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Golosinas que comíamos de guachitos – Vol 2

Después de una espera tan larga decidí largar de nuevo el conteo con las golosinas más ricas de nuestra infancia. En el volumen 1 habíamos nombrado a los chicles DINOVO, huevito KINDER y otras delicias que nos marcaron. Es tiempo de tocar otras sugerencias hechas por nuestros lectores. ¡Acá vamos!

Medallones de menta

¿Quién se resistiría a semejante combinación? Comer esta delicia es un placer de los dioses, desde momentos memorables, Águila siempre presente deleitándonos con cositas ricas como los medallones, o al momento de tomar la media tarde con el chocolate para taza. Increíble.

Pastillitas Punch

Tan ricas, tan duritas y tan frutales. Las comías en el recreo cuando ibas a la primaria, salían $0,15 y te encantaban, sumémosle el vistoso envoltorio lleno de colores que te hipnotizaban. ¡Riquísimas!

Mantecol

Infaltable en las fiestas, se acerca navidad y se acerca la temporada de Mantecol, amado y odiado por muchos, esta golosina te sigue dando dolores de panza y en algunos casos alguna que otra cuota de acné en tu bello rostro, pero no te importa, lo comés sin asco y lo disfrutás.

Tubby 3 y Tubby 4

Recordado por algunos, esta golosina les marcó a los que vivieron su infancia en los ’80 con una canción muy pegajosa que decía: “Yo era un Tubby, que andaba solo en una ciudad pesada, hasta que un día, encontré a una Tubby y quiso que la acompañara… “ Según mis fuentes era chocolate y caramelo, una deliciosa combinación que hacía temblar hasta al menos chocolatero de todos. Hasta el día de hoy, sus fans lo siguen aclamando.

Maní con chocolate

Adorada cajita amarilla que te compraban cuando ibas al cine, al parque o al teatro, barato, rico, podrán imitarlo, pero igualarlo jamás.

Crazy Dips

La famosa patita con el polvito que te hacía ruidito en la boca, inolvidable, rico y divertido… Quién no habrá hecho la gran: MIRÁ MIRÁ, ESCUCHÁ EL RUIDITO! (Tssssssss…)

Caramelos SUGUS

Miles y miles de sabores, caramelos irresistibles, frutales, blanditos y te comprabas miles porque sabías lo que te gustaban, los guardabas para que nadie te los sacara porque eran la cosa rica más preciada del mundo.

Moneas de Chocolate

Nunca te iba a costar tanto sacar el papelito sin que el chocolate saliera ileso, bah, por lo menos a mí me pasaba eso. Hasta a veces te confundías con monedas de verdad. Exquisitos les quedaba chico.

Chicles Puaj

Si no te hicieron reír estos chicles, no tuviste infancia… Masticarlos y que el polvito ácido te hiciera gritar y te humillara frente a tus amigos no tenía precio. ¡Gracias Puaj!

Bananita Dolca

Deliciosa mezcla entre banana y chocolate, me acuerdo todavía de la publicidad del monito con la banana negra bailando y diciendo: “¡Su encanto es el sabor!”. Ahora tiene forma de pito y te da cosa comerla en público porque se te van encima con las burlas.

Lenguetazo

¡Si habré jodido con esto! ¡MIRÁ QUE LARGA ES MI LENGUA! Y resulta ser que era este caramelo que te hacía sentir Gene Simmons de Kiss, jugabas con tus compañeros y después le entrabas como testigo de Jehová al timbre. Demasiado rico.

Chicle Bazooka

Si te habrás creído los horóscopos de estos chicles, y salían $0,05, venían de menta y de tutti frutti y fueron los primeros chicles que masticaste, les duraba poquito el sabor pero te encantaban y guardabas todas sus historietas.

Bueno chiquilines, este fue el VOL 2 de las golosinas mas ricas de la infancia, espero que hayan recordado viejos y lindos tiempos. ¿Hacemos un VOL III? ¡Comenten la nota, sugieran y publicamos!

 

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