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¿Qué puta queremos las mujeres?

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Rubias, morochas, castañas, coloradas, bipolares, depresivas, psicópatas, paranoides, constipadas, diarreicas, pelo seco, raíz grasa, petisas, altas, feas, horribles, flacas, gordas, tanques australianos, focas encalladas. Pero la mayoría con el mismo comportamiento infrahumano. Mujeres, la raza más rara después del Ridgeback Tailandés.

Somos las “me quiero volar las pelotas con una 38” del sexo masculino. Ellos nos observan, nos analizan, nos vuelven a  observar y nos tienen que analizar de nuevo porque tenemos la gran habilidad de poder estar cagándonos de risa y en un abrir y cerrar de ojos estar llorando porque se nos acabó el esmalte blanco que lo queríamos mezclar con fucsia para que quede color rosa viejo. Recurramos a las frases que nos hicieron famosas en este mundo que no nos comprende:

No sé qué me pasa

– No seeeeeeeeeeee, creo que estoy mal porque confundí por decima octava vez el shampoo con el enjuague y porque me tuve que pasar en el cuerpo un jabón del grosor de un papel de impresora, ¿con eso te basta hijo de puta?

–      ¿Viste esa gente que no se tira un lance por miedo al rechazo? Bueno, a mí me pasa para publicar cosas en Mercado Libre. Capaz que por eso me notas medio rara.

–      ‘No qué me pasa con el pibe, un día me encanta estar con él y otro día me da asco’. “Somos unas hijas de puta” se llama, amigas queridas, fans de la chele ajena somos.

Cuando decimos que no sabemos lo que nos pasa es porque realmente no lo sabemos, no nos pregunten más que nos agotan el 40% de batería mental que nos queda porque el resto la usamos para leer la nota “Como tocarle el pito a tu novio sin usar las manos y la boca” en la revista Cosmocholita.

 

¿Me querés?

Poner en 4 nos quieren. Y cuando preguntamos:

– ¿MUCHO? O sea, ¡el chabón parece que nos quiere! No le rompamos los huevos que se nos va a ir a vivir a Burzaco sin retorno.

-¿Cuánto me querés?: 8 kilos menos gorda bisonte voladora. Podría ser una respuesta para que no volvamos a preguntar más pelotudeces.

En mi libro «Cómo hacer un programa y después cancelarlo en dos pasos porque me da mucha paja escribir» explico cómo cagarse en los demás y que te chupe todo un huevo cuando obtenés estas respuestas de parte de los hombres.

No estoy enojada

Contestación que está más gastada que el mantel y los cubiertos de la cabezona de Mirtha Legrand. ¿Por qué carajos mentimos cuando en realidad SI estamos enojadas por algo?  Se nos rompió una uña, nos vino, no nos vino, uso corpiño y no tengo tetas, quiero coger y no tengo un pito, no entiendo para qué sirve el bolsillito chico del pantalón, no sé si comprarme una Coca Cola o seguir pasando por la puerta.

Hoy por ejemplo estoy re enojada conmigo misma y desde la mañana que no me hablo. Re difícil ser yo.

Los hombres tampoco cooperan con sus respuestas:

 – Estoy enojada

– Vos siempre estás enojada

– Bueno, también estoy triste

– Vos siempre estás tr,,

– ¡MORITE MONSTRUO! ¡Dejame ser!

Otra

– ¿Hace frío afuera gorda?

– Gorda tu vieja, si, un poco

– ¿Pero para un buzo?

– No, no tanto

– Ah bueno, entonces no hace frío

– Fijate vos, la concha de tu puta hermanaaaaaaaa. ¡Después querés que no me enoje!

Sorry chicos, estoy muy hormonal hoy.

Yo ante la duda te mando a la concha de la lora, decime precavida, no sé.

Estoy en 5

En 5 años; sentate en una silla, cruzá los brazos y empezá a esperarme, la silla se te va a hacer carne en el culo. Para producirnos necesitamos tiempo, no me puedo planchar el pelo en 5 minutos y correr el riesgo de parecer un tejado después.

Y con la ropa ni te cuento, una mujer que sabe que ponerse en dos minutos, directamente es hombre.

Tenés pensado ponerte un jean ajustado, localizado y chupín y querés inyectarte grasa en las pantorrillas porque te queda mal, te cambias, te pones una mini falda y te das cuenta que tu vecino Osvaldo tiene más cadera que vos. Me dan más ganas de llorar que a un niño de 3 años cuando le dicen que su mamá no es su novia.

Seria feo si tu chico no tiene paciencia para esperarte y tenés que ir  directamente sola al punto de encuentro en un taxi, queda a 5 cuadras el lugar a donde se van a juntar pero el taxista no te quiere llevar porque es poca distancia y no le conviene.- ¡¡¡Holaaa!!! ¡¡No voy a caminar 5 cuadras vestida de gato señor!!

No me creo autosuficiente, lo soy

Tenemos esa tendencia a creer que podemos hacer absolutamente todo, inclusive más de 15 cosas a la vez. No solamente podemos masticar chicle y hablar por teléfono sino que también nos podemos garchar al hermano de nuestro novio y ocultarlo.

Podemos resolver cosas verdaderamente importantes mientras combinamos un caramelo a rayas con uno de muchos colores en el Candy Crush.

Autosuficientes vamos a ser completamente y de una buena vez por todas cuando se invente una mano de madera que nos acaricie la espalda mientras vomitamos.

«No importa, dejá, ya lo hago yo»

significa que la cagaste. Y mucho. Te vas a llegar a mear encima con la cara de autopista regional del centro con embotellamiento que te vamos a poner.

Nunca nos desafíes si estamos despechadas, te podemos despijar en un abrir y cerrar de ojos con una cuchara de combustión. Aunque aún están a tiempo de complacernos: Cásense con nosotras, sáquense un seguro de vida y mueran. Todos felices.

Muchachitos, si quieren una figura perfecta gárchense un triángulo equilátero.

A las mujeres hermosas y con defectos como nosotras nos tienen que doblar en 2 y partir en 4, después ponernos en 4 y partirnos en 8, y así. Un beso grande a Pitágoras, te re quiero mucho Pito.

Las mujeres somos así, nos justan las cosas de frente, menos las apoyadas.

Lo único que tenemos para decir en nuestro favor, es que somos unas hijas de puta y nos encanta confundirlos chicos. A veces somos las féminas ideales que todo hombre quiere tener; LEJOS.

Fuimos hechas para ser amadas, no comprendidas. Y  aunque parezcamos superadas la mayoría del tiempo necesitamos alguien que nos abrace.

 

 

PD: Mujer bonita es la que lucha. *se tira en la cama para prenderse el jean*

 

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