De la ruta salía un camino de tierra, y doblé. El Renault 18 me hizo sentir la dura tosca por la que ahora viajábamos. Hacía un rato que el silencio gobernaba.
-Así que tu mecánico rechazó dos ofertas por el Renault…
La miré a Carmela y sonreí orgulloso.
-Vale más que el precio de un simple Renault viejo. Está muy bien el auto.
-Sí, se lo nota en la ruta. No sé con qué lo vamos a mantener.
Miré para adelante y sonreí. La entrada al pueblo era la típica. Una rotonda cubierta de pajonales altos, una calle de pavimento castigado que se disparaba hasta unos kilómetros donde florecía un semáforo, y después, casitas. Más al fondo se elevaba la torre con cruz de una iglesia. Hicimos el recorrido, cruzamos el semáforo, pasamos casas bajas, después aparecieron mejores construcciones, negocios, doblé en la tercer calle, hice dos cuadras, doblé, seguí hasta el boulevard, doblé…
-Me vas a dejar usar el auto, me imagino…
-¿Hablás de nuestro auto?
Y Carmela giró la cabeza hacia la ventana, pero se notaba que sonreía rabiosamente, como no puede evitar hacerlo cuando está contenta. Agarré la calle de los naranjos y doblé en la siguiente. Apagué el auto frente a una casa de frente blanco, con un pequeño patio delantero custodiado por un limonero. Dos árboles importantes daban buena sombra en la vereda. Carmela miró a los costados.
-¿Y ahora? ¿Por qué parás? ¿Te podés dejar de hacer el pelotudo y decirme cuál es la sorpresa?
-El Morsa, un amigo, labura en una empresa textil. Hablé con él antes de volver a buscarte, Carmela. La empresa está abriendo un punto de venta en este pueblo porque acá se instalaron tres industrias importantes hace poco y la ciudad va a crecer bastante en poco tiempo, y pueden aprovechar la caída en el costo del trasporte, la venta mayorista, en fin, muchas cosas, y necesitaban alguien para manejar y supervisar la zona…
-¿Y te eligieron a vos?
-No, al Morsa. Así que arreglamos para que yo supervise algunas cosas y le informe, y con eso él se evita venirse a vivir acá, que para él era lo peor. Y me ofreció la casa que le daba la empresa, y este laburo. Por eso no hizo falta vender el 18.
Hubo un silencio, una mirada vacía y brillosa de Carmela, apareció de pronto el olor a tierra del auto, el calor un tanto sofocante, unos gritos lejanos de chicos jugando, pisadas en la vereda de una señora que pasaba y pasaba lentamente al costado del auto… Abrí la ventana.
-Esa era la sorpresa, Carmela.
Me empecé a sentir mal. Me sentía muy poca cosa. Era evidente que la situación era mejor que la del galpón, pero ella se esperaría la construcción de la vida en las manos de un hombre. Imaginaría que lo hubiese resuelto todo, que ya podríamos tener chicos… No, sentí que todavía me faltaba para ser un hombre. No podía darle todo. El silencio continuaba y el aire me empezó a faltar. Moví la pierna y choqué la rodilla con el llavero del auto, y las llaves puestas sonaron como un llamador de ángeles, y el silencio continuaba, y se me hizo un nudo en la garganta, abrí la puerta del auto y salí, y el silencio continuaba… Al fin cerré la puerta que pareció resonar por todo el pueblo hueco de personas.
Intenté volver a sentir la emoción de la oferta del Morsa, la plata, la casa, el tiempo libre, la vida con Carmela… y lo conseguí. A mí me gustaba la idea. Era la primera vez que sentía que no había entendido a Carmela. Habría jurado que estaría feliz, pero no, me equivoqué. El tiempo pasaba y Carmela seguía adentro del auto, sin hablar, sin salir, caminé unos pasos alejándome y viendo las casas vecinas. No quería mirar hacia atrás. No quería enfrentar que había dado un paso errado. No iba a volver al galpón compartiendo mis bolas con otra parejita de gitanos. Si no era esta alternativa, no veía otra solución que apartarme de Carmela. Y eso me desinflaba, me iba debilitando las piernas, los brazos. Otra vez supe cuánto la quería a la colorada. La colorada… nunca la había llamado así. Las piernas ahora me temblaban notablemente. No daba más. Volví al auto.
Cuando me estaba sentando escuché el llanto. Se tapaba la cara con las manos, pero era un llanto copioso, líquido, imparable, lleno de gorgoritos y fuertes aspiraciones nasales. Aunque se notó mi llegada, no se movió. Seguía llorando. Busqué algo para decirle y calmarla, pero lo único que tenía para decirle era que esa era mi opción, la opción de empezar de cero, todo de nuevo, e ir buscando lentamente la superficie de las comodidades y los aparatitos electrónicos, de los géneros de colores elegidos, de los cubiertos homogéneos, de las vacaciones en el mar… Todo eso era el motivo de ese llanto, estiré mi brazo y se lo pasé por el cuello, trayéndola hacia mí. Ella se dejó caer, como un árbol seco, pero pasó de largo mi pecho y se derrumbó sobre mis muslos. El llorar se volvió gemidos más leves, y mientras le hacía rulitos con mis dedos en el pelo, clavé mis ojos en un eucaliptus lejano, y permití que el último vestigio de esperanza y alegría muriese. Al fin, en algún momento Carmela dejó de llorar y descansaba silenciosa, con una respiración apretada, sobre mi pantalón empapado.
No sé cuánto tiempo pasó que se levantó. Su cara estaba desfigurada, su pelo pegado en algunas partes, parado en otras, sus ojos ensombrecidos e hinchados, se separó de mi con sus manos y se sentó en su lugar mirándome. “Perdoname”, susurró, y sus párpados pesaban como el sueño de una semana sin dormir.
-Perdoname vos, Carmela. Yo no… -pero no supe qué más decir.
Volvió el silencio. Ella clavó su mirada en el parabrisas, en algún punto lejano e indiferente.
-¿Querés que volvamos, Carmela?
Y me miró. Casi con enojo, pero no era enojo. Era furia, o algo parecido. No, tampoco era furia…
-¿Qué querés de mí? ¿A qué jugás con todo esto? ¿A la familia feliz?
-¿Familia feliz? ¿De qué estás hablando?
-¿Qué querés con esto? ¿Demolerme? ¿Por qué? ¿Qué te hice?
Sus puños estaban cerrados.
-Carmela, ¿de qué estás hablando? Yo lo único que q…
Y lo entendí. Entendí todo. Fue como siempre, un fogonazo y estaba todo claro. Mi boca quedó abierta, muda, en la mitad de la oración, pero ella continuó, porque no era furia ni enojo.
-Pero, ¿vos te crees que soy tan pelotuda? ¿Qué me decís de una casa, de un laburo, y yo te creo todo y me vengo con vos? ¡Forro!
Ya no necesitaba discutir. Todas sus frases hablaban de lo mismo. Ni furia…
-Carmela…
ni enojo…
-¡Sos un hijo de puta…!
…era muchísimo …
-…calmate, mi amor…
…miedo. Terror. Y entre sus gritos la tomé con mis brazos y la abracé fuerte, soportando sus golpes en el pecho, sus gritos en mi cara, y se fue apagando, y dejó de resistirse, y entraron las primeras brisas disipando el calor húmedo de nuestras caras, y por fin dejó de estar tensa, y me abrazó.
-No me hagas esto, Marcos… -sollozaba con su voz opacada en mi pecho.
-Carmela, podemos. Podemos estar juntos en un lugar. Nada ni nadie nos tiene por qué separar, Carmela…
-Marcos, no quiero, volvamos…
-Creeme, Carmela…, vamos a estar juntos…
-No, algo va a pasar, algo va a pasar y te vas a ir, y me vas a dejar, y…
-Shhh, linda, relájate, nada va a pasar…
Y la tarde pasó por varios colores hasta que el sol se empezó a acercar visiblemente en el horizonte. Sus rayos fucsias pintaron el techo y Carmela, sentada sobre el capot del auto, sonrió.
-Creo que prefiero la casa pintada de blanco, Marcos. No sé, la podés decorar con colores, pero no tenemos que pintar nada si nos aburrimos…
-Bueno, mañana lo definimos. Ahora vamos a tener que ir volviendo. No me gusta manejar de noche, Carmela.
-Volver… -dijo Carmela mirando el techo-. No puedo creer que vamos a tener nuestra propia casa. Marcos, no lo puedo creer…
-Dale, subí, Carmela.
El Renault arrancó enseguida y suavemente el auto avanzó por los adoquines salpicados de la agónica luz de la tarde. Algunas fachadas ya no tenían brillo y se mostraban nocturnas y serenas. El boulevard encendió sus bochas de vidrio que se veían absurdas encendidas sin haberse muerto aún el día. Carmela sonreía. Sonreía y miraba hacia adelante.
-Mamá –dijo de pronto, hablándole al parabrisas, a lo alto de una nube-, perdoname. Tenías razón. Se puede ser feliz.
Y me miró con los ojos repletos de brillo, y volvió a mirar la muerte rabiosa del sol que se calcaba en sus pupilas.
(Continuará…)
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Fue Foul: “Mi vida entera”
jODEME QUE SOY LA PRIMERA!!! La emoción de no terminar un martes (por cierto de este lado del continente) sin leer FF… que capitulo Marcos …
Maldita loca reventada de Carmela que le saca mansos cagasos a Marcos pero al final es una loca linda…
De todas maneras me quede como la Carmela ¿algo va a pasar?
Me voy a dormir pensando en que solo nos queda “confiar”.
Besos Maestro valió la pena esperar la sorpresa ¡
Sos la primera Vani!! Jajaja Carmela tiene cicatrices importantes, Vani, como tanta gente que cuando le acercan la muleta, renguea. Pero también yo creo que cada uno busca con quién estar. Y Marcos por algo quiere estar con Carmela… Para conocer a alguien a veces es mejor mirar con quién se rodea.
Gracias, como siempre, Vani! Gracias por la espera, más sabiendo que tenés otros horarios!!
Bueno, debo decir que me parece genial el curso que empieza a tomar esta historia, un nuevo comienzo que traerá nuevas experiencias desconocidas…
Me mato la frase que dice Carmela al final… La verdad que sos todo un artista marcos, gracias. Simplemente gracias por cada episodio de esta atrapante historia.
Un abrazo y como siempre, Esperando por mas! jojo
Pd: ¿que día suelen salir episodios de «fue foul»?. Los martes y ¿que otro día? siempre se me escapa alguno.
Mirá, yo no sé si andaré sensible, pero es la primera vez en Fue Foul que me emocioné las cuarto veces que leí la frase del final. La escribí y la releí tres veces y cada vez se me hizo un nudo en la garganta. Pero me parece que es algo mío, o que sé de dónde viene en Carmela esa sentencia, y que no es tan fuerte como a mí me pegó. Mi madre vive, así que tampoco creo que venga por ahí la cosa.
Fue Foul sale nada más que los Martes, Ghandy. Se te escapa algún que otro martes porque andarás viviendo a 1200 por hora! jajaja
Abrazo y gracias por tus palabras, querido!
Ok, estaré mas atento jeje…ah, y para que te quedes tranquilo. Esa frase también me emociona, y la volví a leer unas seis veces, sin contar las dos que acabo de leer. Sinceramente esta genial y expresa toda la emoción que lleva consigo!
De nuevo gracias…Esperando al prox. martes!
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY!!!!!!!!!!!!! Mierda que valio la pena tanta rompedura de bolas a tu jefe,, Marquitosss,, cóóóóómo me gusto este capitulo!!!!!!!! Claro, yo leia y no entendia nada, y decia, pero la púúúúta madre, Carmela, qué más quereeeeess!!! empezar de cero, la casa, un laburo como la gente, un flaco que apuesta a vos, que te elije,, y no entendia, y la q sentia rabia y furia era yo,, pero despues entendi, qq pobrecita, volvemos a lo de antes,, no le entra en la cabeza q una persona dé tanto por ella y tiene miedo,, era eso, era miedo,, relajate colo,, dejate querer!!! que este es medio navo, pero es sincero. Que lindo Marquitos,, yo, con lo susanita que soy estoy maravillada,, me voy a dormir re contenta. Tenes un talento y un encanto admirable,, te lo voy a decir siempre, qué lindo cómo nos haces sentir como si estuvieramos ahí, describiendo con ese modo tan fiel cada paisaje, cada mirada, los gestos, esas pausas, ese todo que hace tan maraviollSa esta novela. Me encanto!!! Hasta la semana que viene, Marquitos querido.
Qué fuerte cómo marcan los traumas a la persona, cómo la condicionan. Sí, la idea era esa, ver a una persona que empieza a ser imbancable, que se larga a llorar, que no habla, pero atrás de todas las reacciones incomprensibles, están los estigmas de la vida. Y en algún punto creo que el miedo que tiene Carmela, aunque en ella está altamente potenciado, la mayoría de las personas lo tiene, porque alguna vez en su infancia se sintió abandonado, o sin apoyo, o sin la confianza de sus padres.
Como siempre, de pseudopsicólogo a pseudopsicóloga, qué bueno que andes por acá. Qué bueno que hicimos ruido y Conep dejó a la muchachita hot y publicó el capítulo!! jajaja, un beso grande, Flor! Y gracias por tus palabras!
Excelente como siempre. Tengo que releer esto. La hora no me permite soñar despierto como cada Martes. Hasta más tarde.
Te salió bastante maraca el comentario 😛
Jajajaja, así como no logro leer bien de noche, tampoco escribir. Es mi lado más femenino el que florece de noche., Jajaja
Qué grande, Iván!! Ojalá lo hayas podido leer mejor y lo hayas podido disfrutar como siempre, maestro!! Un abrazo!
Me imagine ese clima caluroso dentro del auto,los sonidos sordos en el campo. Muy bueno como lo describis Marquitos, sin dudas un observador. como siempre me imagino la fotografía de como sería fue foul si estuviera en la tele y creo que seria un golaso.
Yo creo que serías mas golazo como novela en un libro que en la tele. En las novelas de tv dramatizan demasiado y se pìerde lo de poder imaginar cada situación y dialogo como sintamos que debe suceder.
Yo miro muy poca tele, tal vez por eso también fantaseo con las páginas escritas.
La escena del auto… Estoy seguro de haberla vivido más de una vez, aunque no recuerdo cómo ni con quién. Pero mientras lo escribía podía sentir la angustia acopiándose en cada hueco, vaciando lentamente todo del oxígeno fresco.
Gracias por venir, genio!
yo tbm lo he vivido y es tal cual lo contas!! Sos un genio describiendo situaciones tan cargadas de sentimientos como esta!!
Gracias, Distinto!!
Excelente Marcos, describiste la escena de una forma en la que me pareciera que estuve sentado en el asiento de atrás.
Gracias, Ematón! En el asiento de atrás seguramente hacía más calor que adelante!! Gracias, Ematón! Gracias por el comentario!
Cuando una madre muere algo se rompe dentro, se pierde la fe, las ganas, la razón… Uno deja de concebir la vida como tal y pasa a sobrevivir, ni por asomo uno imagina que puede volver a VIVIR, ni mucho menos VIVIR FELIZ.
Hay que tener extrema determinación y mucha confianza en sus palabras para sacar la cabeza del pozo, después de todo, las madres siempre están en lo cierto.
Carmela no es ninguna pobrecita.
Besos Marcos, gracias por esta entrega!
No sé si todos viven igual la muerte de una madre, yo no tengo la experiencia para contarlo. Pero sí, algunos la viven de manera demoledora. Carmela larga una frase que es la punta de un Iceberg de su vida afectiva, pero la frase no habla tanto de la madre, sino de ella. Si la madre le dijo eso, es porque ella estaba diciendo lo contrario. Y si la frase la dice cuando se siente contenida, la frase ante la madre habrá sido en uno de sus tantos sentimientos de abandono, y derrotada. Si lo mira a Marcos sonriente, es porque le está regalando la complicidad del momento vivido con la madre, poniéndolo en un lugar muy interno de su vida. Y si luego mira al lado opuesto un horizonte lindo, es un gesto de confianza, de comodidad.
Y comparto, Carmela no es ninguna pobrecita. Nadie lo es. Gracias, Pepa, por estar siempre por acá, querida!
Te dirè estimado Marcos que casi MANDO A LA MIERDA A LA CARMELA… pero bueno, al fin y al cabo, es mujer…
Grandìsima nota Valencia!
Es que Carmela no es tu tipo de mina, Facsf. Nunca la vas a querer.
Te mando un abrazo grande, querido Facsf!
jejejjee abrazo hermano!
Muy lindo este capítulo marcos. Mejor tu forma de relatarlo. Como dice Ghandy, todo un artista. Hasta el próximo.
PD: Me cuesta entender hacia donde se va encaminando la historia, hasta qué parte de la vida de marcos va a llegar la narración. Intuyo que no quedan muchos capítulos. Me equivoco? anticipame algo, en ese sentido estoy medio perdido porque es como que ha cambiado mucho desde que comenzó, por lo menos decime si lo tenes definido en tu mente o si va cambiando con cada capitulo!
Saludos!
No te puedo anticipar nada, aunque esta vez puedo decirte que sí, que sí se lo que viene. Y que la historia no se estira, nunca se estiró. Nació para durar cuatro o seis capítulos, estuvo por terminar dos capítulos después del capítulo del Parque, pero nunca se «estiró», sino que la continué hasta su final ya decidido que no continuará. También te puedo decir que no va a tener 50 capítulos (vamos por el 34) y que no voy a avisar cuando llegue el último capítulo. Va a salir como un capítulo más. Tampoco creo que alguien pueda anticiparse el final. Y estoy convencido de que el final no le va a gustar a nadie. Pero es así, como la vida misma.
Abrazo, Franco! Y gracias, querido!
Cómo que no le va a gustar a nadie, no seas pija chabón. Zarpate manso final. jajaja. Naaa, mejor así, que se aleje del clásico obvio. Espero con ansias los siguiente capítulos.
Sí, Franco. No va a gustar, no porque sea malo, sino porque no va a ser el querido creo. El final es, para mí, un símbolo. Es más, creo que digo estas cosas para cubrirme un poco…
No se porque creo que puedo imaginarme algo, no creo que atine, pero siempre he pensado, que esta historia no nació para tener un final predecible, y nunca lo he esperado así… Solo basta leer, hasta que en un capitulo, ya no exista eso que todos siempre esperamos ver al final, ese «Continuara…»
«-Shhh, linda, relájate, nada va a pasar…» Yo me quedo con esa frase de contención de Marcos hacia Carmela mientras me imagino la escena forcejeando en abrazos.. (la confianza, que cosa linda cuando se va demostrando con hechos)
Me gusta .. me re gusta.. No quiero agregar mucho mas…
Un abrazo Marcos, pero de los gigantes!! Siempre es tan lindo leerte..
La confianza, incluso cuando uno la puede ver en otros, es como un sedante. Es como la esperanza de que, en algún momento, podemos descansar en alguien. Y el forcejeo es más confianza, es puro conocimiento del otro.
Gracias, Rusita!! Qué bueno que te gustó! Un beso grande!
Excelente, que ambientación le diste con tan impecable descripción, entre llantos, miedos y desconciertos de los personajes haces que tomemos partido, por uno, por otro… tenés una mirada tan amplia que sabés sacar todo de los personajes, mientras marcos muestra el mundo ideal de él, Carmela saca a relucir sus miedos a algo que nunca vivió, tal vez sea por su edad o porque no lo vivió en su seno familiar o porque nunca se le paso por su cabeza que podía llegar vivir una situación así, de que alguien le brinde todo para formar una familia y de ahí todo lo que viene aparejado a semejante desición, bueno a partir de acá, cruzamos el umbral de una nueva historia… Será el comienzo del final?… Si es así no me quiero enterar!!!! jajaja…
Gracias por tanta magia compartida a través de esta excelente historia!!!
Muchas veces pasa eso, que uno vive un tipo de emoción diametralmente diferente al del otro. Y en general es inexplicable, no se entiende con facilidad. Muchas veces hay quiebres en una pareja porque no se detuvo a pensar en la reacción del otro. Pero no siempre es así, y eso también está bueno. Sobre el final, Marchu, te dejo la respuesta al comentario de Francolotudo.
Gracias, querida!! Gracias por pasarte, Marchu!!
UUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUHHHH!!! Olvidate!!!!! Qué buen capítulo mi querido amigo!!! Sabes que anoche me preguntó Flor si te había leído, y que estaba buenísimo este cap… y me dio mucha intriga, y lo abrí para aunque sea leer su comentario, pero siempre critica tan bien que pensé: nooo! esta hija e’ pu me va a contar de qué se trata y voy a matarla! Así que me aguanté la ansiedad y aquí estoy!
Pienso como todos, me quedé como: qué mierda le pasa a la loca esta??? el chabón haga lo que haga, nada le viene bien? Hasta que la psicoanalista de Fue Foul me sacó la duda. Que se deje de joder!
Sabes que tuve como un flash de que se instalaban ahí, tenían algunos niños, Marcos conseguía otro trabajo, y la engañaba con otra mina. Y, creeme que sonreí cuando lo pensé jajajaja SOY MALAAA!!!
Besotes querido amigo!!! (estaría bárbaro que estuvieses el viernes, más después de cómo viene la cosa!)
Bueno, pero no está tan loca, solo tiene «un raye», como mucha gente, o no tanta, qué se yo… Me alegro que Flor te lo haya explicado! Ella es la psicóloga de Carmela.
El flash que tuviste es de perra, Betty, pero una gran idea. El Chori te amaría con ese desenlace de la historia. Pero FF ya está definido, cosido y enfundado.
Gracias, bonita!!
Uff!! Lo estoy procesando, pero arranco. Cualquier cosa, vuelvo…
Buenas, Marquitos. Que bueno que puedas ir comprobando tus sentimientos para con la Carmela! Porque cuando uno decide embaucarse en la empresa que es una relación, es indefectible ir marcando pequeñas cruces imaginarias, sobre cada comprobación de lo que sospechamos a priori. Y creo que eso sucedió hoy, sobre todo cuando, con sus hechos, vas alimentando las sospechas de lo que le pasa, la vas conociendo a conciencia, y en ese momento, ni antes ni después, uno define si aprecia, quiere, y/o ama…
Lo que mas me gustó de la Carmela, con todo respeto Marquitos, es que la tipa no es orgullosa. Que fundamental esto para las relaciones, uno puede chillar, patalear, pero al momento de saberse errado, la muchachita te dice: ¨Tenías razón. Se puede ser feliz.¨
Hermano, increible como debés haberte sentido en ese preciso momento.
¨Marcos¨: Lo que hiciste con el recurso literario, mientras te habla sin escucharte, le contestas intentando darle un coto a la discusión, y continuas narrando de a puchitos la historia, es magia.
Abrazo, me alegro de verte encaminado amigo ¨Marquitos¨.
No puedo parar de reírme, Don Rubén! Usted tiene que hacer algo con su subconsciente!! No sé en qué momento uno decide “embaucarse” en una relación, pero ese momento es clave en el fracaso de esa pareja seguro!!! jajaja! Sí, Carmela no es orgullosa. Es valiente, que es algo muy diferente. Enfrenta sus miedos aunque tenga que llorar y pedir ayuda, pero los enfrenta. A pesar de tener terror, se deja convencer. Y si se equivocó lo reconoce. Me alegra mucho que menciones lo del recurso literario. Gracias, maestro!
Un abrazo grande, Don Ruben!!
No me está gustando nada el rumbo que está tomando la historia. Pensé que en este capítulo se terminaba todo con la hippona transtornada esta, pero parece que va en serio.
Ahora bien, lo que decis sobre el final que no le va a gustar a nadie. Si no hay casamientos, para mí zafa.
Abrazo.
A vos sí te va a gustar el final, Chori. A vos sí. Sos un grande, querido!!
Es al pedo, por mas que uno se haga el liberal, rarito, etc… A todos nos gusta y nos hace felices la idea de la casa, casita, departamento, sucucho o garito propios. Y si además le podés sumar un autito, ni que hablar! JAJAJAJAJAJA hippies aburguesados… Mañana seguro que pasan por el Garbarino del pueblo y encaran Heladera en 24 cuotas.
Comparto. Yo creo que los únicos que no anhelan una vida organizada son los que sufrieron traumas en ese esquema, que son los menos. Después, la resistencia a esa vida, como los mismos personajes de la novela, son los que fracasan o no se sienten capaces de lograrlo, más allá de que sus elecciones de vida sean válidas, legales y lícitas. Marcos piensa en los “aparatitos electrónicos” como parte de los sueños clásicos de una persona cómoda! Quién no quiere un I-Pad, una laptop…?
Abrazo grande, maestro!
Todavía no encuentro o me adelanto a los pensamientos de Carmela. No logro enmarcarla en algún lugar… Pero ya me va a salir!!!
El 18, como «co-participe» me gusto!
Sldos!
El 18… ya vas a verlo protagonista, Diger…
cunado caemos en la realidad de «contigo pan y cebolla» no va, y llega el compromiso de una vida juntos, de elegirnos dia a dia, es dificil…
todos tenemos miedo de ser abandonados o que dejen de querenos incluido a quien hemos dejado de querer,… es un capitulo dificl, Carmela tiene una herida profunda, y con Marcos intenta curarla. En esta te banco Carmela.
El miedo al abandono es muy común, y es un problema de la elaboración de las decisiones del otro. Es cuando uno cuenta con el otro para decisiones personales, que es algo sano. El abandonador es el que tiene el problema de no hacerse cargo de sus elecciones. Y eso se puede anticipar en sus actitudes chiquitas del día a día. Pero el que fue abandonado de chico no tiene la capacidad de registrar la gestualidad del que lo abandonó, y de grande asocia su sentimiento de seguridad a la tragedia de que no va a durar mucho tiempo. Por eso Carmela no controla su miedo. Porque es muy profundo, y porque esta vez quiere creer que sí, que va a durar, pero le cuesta un trauma.
Qué bueno verte por acá, Testeña! Un beso grande!!
Bueno, al fin he vuelto para re leer esta parte.. Impecable como siempre Marcos. Cómo es posible que este texto nos transporte, en lugar y tiempo, a ese momento tal como vos lo viviste. Muy pocos escritores logran eso.. Me imagino el Fue Foul, en la pantalla chica, como una tira diaria.. Jaja..
Increíble esta mujer.. Tengo la sensación de que sufrió mucho en el pasado, y por eso hoy tiene tanto miedo..
Hasta la semana que viene.-
Don Rata también habla de Fue Foul en la pantalla chica. Yo en cambio lo imagino en papel, y esperemos que lo podamos hacer. Gracias, Iván! Gracias por tus palabras, querido!
mmmm…la puta…que ciclotímica esta mina…….coincido con Chori Peña……si está pensando en casarse..nooooooooooo!!…todavía está a tiempo……(te lo dice un weon que lo hizo dos veces ja!)
Qué poca paciencia que le tienen a Carmela. Pero es lógico. Carmela no es un prototipo genérico, sino que es una mujer con particularidades, como la mayoría, y estas particularidades no son para cualquiera. Hay que bancarse un miedo tan fuerte en una mina. Marcos, me parece, apuesta a que bancarse ese miedo traerá un premio mayor al sacrificio asumido. No sé si acierta o se equivoca…
Tenés dos reincidencias, Furioso?? Yo tengo uno encima, y para reincidir… no sé qué tiene que pasar.
Abrazo grande, querido!!
que tiene que pasar???….mmm..ahora que lo pienso…no pasó nada…solo de boludo pasó me equivoqué de vuelta!..jajajjaj
¿Te puedo putear con cariño? Sos un hijo de puta hermano!!!!!
Que capítulo clavaste, QUE CAPITULO. Me hiciste pensar de una forma que ni te cuento. Y el final…si no se te llenan los ojos de lagrimas, no sos de este planeta.
Es increíble como estas marcando en estos espacios mil sensaciones que nos llenan de todo. La verdad que es trascendental…creeme que no es de chupamedias ni nada de esas boludeces. Es lo que realmente pienso.
Fue Foul tiene todo lo necesario para ser una Novela perfecta en todos los sentidos.
Como compañero de letras entiendo como se va perfilando todo esto. También me abraza un poco de temor. Primero por pensar que tal vez estamos llegando a un final y segundo por pensar esas vueltas de roscas que la mente nos da y que transmitimos con el lapiz. Es que todo viene tan color de rosa estimado…que es imposible no entender.
Gracias por escribir amigo mio. Gracias en serio.
Te dejo un abrazo grande grande grande!!!
A mí en este final, por primera vez desde que escribo Fue Foul, me emocioné. Pero no creo que sea porque es emocionante, sino porque ahí hay algo que para algunos pincha en alguna parte. A algunos no les pasó nada en el final, y a otros, como a mí, se nos atragantó la voz. Un misterio, Diem…
Si se viene el final… Y sí, se viene. ¿En cuánto tiempo? Ya lo avancé en el comentario a Francolotudo.
Qué bueno verte por acá, queridísimo, Diem!! Un tipo de tu sensibilidad siempre regocija y emociona con sus puteadas!!! Abrazo grande, querido!
Aaaaaayyyyyyyyyyyy pero qué Amor estas hecho!!!! Me encanta que mi culebrón favorito se vuelva más meloso con el tiempo!!!!!
Hay heridas que nunca cierran y cuando lo hacen, dejan una huella difícil de borrar… Cuando se pierde todo, vivir el sueño de volver a tenerlo de la forma tan simple y hermosa que lo planteás, hace que el miedo de Carmela sea entendible, pero sobre todo… hace que todos temamos con ella….
Genial Valencia, un placer leerte…
Saludos, Besos y Abrazos!!!!
El miedo de Carmela, sabiendo que viene con la cadena floja, es comprensible. Marcos no había llamado nunca a sus amigos para pedirles una mano hasta que enfocó el norte. Y la mano llegó aparentemente fácil. A Carmela le volaron los tapones de que el desconocido que le clavó un beso en General Tomé y que lo cagaron a trompadas los mozos afuera del restaurante, sea el tipo con el que se está yendo a vivir una vida estable por primera vez en su vida.
Es bueno y natural que todos teman, jajaja. Es raro que esté todo taaaan meloso…
Un beso grande, MaryJo!
…el alumno supero al maestro definitivamente….no hay palabras para poder explicar la envidia que me genera este capitulo!!…jajaja,….sana obviamente…
….como siempre no esperaba menos!!!….para analizar un monton!!!….para replantear….mucho mas!!…un abrazo marcos…..y lei retarde este capitulo!!…jajajaja
Viste? La que anda como pollo mojado es ella!! Pero a las mujeres les queda bien mostrar los sentimientos, sean los que sean, siempre.
Gracias, Arkano! Te mando un abrazo con el deseo de que las cosas anden mejor, y de que estés viviendo lo que querés vivir, que de eso se tratan estas ocho décadas que en promedio deambulamos por la tierra.
Marcos!!! demore en poder tomarme mi momento de tranquilidad para sentarme con el mate y el pucho a leerte. La verdad este capitulo no se x q me ha llegado muy profundo, es mas estoy en un estado parecido al de Carmela llorando, y haciendo ese ruidito cuando de tanto llorar te quedas sin aire. No puedo explicar si es x q al fin logre entender a Carmela y hasta me senti identificada con sus miedos y con esa frase al final o es simplemente x q ando muy sensible, la verdad no lo se, y no quiere profundizar mucho en saber el x q, me quedo con todo esto q despertaste en mi. Como siempre un placer leerte!!! Besos
Qué lindo es cuando algo te mueve todo. Y qué honor es para mí que me cuentes de que eso te pasó con este capítulo, Tefita. Guardate lo lindo que se haya despertado, y disfrutá de todo eso, Tefita! Y gracias por contármelo!
Cómo nos cuesta confiar , y darnos una nueva oportunidad. Existen personas que se pasan toda una vida persiguiendo no saben qué, y resulta que es solamente eso : amar y confiar. Dan la vuelta al mundo al derecho y al revés, buscando afuera de ellos algo tan simple, cuando como dice Charly: «porqué, tenemos que ir tan lejos para estar acá».El terror a la felicidad suele paralizar a las personas, y eso les impide soñar. Excelente este capítulo, Marcos. Si va a terminar feliz, debería ser de esta forma.
“Porqué, tenemos que ir tan lejos para estar acá”, ¿Charly dice eso? Excelente. Amar y confiar es muy difícil, y creo que Amar es más difícil para el hombre y Confiar para la mujer. Amar es una entrega de nuestras elecciones, y el hombre sesga una libertad inmensa, y Confiar es dejar de lado el control, dejando una herramienta de poder enorme que siempre dominó la mujer. Pero hay una figura en el trasfondo de esto, que es aceptar al otro como es, que parte de las mismas cosas, y es a donde está enfocada la situación. Marcos tiene que elegir a una mina que no va a cambiar, y él no tiene que intentar hacerlo porque puede limar la confianza que Carmela está entregando. Y Carmela tiene que dejar que las cosas fluyan, incluso permitiendo que vuelva a atravesarla la espada del abandono. La combinación no es sencilla, sin embargo en esa entrega, la adrenalina que corre es mayor a la de cualquier morbo imaginado.
Como siempre, Zippo, qué maestro!! Gracias, querido! Y el final… pucha, me da nervios, pero ya hay un final para Fue Fúl.
Me enamoré de Marcos, Marcos el de la novela,… bueno y del Marcos que escribe también.