/Un marco para la vida | Capítulo I

Un marco para la vida | Capítulo I

Marcos de Petri, el Dr. Marcos Ángel de Petri Aristizabal, como a él tanto le gusta ser nombrado; es un exitoso abogado, el segundo en su generación, pionero en el desarrollo y puesta en marcha del estudio multinacional De Petri Aristizabal – Machada- Rodríguez & Asociados.

Elegante en el vestir, educado en las formas, de andar posesivo (demasiado en algunas ocasiones), brillante en el plano laboral, despiadado para los negocios, justo, pero severo con su personal.

Se sintió lleno de vitalidad ese día, lo primero que se le cruzó por la cabeza al despertar, fue la reunión con Ramírez; frente a las vacaciones de sus asociados, Marcos sentía toda la responsabilidad de cerrar la negociación, ahora sin la cautela de sus socios (esa misma que más de una vez llegaba a desesperarlo), siendo titular de una importante multinacional sabía hacerlo bien.

Desde su cama abrió las cortinas y dejó entrar el sol de las 06:00 AM por el gran ventanal que rodeaba totalmente el lateral de su departamento, ubicado en el último piso de “Las Torres Azules”, encendió el televisor, dejándolo en silencio, buscó las noticias de último momento, y se dispuso a escuchar su selección de música matinal. Marcos era asiduo a sus rituales, más aún cuando tenía eventos importantes, como lo era la reunión con Ramírez. El recuerdo de ese encuentro tan próximo, lo hizo levantarse raudamente, encender la cafetera, la tostadora, realizar su rutina de ejercicios matinales, los que le permitían conservar la marcada contextura masculina que había adquirido durante sus años de Rugby, deporte que si bien no le resultaba desagradable, había practicado por la presión impuesta por sus padres; el tenis en cambio sí le resultaba desagradable, pero lo practicaba todos los jueves en el club con sus socios del estudio, y algún que otro “estirado” que frecuentaba el lugar, pero ninguno de éstos deportes despertaba verdadera pasión en Marcos, como sí lo hacía el ver rodar un balón de fútbol por el césped recién cortado, la emoción que le generaba un gol, y la devoción que sentía por su cuadro favorito, nada de esto tenía comparación para él con los demás deportes.

Tomó un baño comenzando con el agua muy caliente, y terminando de enjuagar su cuerpo con el agua bien helada, tal como lo solía hacer cuando tenía un evento importante en que pensar; Desayunó, observó la crisis económica del país en la pantalla del televisor, mientras tomaba su café recién hecho y movía la cabeza al son de su música preferida, comió sus tostadas y terminó su jugo de un sólo envión.

Comenzó a revisar su agenda diaria en el teléfono móvil , los mails y los distintos eventos del día , tal como era de esperarse, la tan esperada reunión con Ramirez se destacaba entre todas las actividades programadas para ese día; también tenía una reunión con Virginia , licenciada en turismo y hotelería, quien lo había contactado a través de Soledad su asistente principal para proponerle un nuevo proyecto (Marcos había accedido solo para darle el gusto a Soledad, quien era su pilar dentro del estudio y además porque ella era una de las pocas mujeres que no había pasado por su cama), tenía también una cena con Lourdes, bella y exuberante cirujana, próxima víctima de los placeres de Marcos, debía revisar los informes de la oficina dado que al día siguiente viajaría a las distintas agencias para realizar las auditorías de principio de mes, por último en su agenda pudo ver que tendría que llamar a su ex mujer, para ultimar juntos los detalles del cumpleaños del hijo que tenían en común, para el evento faltaban más de treinta días, pero a Marcos le gustaba tener todas las cosas en orden y a tiempo, principalmente lo referente a su fallido y exprés matrimonio, cuyo amor común se fue de ambos, tan rápido como llegó y que había dado como fruto a un bello varón que cumplía su primer año de vida en abril.

Decidió vestir un traje negro y camisa blanca combinándola con una corbata negra con detalles grises que estilizaban su figura, el Dr. Marcos Ángel De Petri Aristizabal amaba sus trajes, sobre todo los de color negro y cómo ellos acentuaban aún más su imponente modo de andar.

Tomó su móvil y salió raudamente , bajó por el ascensor cruzándose con la vecina del cuarto piso que siempre lo saludaba amablemente, mientras Marcos la ignoraba de manera sistemática como cada ocasión en la que se encontraban, porque el simple hecho de contestar su saludo, para él, implicaba acceder a un fin de anécdotas que vienen en fila desde el cuarto piso, hasta llegar a la Planta Baja que es adonde se dirigía su vecina; siguió inmóvil con la mirada al frente y llegó hasta las cocheras, subió a su coche último modelo, de color negro como a él le gustaba y emprendió el viaje hacia la oficina, no sin antes saludar al incansable portero del edificio, José, que se encontraba en la salida de la cochera.

De camino a la oficina escuchó en la radio las nuevas políticas estructurales del flamante gobierno del país y se vio a sí mismo, esbozando una sonrisa, presumiendo de su pronóstico sobre el nuevo gobierno, que no había sido tomado en cuenta en el último encuentro de cócteles en el club, pero que basado en lo que acababa de escuchar era un real reflejo de todo lo que esa noche había argumentado a sus acompañantes. Continuó poniendo atención al desarrollo de las noticias, su cuadro de fútbol había ganado el último partido y se encaminaba a quedarse con la copa del campeonato local, lo cual hizo aún más amplia la sonrisa del Dr. De Petri.

– Dr. De Petri, ¡muy buen día! ¿Cómo está usted hoy?

– Bien Gladys, gracias, ¿Sol ya dejó la carpeta de Ramirez y los informes de las auditorías para el viaje a las agencias?

– Aún no Dr… no ha llegado pero seguro estará en un instante en su oficina con todo lo que precisa.

– Sí sí…pero llámala, podes hacerme el favor…y mándame un café.

– Sí, como no Dr. ¿algo más?

– Sí, toma, llama a esta mujer, es amiga de Sol, o pariente no sé, confírmame la reunión al medio día cuando termine con Ramirez, reserva una mesa para dos en el restorán de siempre para ésta noche y no me pases llamados, necesito prepárame para la reunión.

– Sí como no doctor.

Terminada la charla Gladys pudo volver a su marcha normal, dado que el paso rápido y apretado de Marcos, le instaba un esfuerzo mayor a su edad.

El Dr. De Petri leyó con entusiasmo el informe que Sol le había adelantado el día anterior, faltaban las correcciones finales que debía realizarle para hoy, bebió su café esbozando una marcada sonrisa y balbuceo “te tengo Contador Ramirez jajaja…”

Revisó los últimos mails, colocando a sobre aviso a las agencias de su visita, y convocó a los socios para una reunión luego de sus regresos la semana entrante, para discutir lo sucedido en el día con Ramirez.

– Dr. De Petri..

– Sí Gladys, ¿qué pasó?

– Tiene un llamado de la oficina del Contador Ramirez.

– Ok, pásamelo.

– Dr. De Petri ¿cómo le va? Buen día, soy la secretaria del Contador Ramirez, me pide que le comente que la reunión se ha postergado y que le confirme que será re programada para la semana entrante, dado que los dueños de la firma han llegado al país y están de visita en la ciudad, el Contador se ha puesto a disposición de estos, por ende no le va a ser posible verlo a usted en el día de hoy…

– Escucha nena, pásame con Ramirez, no me puede postergar la reunión, tengo todo listo para hoy y después salgo de viaje, pásamelo por favor así hablo con él.

– Discúlpeme Dr. pero el Contador no ha venido a la oficina, está visitando los hoteles céntricos con los dueños, no creo que asista durante el resto del día.

Marcos, dio un golpe en el escritorio, en señal de clara frustración y rápidamente tomó cartas en el asunto.

– Escuchame, ¿cómo es tu nombre? – Interrogó Marcos.

– Lucia. Contestó temerosa la secretaria.

– Mirá Lucia, el contador Ramirez evidentemente no está considerando lo que puede perder al no concretar la reunión, lo provechoso que puede ser, y aún más si están presentes los dueños de la firma, entonces como sos una chica muy inteligente, me vas a poner en contacto con el Contador y yo personalmente le expondré los beneficios del trato, comunicame con él.

– Dr. Nuevamente le pido disculpas, pero tengo instrucciones de no molestar al Contador dado que está avocado….

– ¡Sí! Ya me dijiste, a la visita de los dueños de la firma… mira hagamos una cosa, dame su número de móvil, yo lo llamo, vos no te hagas problema alguno.

– Pero Dr. Me compromete, no le puedo dar esa información, imagínese si el C….

– ¡Lucia! Lucia era tu nombre ¿no? Mira este negocio es muy grande y si tu jefe no tiene visión de futuro, no caigas vos en el mismo error, por favor se inteligente y da por sentado que en la reunión de hoy cuando festejemos el acuerdo logrado, voy a hablar muy bien de tu nivel de eficiencia y belleza…

El silencio invadió la conversación, Marcos podía oír la respiración agitada de su interlocutora, y la duda que él había logrado instalar en su fuerte convicción.

– Lucia… ¿estás ahí?

-… Si Dr. pero por favor no le diga al Contador que fui yo quien le dio el dato, por favor le pido.

– No te hagas problema. Contestó Marcos a quien se le iluminaba la cara por la victoria conseguida.

Continuará…

Escrito por Mauricio Gregurak para la sección:

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