Momento detestable 1: “¿Qué te pasa? NADA”

Las mujeres aman las complicaciones, por eso a una pregunta tan simple ellas buscan la única respuesta que para esa pregunta, es imposible. A las mujeres le pasan muchas cosas, pero claro, está en nosotros descubrirlas. Y no solo descubrirlas sino acertarlas. Y no solo acertarlas, sino también escuchar que no es eso lo que les pasa.

Creo que el mundo sería un mejor lugar si las mujeres comenzaran a contarnos, sin dar tantas vueltas, que es realmente lo que les pasa.

Momento detestable 2: Los 5 minutos que en realidad son 5 años en vida mujer arreglándose

Todos pasamos por esta especie de gusano espacio temporal del cual tanto hablaba Einstein. Por más que sepamos que nunca van a ser 5 minutos, el solo hecho de escuchar “en 5 estoy” ya comenzamos a rogar que se traten solo de 25 minutos como mucho. Y cuando sale, la vemos espléndida, pidiéndonos opinión la cual obviamente es positiva. Pero ella opta por pensar que solo lo decimos para irnos de una vez. Y ahí es cuando se enoja, entra al dormitorio y comienza su nuevo ritual.

Muchas mujeres deberían saber que se ven mucho más lindas como son en lo cotidiano que cuando se sobre arreglan.

Momento detestable 3: Sacar mentira por verdad

Las mujeres hacen muchas cosas bien, pero si algo hacen mal es simular una situación, un estado de ánimo o incluso una charla solo para sacarnos algún dato a ver si realmente es cierto o no lo que ella sabe, cree saber o piensa que sabe.

– ¿Gordo, como te fue en el trabajo?
– Bien.
– ¿Qué hiciste después?
– Me vine a casa
– ¿Directamente?
– Si.
– ¿Sin pasar antes por ningún lugar?
– No, ¿por qué?
– Por nada. Dejá

5 minutos más tarde

– ¿Viste que linda está la calle Catamarca?
– Si, que se yo
– ¡¡¡AAAAJJJÁÁÁÁ!!! ¿¿¿VISTE QUE NO VINISTE DIRECTO A CASA??? PARA VENIRTE DIRECTO A CASA TENÉS QUE PASAR POR ESA CALLE Y HOY LA EMPEZARON A REPAVIMENTAR Y NO TE HABÍAS DADO CUENTA OSEA QUE TE FUISTE A OTRO LADO A DONDE TE FUISTE DECIME DALE DECIME LISTO YA ESTA DEJAME NO ME DIGAS NADA DALE DECIME NO ME DIGAS DECIME CHAU ME VOY A COMER CON MAMÁ.

Chicas, muchas veces la vida es mucho más simple de lo que creen.

Momento detestable 4: Hablar pestes de los ex y volver con ellos

Cuantas veces caímos en la tentación de salir con una mujer porque se ha peleado ya un par de meses y nos tenemos fe. Mucha fe. Pero ella no para de hablar de su ex. Aunque no es tan malo porque solo habla pestes. Aunque no es tan bueno porque de vez en cuando se le escapa que extraña ciertas cosas. Aunque no es tan malo porque ella ahora te dice que cambió. Y así toda la noche.

No pasa nada más, la dejás en su casa, te agradece la salida y te dice que ya no quedan tan buenos flacos como vos. Esbozás una sonrisa.

Al otro día ves que no para de publicar cosas referentes al extrañamiento de lo que ella considera el amor de su vida y ya el finde los ves juntos de nuevo.

Volver con un ex es como ponerse una remera usada: te puede gustar pero en el fondo sabés que está usada y huele mal.

Momento detestable 5: Pedir que nos pongamos en el lugar de una menstruada

A ver, la naturaleza es sabia y por algo hizo que nosotros no perdamos sangre, cambie nuestro humor repentinamente, nos moleste todo, busquemos incansablemente pelar – llorar – pelear – llorar – calmarnos – llorar – pelear – llorar.

Imaginamos que debe ser un bajón, pero entiendan que lo que piden es imposible. Podemos entenderlas y ceder un poco. Pero no jodan con boludeces.

Momento detestable 6: Acompañarlas de compras

No es que odiemos las compras. Incluso amamos el capitalismo. Nos pone de buen humor comprarnos las cosas que nos gustan y hasta ostentar de ellos. Lo que no nos gusta es pasar una vida eligiendo una camisa, un pantalón o un par de zapatillas. Y como no nos gusta por eso hacemos todo eso en, quizás, 2 horas (con traslado incluído).

¿Por qué se enojan con el mundo cuando ustedes creen que nada les queda bien? ¿Por qué después de haber pasado 4 horas eligiendo un vestido, llegan a casa y deciden deliberadamente que no les queda bien? ¿Por qué nos piden que las acompañemos y opinemos para después descartar esa opinión?

Ojalá en un futuro las compras sean solo OnLine. Posta.

Momento detestable 7: Hablar de otras mujeres

Algo que deberían saber, es que los hombres detestamos pasar momentos en lo que no hacen otra cosa que hablar mal de mujeres. Incluso mujeres que ni siquiera conocemos.

Seguramente saltarán y dirán A LOS HOMBRES LES ENCANTA HABLAR MAL DE OTRA GENTE. Si, nos gusta hablar mal de otra gente e incluso putearla, pero nos gusta hablar mal de Sabella por ejemplo y putearlo porque no tiene en cuenta a Tevez para el mundial. O de los sanjuaninos porque nos copian todos. O de el forro de López Puelles que no arregla una puta calle de Luján.

Pero en serio, poco nos interesa como te miró la novia del amigo de compañero de facultad con el que cursaste una materia en el 2004.

Momento detestable 8: Rechazar invitaciones pero no rechazarnos

Tenemos en claro que muchas veces no somos compatibles con la mujer que nos gusta a pesar de haber una buena relación. Pero en serio, nosotros realmente creemos en la insistencia, entonces si nos llevamos bien e invitamos y lo único que recibimos son NO PUEDO, sería genial cortar ese momento con un NO PUEDO PORQUE NO ME INTERESÁS y evitar el juego de las miradas, los mensajes y las suposiciones de PERO SI SOMOS RE BUENOS AMIGOS.

El hombre no busca una amistad con una mujer, el hombre busca ponerla con una mujer. Para amigos están los huevos.

Momento detestable 9: Escenas por celos retroactivos

Nada peor que te echen en cara el por qué nunca le contamos que Juliana fue nuestra novia en pre jardín. O quizás por qué guardamos cartas de nuestra primer novia oficial. Ni hablar si por un mínimo descuido se enteran que la novia con la que nos fuimos de viaje de egresados a Bariloche en el 97´ ahora viviendo en la estación espacial internacional porque se hizo astronauta la tenemos de contacto en el Facebook.

Chicas, el pasado pisado. Aunque no lo crean, aunque parezca mentira, aunque suene ilógico en el universo femenino, las mujeres de nuestro pasado en algún punto nos dejaron de gustar y las dejamos de amar y ahora nos interesan ustedes. Increíble pero cierto.