del viaje, jajaja!! Sí, Marcos es otro tipo. Qué bueno que hayas disfrutado de este capítulo, fue una cosa más bien serena. Incluso cuando Marcos se le arrima para hacer el amor ella lo para con las manos en el aire y le habla de la pastafrola y del té!! Un clásico familiar!
La receta de la pastafrola es posta, y es riquísima, te aviso.
Gracias, Meli! Un beso grande!
Muy buena la escena Marcos, lo tuyo es excelente. Algun día tiene que salir Fue Foul en la pantalla chica…
Gracias, Rata!! Qué bueno verte por acá, maestro! Fue Foul ya sale en pantalla chica. Si vieras mi monitor…
Con talta dulzura se me llenó de hormigas el teclado!!!!!
Todo muy bonito..pero que Marcos de ese paso…está locooo…..
Furioso querido!!! Sí, cuando releí el capítulo me dio nervios tanta decisión en Marcos. Pero más que nada porque está convencido de que la conoce a Carmela perfectamente, y Carmela recién empieza a abrir las ventanas del alma. Creo que ni ella sabe cómo es.
Gracias, Furioso!!
Me fascina el ambiente familiar que están construyendo los dos en esa cocina, tan ellos… Yo creo que la cocina es un ambiente demasiado especial por que no solo cocinamos una pastafrola, lo que se está cocinando realmente en ese lugar es un gesto, un mimo, una sorpresa. Ese es el secreto que Carmela sabe. Viste cuando alguien dice: Que rico! ¿que le pusiste? yo siempre respondo «le puse Amor» jajaja
«Nada como ir juntos a la par» diría Pappo Napolitano.
«No hay lugar en ese cuerpo para tanta dulzura»… adoré ese párrafo así todo enterito. Como siempre Marcos, un gusto leerte.
Sí, en la cocina hay algo de cama. Está todo el resto de intimidad serena que falta cuando hacemos el amor. Es como la cara visible de la luna. Alguien me comentó que, en este capítulo, Marcos y Carmela están haciendo el amor, y pienso que de alguna manera es así.
Carmela, adentro, tiene un tanque de dulce que sale con mucha presión, y que desborda incluso cuando intenta hacerse la fuerte.
Gracias, Rusita!! Gracias por el comentario!
Ahhhh!!! Qué feliz me hacen los momentos melosos en los culebrones!!!!! no importa si ocurren en la cocina o en el altar… quién se resiste a tanta dulzura y romanticismo???
Me encanta que a Marcos se le hayan puesto los patitos en fila y que Carmela lo acompañe… pero esto va a traer cola…mmmmmmmmmm qué pasará el próx martes Valencia???
GENIAL!!!!!!!!!!!
Saludos, Besos y Abrazos!!!!!
Sí, todo se pone muy lindo, y son ciertos en ellos los sentimientos que transmiten. Pero nunca negocio con lo que uno quisiera, y siempre pongo en primer plano lo que la realidad hace con nosotros. Así que no sé qué rumbo tomará esto. Lo que sí es un hecho, es que decidieron andar juntos, y que los dos están contentos con esa decisión. ¿Su derrotero? Ya lo veremos…
Gracias, MaryJo!!!
Venga la que se venga, ellos ya van juntos y de la mano… y eso, me E-N-C-A-N-T-A!!!!! 🙂
Extraño las charlas en fué foul, este Marcos dulce enamorado, y dandole como adolescente me empalaga
Es que estamos en los postres, queridísimo Torombolo…
hay como un hilo conductor en varias y disímiles historias del mendolotudo… arrancan alegremente románticas, pasan a un erotismo tipo 9 semanas y media, se van transformando en fiestas dignas de cópola y maradona y de repente…. SE QUIEREN CASAR!!!!! pasan a un nivel alberto migré que da miedo! qué pasa? creen que el matrimonio anula los pedos pasados? creen acaso que el casamiento redime pecadores? que casarse es una salvación o un bote salva vidas???? no sé, estoy medio confundido. Igual, la historia, querido Marcos, sigue siendo genial y atrapante.
Facsf, pero acá no se casaron!! Lo sintieron como un casamiento. Porque a veces pasa que el sentimiento es tan profundo que se siente así. Igual, no decretes que FF termina con una torta festejando el primer año del primogénito…
y bueno! casarse, sentir como que te casaste… no es lo mismo? la diferencia está en los papeles. No lo decreto, pero lo intuyo!
Marcos, Marcos Marcos… te leo tarde por andar de vacaciones, llego y encuentro un capitulo como definirlo… un Marcos decidido, una Carmela que quiere que le digan las cosas a su manera antes de aceptar… con una pastaflora que hasta acá se percibía el aroma (ni hablar de las ganas de comer pastaflora ahora)… ceremonia hippie y una sorpresa que me sentí mas entusiasmada y ansiosa que Carmela. NO podes hacernos esto. Esa típica reacción masculina el divagar así contando cerámicos.
Que será esa sorpresa? Tendrá Marcos un trabajo? Con la plata del auto se alquilo un dpto.?!!!
Habrá que esperar hasta el próximo…
Besos Divino sos un Genio !
Genia!! Ya leí en mi muro que venías queriendo leer Fue Foul!! Sí, las cosas están definiéndose parece. Y Carmela está mostrandose más auténtica. Lo de la pastafrola no fue con intenciones de torturarte, espero que puedas hacerte una allá. La receta es posta, y es muy rica!
Gracias, Vani!! Un beso grande!
Pero si la rutina con Elisa te desenamoró, que la Tere viviera en el pasado te hizo alejarte definitivamente, ¿quién le asegura a Carmela que todo lo que le decís, lo vas a cumplir?
Dejate de joder, pasalo a buscar a Celso Jaker, se chupan dos buenos Whiskies, se toman unos 50 gramos de cocaína cada uno, se van de putas, y te olvidás de toda esta confusión «hippie-estrucutrada».
En realidad lo pasé a buscar a Celso, nos chupamos dos buenos Whiskies, nos dimos con harina 0000, mandamos «VECINA» al 2020 (no nos daba para todo, Chori), y ya estaba para casarme hasta con Martín Karadagián.
….sin palabras…..encontraron su lugar en el mundo y ahora deben construirlo….grandes los 2 por animarse….me quede con gusto a mas!!…jajaja….y obviamente esperando el proximo capitulo….
sigo insistiendo….ojala me animara de esa manera…quizas me hace falta una carmela….o quizas encontrarme con morfeo y que me saque de la matrix donde estoy viviendo…jeje….pero bueno eso sera en otra vida… 😛
marquitos como siempre no defraudaste!!….excelente capitulo el de esta semana!!….por primera vez en mucho tiempo me gusta que la cosa valla teniendo su parte feliz!…
un abrazo de gol de play! 😛
Arkano, no necesitás una Carmela, no necesitás nada para ir por lo que querés, pero hace falta superar los miedos que te lo impiden y juntar confianza en vos mismo. No es de un día para el otro, pero empezá ahora. Vale la pena, querido, te lo aseguro. Las Carmelas son empujones de algo que ya se está moviendo, no generan el movimiento.
Qué bueno que te gustó, Arkano!! Gracias por comentar!
Marcos, no la pude leer hasta recién ahora y me estaba pesando mucho saber q esta nota ya había salido a la luz y todavía no podía verla, q lindo es leerte.
Y qué lindo es encontrarte acá, Belu! Que lindo que pases siempre. Gracias, Belu!!
No hay expresión, palabras o siquiera un simple gesto que logre explicarte lo que me hizo sentir esta entrega querido amigo ¿Te acordas cuando hablabamos de la calesita que es la vida?…aca esta de nuevo…dando una vuelta más.
Palabras para decirte (ademas de los elogios que ya tenes que recibir por el solo echo de apoyar el papel en el lapiz) no hay muchas…porque de verdad me sorprendiste. Solo queda esperar el despues del «Si quiero»….esperar….como le gusta al mendo hacernos esperar tus entregas!!!!
Un abrazo que derribe fronteras estimado amigo. Que estes bien.
Diem querido!!! Gracias, señor! El «Sí, quiero» estilo casamiento es fuerte. Pero la escena de la cocina es como una cama sin sexo, o como mucho sexo sin sacarse la ropa, o… no sé, lo siento intenso.
Un abrazo grande, querido!! Gracias por venirte hasta acá!
Cuando las cosas se desarrollan de esa forma, dan miedo muchas veces; esta en nosotros seguir a pesar del mismo. Me encanto la entrega, el dia q una chica me haga una pastafrola de esa forma me va a ganar!… Un abrazo Marcos.
Lo que me molesta es llegar tan tarde a leer tus notas, que ya tienen mil comentarios y es difícil leerlos para saber que no se ha dicho, pero bueno… Solo me interesa saber cómo chota se van a ir a vivir juntos sin trabajo. Van a seguir con la vida hippie? Pilas marcos. Igual me parece que estas bien encaminado. Que sabes bien lo que queres. Bueno, hasta la próxima nota, ansío saber cuál es esa sorpresa.
Marcos querido! Un amigo me dijo una vez que cuando no hay algo para agregar que sume a lo que ya se dijo, es mejor callar. Me pasa algo así, coincido bastante con lo que se ha sentido con el capítulo.
Un solo detalle, para mi fundamental, y es el poder que tiene ese sitial de la casa llamado cocina. Cada vez que dudé en si había perdido el corazón o no, una comida casera -mas allá del resultado- terminó de inclinar la balanza.
Verlas creando el alimento con tanta de dedicación (y no desde el lado machista) debe ser uno de nuestros mayores deleites. Verlas ensuciarse un poco, ayuda al ratoneo, verlas preocuparse por la temperatura, el sabor, el punto caramelo, etc, ayuda a la admiración de su ciencia…, verla esperar nuestro veredicto sobre el arte con el que nos alimenta, ayuda a consolidar el amor, sin admitir prueba en contrario!
Abrazos, listo para mañana, con la lectura fresca. Linda semana Marquitos.