Celebra bastardo su aniversario de muerte.
¿Qué suerte de recuerdo tiene el olvido?
¿Cómo muere la no vida?
Festeja sangre de ausencia y se vuelve presencia
en el hedor de los no vivos que sale de mí.
Hoy te pienso pequeño gran muerto, pequeña gran mentira.
Imagino los sueños en los que me habrías buscado,
las pesadillas que te habrían quitado el sueño.
Ahí estaría mi mano para hacerte dormir.
Las burbujas de las ilusiones se romperían
y sus colores se desvanecerían y
mi beso en tu mejilla habría estado ahí.
Y cuando descubrieras la compañía de la música
los misterios de los libros, la suavidad del jabón
la inutilidad de la espuma, el olor a perro y
la lluvia de los domingos, yo habría estado ahí.
Y hoy, así de lejos y sin verte… te encuentro.
En los sueños en los que me vienes a buscar,
en las burbujas rotas, en los besos que reciben mis mejillas,
en la música de los libros con jabón, en la espuma de los perros,
en la inutilidad de los domingos.
Te siento como la última vez,
de rostros sombras, túnicas mojadas
y llagas abiertas para siempre.
Y al cerrar mis ojos, al tocar mi vientre,
caen lágrimas ausentes sobre mi cuerpo nefasto.
Te pienso. Día a día, mes a mes.
Festejo sangre de ausencia y me vuelvo presencia en tu silencio.
Celebro contigo estas líneas.
No olvido, ni reclamo. Ni te odio, ni te amo.
Ilustraciones de Sergey Zagarovsky