/Corazón campesino

Corazón campesino

Era ya muy tarde. La soledad me había inundado el alma después de aquella discusión. No era fácil sobrevivir a las agresiones en estos tiempos, más bien era frustrante quedarse con tanto rencor dentro del alma.

El televisor estaba prendido y el noticiero era un ping pong irrespetuoso de malas noticias. Sentí que la cabeza me iba a estallar, entonces decidí quitarme las zapatillas y recostarme en el sillón.

Me dolía el alma de tanta dureza social y necesitaba reponerme de aquella tragedia espiritual que me invadía. Cerré los ojos y después de  estar un largo rato observando mi interior, presentí la sombra de una presencia junto a mí. Sentí temor en abrir los ojos, pero algo me incitaba a vencer ese miedo. Por fin, empujada por alguna razón especial, me animé a abrir los ojos y observar a mi alrededor.

Y allí estaba, sentado al lado mío, redondito, color madera, con olor a yerba mate fresca. Entonces ese aroma despertó en mí una gratificante sensación de bienestar. Casi diría que estaba con un amigo, mejor dicho, era un amigo. Respiré profundamente y lo miré. Un guiño de complicidad de su parte, me devolvió las ganas de vivir. Entonces estiré mi mano, palpé su cálida madera y lo tomé entre mis manos como en un abrazo de inseparables compañeros de aventuras. La delgadez de su bombilla me invitaba a sorber plácidamente el sabor inconfundible de su néctar misionero. A medida que su bebida descendía por mi esófago, la vida indescifrablemente cambió para mí. Su sabor a tierra roja, el olor a esa verdosa humedad, la indescriptible fantasía de su alimento espiritual sorprendieron mis dormidas papilas gustativas. Entonces los caballos dormidos de mis esperanzas volvieron a renacer como una gloriosa satisfacción desde el sabor y la amistad.

De repente pensé en aquellos que no lo conocen y que ni siquiera se atreven a tomarlos en sus manos. Es el mate el reservorio perfecto de su alma gemela: la yerba mate. El le ofrece el cuenco de su corazón campesino y alberga el espíritu chamamesero del litoral. Y aunque ya su presencia se ha extendido por todo el país y el mundo, la yerba mate, se ha convertido en el nexo a la querencia de los que decidieron buscar otros rumbos.

Escrito por Vivi Chirino para la sección:

ETIQUETAS: