/Margarita | Capítulo 10: ¿Bailamos?

Margarita | Capítulo 10: ¿Bailamos?

Es difícil de explicar, pareciera sacado de una película, pero saber que mariana iba a morir me dejó sin palabras, tan joven y fuerte. Es raro saber que a una persona le queda poco tiempo de vida, ¿que hacer?, ¿que decir?, solo quedaba callarme mientras la señora me contaba como poco a poco se iba a terminar deteriorando la vida de mariana hasta morir, cuando termino de contarme y llorar me levanté, la saludé y le dije que cualquier cosa que necesite me avisara, no le había dejado mi número, era claro que esas palabras iban de compromiso, igual, siempre la digo asique no me importó decirla una vez más.

Llegando a casa me di cuenta que ahí estaba ella, mirándome por la ventana, esperando a que entrara, con una sonrisa que solo ella tenía, no era común, era rara. Por ahí no es que nos gusta la sonrisa de una persona, sino que nos gusta cuando lo hace, saber que está bien, que sonríe por felicidad. Eso, es lo que generalmente nos gusta, la sonrisa, lo demás es secundario.

Cuando entré deje la ropa en el ropero y al cerrarla ella estaba apoyada ahí, mirándome.

Que loco que ya no nos asuste convivir así ¿no?- le dije sonriendo

Me cambié y ordene todo el departamento, ella solo me seguía, no se apartaba un segundo de mi lado, era evidente que quería hablar, más allá de que fuera un fantasma no quise dejarla sola ni callada.

Vení quiero hablar con vos un segundo- le dije mientras le agarraba la mano y la sentaba en la cama.

Necesito que me hables, que me digas que es lo que queres, evidentemente seguís acá por algo. Estos días he estado muy ocupado y no te he prestado atención. Tengo miedo de volver un día y no verte más, ¿qué hago si te pierdo? . Ya no siento ese vacío como antes, pero de igual manera necesito que estés acá- se lo decía con los ojos llorosos

En ese momento ella me levantó suavemente y me abrazó.Comenzó a acariciarme el pelo como a mi tanto me gustaba, y me tranquilizó, es muy extraño que mi propio fantasma me cuide, ya no sabía que estaba pasando. Odiaba verla, luego de eso fue común y ahora me consuela, MALDITO SEAN LOS FANTASMAS VIVOS. Esa noche mientras cenaba me miraba como comía.

¿No vas a comer nada? Está rico y cociné yo- se lo dije con una sonrisa mientras comía mi lomo de rotisería.

Si seguís así vas a estar cada vez más flaca, y yo cada vez más gordo, bueno en realidad no, pero… – me quedé callado.

En ese momento sonrió, lo hizo de nuevo y yo solo me quedé mirando, deje los cubiertos sobre la mesa.

¿Porque lo haces? ¿Por qué sigo viéndote tan perfecta? ¿Tan intacta?- la miraba fijo a los ojos

Luego de terminar de comer me levanté, lavé todo y me fui a acostar. Nuevamente ella detrás de mí, acostándonos juntos, como si fuéramos uno, aunque la realidad era que hace tiempo ya era solo uno.

Pasaron unas 7 semanas donde nadie había visto a mariana, yo llamaba a su casa y nadie atendía, dejé de hacerlo a los días, Juan estaba hecho una fiera, al parecer no había encontrado remplazo para mariana, y Cintia no daba abasto con los papeles, me mandaba a todos lados muy rápido, la calle como siempre un caos. Al finalizar el día llegué y Cintia estaba hablando con Nicolás, era otro esclavo al igual que nosotros, de buen carácter aunque muy callado

¿Adrián que pasó? Dijo Cintia al ver que me acercaba con intenciones de quedarme

Fue un día muy pesado, ¿no creen?- Les dije terminando con un suspiro

Agradece que estas en la calle, nosotros tenemos que bancarnos a Juan todo el día- dijo Nicolás amargado

Bueno Adrián te agregamos a la charla, a Nicolás lo dejó la novia hace unos días, y está muy mal. ¿Queres que salgamos los 3 a tomar algo?- Dijo Cintia

Bueno dale con tal de no estar más acá adentro- Les dije agarrando mi bolso

Fuimos al bar más cercano, un poco oscuro pero buena música y nos permitía charlar

Bueno Nico contanos ¿qué te está pasando realmente?- le dijo Cintia preocupada

Y estoy mal, no voy a andar con vueltas, quiero ir a buscarla, saber que está haciendo, como está, si piensa en mí, quiero saber ¿qué carajo me pasa? y ¿porque no la puedo olvidar?, ¿vos que decísAdrián?

Em… y es todo un tema – dije mirando el vaso de cerveza

Justo a quien le venía a preguntar, a un boludo que tiene un fantasma vivo viviendo en su casa hace meses.

Es normal que te pase todo eso Nico- le decía Cintia- es parte del despecho, el punto está en saber pasarlo, es muy ridículo lo que te voy a decir pero en este momento todo te va a hacer acordar a ella, lugares, momentos, chistes y lo peor de todo la música, sobre todo lo que a ella le gustaba, vas a escucharlo en todos lados, vas a sufrir en carne viva cuando escuches esa canción que a ella tanto le gustaba, y vas a borrar de tu teléfono todos esos temas que ambos escuchaban juntos. Pero es solo un paso.

¿Y cuando me voy a dar cuenta que ya no quiero estar con ella? Le preguntó Nico

Cuando empieces a vivir, cuando tu corazón se dé cuenta que solo era un estado de ánimo, no tengas miedo a estar solo, porque cuando aprendes a estarlo todo es mejor, nosotras las mujeres somos muy forras en ese sentido, nos gusta verlos sufrir, siempre tan duros ustedes, tan fríos, pero cuando sufren, es una satisfacción tan grande, y más cuando sufren por una misma, ninguna te lo va a decir pero es así. Nosotras recordamos todo, y ella seguramente no piensa en vos, pero cuando te vea  y vea tu cara de dolor, va a sonreír, aunque sea por dentro, pero lo va a hacer. En ningún momento pienses que es el final. Si te dejó por algo fue, y tiene algo así como un destino, porque siempre aparece algo mejor- Le decía Cintia mientras le agarraba las manos con firmeza

¿Y cuando me voy a curar?- le preguntaba Nico entre lagrimas

Cuando puedas escuchar su música y ya no te provoque nada, ahí vas a estar completamente curado, ya nada de ella va a habitar en tu corazón- Le dijo Cintia con una sonrisa de consuelo.

Me quedé perplejo, esta mina tenía un manual en su cabeza a pesar de su corta edad. Seguimos charlando de nuestra vida, de nuestros laburos anteriores y afianzamos aún más esa poca amistad que nos unía debido al trabajo.

Después de unos tragos cada uno se fue para su casa, el cual al llegar decidí probar con música, puse un poco de Charly García y me senté en la cama a mirar el vacío, cuando la música comenzó a sonar del todo apareció ella, contenta, radiante y me levantó de la cama para bailar.

No se bailar, ya te lo dije miles de veces- le decía mientras me reía

Ella solo bailaba, y me movía los brazos y danzaba a mi lado, su risa era muy contagiosa. Comencé a moverme y a hacer movimientos extraños, comencé a reírme al igual que ella, y bailamos por media hora, cuando mi risa comenzó a desaparecer.

Por favor basta, esto no tenía que pasar- le dije serio

Ella bailaba y me miraba riendo, me hacía monerías, quería que siguiera bailando, solo le repetía que se detuviera, hasta que en un momento grité ¡BASTA!, y recobré el sentido, estaba solo en mi habitación oscura, y completamente en silencio. No sé en qué momento me dormí, era evidente que estaba muy ebrio.

 

Al día siguiente me levanté con un terrible dolor de cabeza, me vestí como pude y fui a trabajar, los tres estábamos igual, partidos, Cintia me hablaba como si no nos conociéramos y Nico tenía un olor a café horrible. Salí rápido de esa oficina para poder despejarme en la calle, casi finalizando el día y llegando nuevamente a la oficina sentí que me tocaron la espalda

¿Adrián? ¿Es usted no? Que suerte que lo encuentro, hace días que lo estaba buscando- dijo gloria con lágrimas en sus ojos

Gloria, ¿qué paso?- le dije asustado.

ETIQUETAS: