Manifiesto de las palabras

Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma. Julio Cortázar Teniendo en consideración lo siguiente: Que... La palabras son santas y putas, como corresponde. Son sumergibles (hasta treinta metros), fosforescentes…

Gonzalito, el nene de las tortitas

Yanina era una de esas maestras orgullosas de su profesión y comprometida con sus alumnos. Era joven, termino sus estudios con apenas 23 años y le tocó, como a la mayoría de las recién egresadas,…

El señor es mi pastor

Nadie se hizo perverso súbitamente Juvenal Se sentía culpable; el olor del papel de la Biblia abierta frente a él lo hipnotizaba, lo llenaba de placer y lo llevaba a mundos infinitos de bibliotecas eternas,…

Tasalomanía

Sábado de madrugada, suena el despertador como todos los días a las 6:00. En su cama sabe que debe levantarse, el fastidio de no haber podido trasnochar, de tener que trabajar el fin de semana,…

Tango

Vestía mis mejores pilchas, un traje negro con finas líneas grises, camisa blanca y un corbatín oscuro como se estilaba entonces. Una última acción de control frente a la espejada puerta. Pagué y entré. Una…

Los invencibles

[caption id="attachment_49561" align="aligncenter" width="771"] Súper Etendard[/caption] Esa mañana de mayo caía la lluvia por la ventana del cuartel, los cielos tormentosos se elevaban sobre Río Grande y yo debía prestarme en una de las misiones…

De amarras y nostalgias

Afuera llovía como la última vez. Las olas golpeaban a raudales en el viejo muelle, sombrío y desolado. El anciano capitán se sintió somnoliento, y pegó su nariz contra el húmedo cristal del vidrio de…

Insomniolento

Si tiene insomnio, créame que nadie lo entenderá mejor que yo. Stephen King La habitación zumba junto con el pedazo de luna que se ve por la ventana. Mis huellas digitales están por toda la…

Perfecta Extraña

Llegué al bar movido por las ansias de salir de casa y nada más. No había ningún otro motivo por el que aquella noche me encontrará lejos de mi zona de confort. Pero ahí estaba,…

El abandonado y el lupanar

Abandonar puede tener justificación; abandonarse, no la tiene jamás. Ralph Waldo Emerson I Alfredo transitaba por la calle oscura sin levantar la mirada pero con todos los sentidos atentos a su entorno. Los ruidos alborotaban…

Las Cartas del Destino II

Leer "Las Cartas del destino" Cuando no me quedaba otra cosa por hacer más que resignarme, la espera de aquella se hacía interminable, el mazo de cartas se llenaba de tierra y a mi mesa…

Naufragando en números

Creo en la carne y en los apetitos, ver, oír, tocar... ¡Cuántos milagros! Y cada parte de mi ser es un milagro. Walt Whitman Los números me persiguen. Mi cuerpo es sostenido por 206 huesos…

El paraíso

Los Sidor eran un pueblo nómada que buscaba el paraíso. Su líder profeta, Ignaz Jasebel los guiaba por las arduas tierras de Solan. Llevaban ya veintiséis años de procesión, buscando aquel lugar con el que…

Amores y amantes

Se hacía la hora y Minerva estaba cada vez más impaciente. "Está mal, yo lo sé, esto está mal" se decía a sí misma mientras que miraba el casio de pulsera en su mano derecha…

Cuando el otoño fue Roberto

Llega el otoño y me entra una sensación mezclada de nostalgia y tristeza. No me molesta, pero llega siempre con la caída de las hojas. Y me recuerda a Don Roberto. Hace unos años, todas…

De Cuello Roto

- ¿Cómo conociste a la abuela? - Cuando dos planetas están en rumbo de colisión nada puede detener el impacto -respondí recordando aquel instante – Ese sería un final feliz alternativo de la historia que…

Nosotros

Una vez mas no se que sucedió, me quedé vacía y en soledad. Ésta vez prefería que te vayas y dolió…volvió a doler como las otras tantas veces y entendí nuevamente que era lo mejor…

Los cuentos chiquitos contraatacan

Brevedad es la prudencia. Ralph Waldo Emerson I De sus ojos se derrama una lágrima. Ésta, en la caída libre, se convierte en una perla y al chocar contra el piso se transforma en una…