Hace tiempo ya hemos perdido el mando, hemos perdido la eficiencia y el dominio en la materia. Hemos perdido hegemonía y nos hemos llenado de agujeros. Es que para la completud, está la muerte…
Hace tiempo ya hemos dejado la piel como único tranvía y se nos han entrometido el intelecto, el espíritu, la psiquis, la curiosidad y la paciencia.
Y muy a nuestro pesar y en contra de todo lo planeado, el corazón se ha instalado a leer en el sillón, tomando un Malbec del 2016 con pasas de uva, castañas y pistachos. Me lo insinúan tus besos vigorosos, tus ojos preguntones, tus manos inquietas, tus caricias tiernas. Me lo calla tu boca, la más lista y la única obediente al mandato mental que no hubiéramos querido desobedecer nunca. En cada esquina está ese riesgo, lo sabemos.
Somos presos de algo que no buscamos, de algo que repelemos, de algo que tememos y rechazamos. Somos presos de una invasión de flores de paraíso en pleno invierno, de noches en vela contándonos la vida, de estómagos revueltos, de ensueños con dos protagonistas, de tu cabeza arriba o de mi pelo sobre tu vientre… Somos presos del terror a quererse intensamente, presos del terror a necesitarse mutuamente, presos del terror a no tenerse… presos del pasmo de amarse bruta y locamente, dejando las camperas en cualquier lado, no arrancando cuando cambia el semáforo y olvidando que los críos ya salieron de inglés.
Hemos sido vencidos, derrotados, destronados, humillados… por el siempre victorioso… por el creador del alfa y el omega.
Ahora lo sé: Nunca debí mostrarte mis poemas, ni leer tus cuentos de Irigoyen, ni cocinarte la lasaña de espinacas, ni dimmerizar las luces para bailar lentos. Nunca debiste colgar los cuadros en mis muros, ni cambiar la batería de mi coche, ni destilar un lemoncello exclusivo para mí. Craso error my darling, ahora sí que estamos loosing control.
Sigamos jugando, sigamos escondidos, sigamos negando, sigamos fingiendo que la piel es el único tranvía… ¿hasta cuándo? Hasta que por fin y sin buscar culpable alguno, nos atrevamos a aceptarlo…
Por Consciente Colectiva para la sección: