Así abrí un papel en blanco, esperando encontrar en la palidez de la hoja una respuesta. Una forma de escapar.
Pero la hoja está en blanco, y va a permanecer así si yo no me muevo por ella.
Es que hace varios días que ando tratando de encontrar apoyo en ellas. Hace varias noches que trato de llamar a mis musas habituales…pero ya no quieren venir. Salgo en busca de ellas dejando el papel limpio. Esperando…
Pero fracaso.
Jamás pude encontrarlas en la ciudad. La ciudad está llena de gente común. Mis musas odian a esa gente, escapan de ello y se refugian en mi cuarto. Bha… se refugiaban en mi cuarto.
La hoja sigue blanca y el lápiz inestable jugando alrededor de mis labios.
Las busco en la música, pero la música está de fondo. La música sólo incentiva una parte de mi cerebro. Pero no aquellas que mis musas incentivaban…tampoco están allí.
La mano completa en la cara, un sentimiento de resignación en el cuerpo.
Sé que esta noche no voy a verlas. Sé que van a percibir mi desgano y se van a quedar en la puerta, mirándome… sin siquiera decirme buenas noches.
Pero también sé, que ellas saben encontrar lo que queda de una persona después de todo. Y las musas valoran el ser de cada uno, las musas son las únicas que saben si hemos cambiado o no. Y si hemos cambiado en cuanto a ideas; emprenden un largo viaje, dejándonos con alguna de sus hermanas que nos comprendan del todo.
Pero jamás podremos inspirarnos como la primera vez. Porque a las musas no se las busca, sino que ellas lo encuentran a uno.
También sé, que por más que no lo diga, hay una de ellas trabajando a mi lado mientras mi lápiz marca estas torpes palabras. Mientras la hoja en blanco se tiñe de gritos en silencio… Porque sé que de a poco se van a acercar, porque después de todo, jamás renuncié a mi ideología. Porque jamás voy a renunciar a ella.
Creo que me encontraron…
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leyendo a Diem, me siento como un gorila tratando de armar un rompecabezas cognitivo primario….
A mi me pasa lo emismo, pero tambien me da una sensación como si me recorriera un torbellino de estrógenos.
ES MALO PARA TU VIRILIDAD….
Las musas son así… vienen y van. Siempre nos dejan con gusto a poco, queriendo mas. Pero eso es también lo que las hace musas inspiradoras! Aquel que la tenga, debe cuidarla y tratar de sacar de ella la mayor cantidad de trazos posibles, puesto que nunca se sabe cuando volverá…
Yo cuando me faltan muzas, llamo al delivery, cerca de mi casa hay una rotizería que me la hace con doble queso.
y esas te inspiran?
Ese comentario me hizo acordar mucho a la PROFETA ROCIO! ajajajaja
Volé desde el temor de sentirlas desaparecer, hasta la esperanza de que uno las encuentra, y nunca es tarde.
Usted tiene en ese lápiz, una canción de flauta como la que atrae a los ratones del cuento. Solo que lo hace con sus musas, las que intentan soslayar el encanto de la melodía, pero ni de muchas pueden sostenerse a las letras que las imantan.
Un encanto, reflexivo, pausado, sedoso, y particularmente apropiado para mi mañana.
Gracias, estimado Diem.