/Los cuentos que Diem Carpé cuenta: Celando al silencio

Los cuentos que Diem Carpé cuenta: Celando al silencio

Sabes. Nunca me voy a olvidar. Tengo una prohibición sobre eso. Jamás te olvidaría y menos ahora que te veo imaginariamente en el departamento, acostada boca arriba y en silencio ¿Qué cosa el silencio, no? Nos observo tantas noches y hoy se ha transformado en tu único amante.

¿Podría estar celoso del silencio? Totalmente. Si la mente lo piensa, los sentidos lo crean. Como ahora. Como poder verte de nuevo.

Un relámpago fuerte. Giras y acomodas tu almohada entre tus brazos. Aún tenes ese pequeño y tierno miedo a las tormentas fuertes. Ese que me confesaste arrastras desde niña. Sabes. El silencio no puede abrazarte y regalarte una sonrisa aniñada como lo hacía yo. El silencio es tu acompañante mudo. No sabe cómo llego a tus brazos, ni sabe cómo irse. O mejor dicho, él no va a dejarte hasta que vos lo hagas primero.

Pero no se qué intento hacer, yo sigo siendo sólo un espectro imaginario a tu izquierda. Ese que está presente, pero que no puede competir con el silencio. Silencio como el que te está arropando en este momento. Silencio como el que está velando para que te quedes dormida.

No soy un idiota. Entiendo las indirectas. Mi presencia está de más en el departamento.

Doy una última vuelta por entre la quietud de las habitaciones, sólo para alimentar la memoria. Es un ratito, prometo no molestar por un tiempo.

Ya es hora de marcharme. El silencio cierra la puerta detrás mío cuando salgo.

Él es todo tuyo ahora.

Afuera frió y humedad. Es un corto y doloroso regreso a mí agotada cabeza.

También podes leer:
Aún puedo verte

El año pasado escribíamos:
Emma capítulo 5

ETIQUETAS: