Un eclipse de luna se produce cuando la luna está en su fase “llena” en el signo opuesto al Sol. Como el Sol ya entró en Sagitario esta luna llena se forma en Géminis y en ese espacio sideral la Tierra se va a interponer entre su Sol y su satélite.
A los efectos electromagnéticos nuestro planeta queda en el medio de dos tremendos campos de fuerza. Uno enorme por su tamaño y el otro por su cercanía. Es como estar entre la espada y la pared.
La luna se encarga de mover el 70% del agua de nuestro cuerpo, provocando una subida de mareas, es decir: vamos a estar hartos de todo y de todos. En ese escenario de intolerancia se produce el eclipse.
Cuando hablamos de eclipse hay que entender que todos tenemos una parte que emite luz y otra que recibe. La que va a estar eclipsada es la parte receptora, femenina, creativa, generadora. La parte luminosa, dadora, masculina, impulsiva, conquistadora es la que va a estar bloqueada porque no va a poder reflejar esa capacidad. En el medio nosotros, nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestras emociones viscerales e inconscientes involucradas en un proceso por demás desestabilizador y confuso.
Cerca del 5 de junio, escribía sobre el eclipse de Luna en Sagitario: «En cuanto al virus que nos afecta, puede ser un día de muchas muertes y altos contagios porque Géminis tiene influencia sobre los pulmones y el Sol sobre todo el cuarto chacra (corazón y pulmones). Se sabe que este virus afecta la entrada de aire a los pulmones por la complicación de la neumonía, que produce edema pulmonar (entrada de líquido a las membranas respiratorias). La luna llena sube las aguas y afecta notablemente todos los fluidos corporales, por eso nos irritamos y estamos emocionalmente inestables, rebasados, llenos, cansados, hartos. Es un final de finales en es aspecto sagitariano de nuestra vida, mucho más si tenemos la luna natal ahí.»
¿Se acuerdan del caso 98? Revisen las fechas y verán que la juntadita que produjo el desborde menduco fue ese fin de semana. Ahora la cosa parece más calmada, pero en las vísperas de un eclipse todo lo que parece, no es. Y esto resulta por la conciencia y las emociones eclipsadas. No pensamos bien, no sentimos bien. Hay un desbalance energético que perciben todos los seres vivos del planeta porque las partículas elementales de todo lo creado tienen un espacio vacío que se alimenta de la energía de los campos electromagnéticos a los que, a su vez, retroalimentan.
Yo sé que todos quieren que las cosas mejoren. No tengo muy buenas noticias porque lo único que va a mejorar es que somos un poco más conscientes de la necesidad del servicio a los demás y tenemos otra visión moral y religiosa de la vida. Ateos, gnósticos y redentores mesiánicos empezarán a brotar por todos lados.
¿Qué parte de la vida se nos va a eclipsar? Todo lo que se encuentre en el espacio Géminis de la carta natal.
Si no tenés la tuya, escribime:
Obviamente que los más afectados van a ser quienes tengan el Sol o la Luna en esos dos signos. Pero a todos nos afecta de alguna manera.
Te detallo signo por signo, empiezo por los eclipsados y al final unos consejitos astroterapéuticos generales:
Géminis: Por encontrarse Venus opuesta a Urano y la Luna eclipsada, una buena y una mala. Ideal para amores y romances «fuera del sistema» (que viene cayéndose a pedazos). Malo para las relaciones blanqueadas. Desacuerdos y posibles finales. Sentimientos erráticos sobre las relaciones. Los matrimonios entran en etapa de dificultad, las convivencias también. Hay un impulso exacerbado al amor libre. Cada uno que lo juzgue como le quede cómodo.
Cáncer: Un gran deseo de transformación emocional puede llevarlos a situaciones peligrosas y excesos evasivos. Cuidado con el alcohol, los psicofármacos, las drogas ilegales, la velocidad y las caídas. Propensos a accidentes. ¡No se automediquen, por favor! Regidos por la Luna siempre los eclipses lunares los voltean. No se depriman, ya pasa. Tómense mejor un té, caminen descalzos o jueguen con tierra.
Leo: Verán que son buenos en nuevas habilidades que les permitirán ingresos extras, cambios de trabajos o ascensos. Igual, tranquilos, no se suban a la montaña rusa del ego que en diciembre Saturno y Júpiter pasan a Acuario y los van a bajar de una patada.
Virgo: El entorno de amigos se renueva, llegarán nuevos o volverán algunos que habían quedado en el pasado. Renovación en todo y en buena hora.
Libra: se sentirán colapsados de obligaciones sociales. No tendrán mucho tiempo para el descanso y la vida de hogar se les volverá en contra. Necesitarán “aire”, incluso aquellos que no tienen obligaciones.
Escorpio: Con Venus y Mercurio, el regente del eclipse, en su signo, buscarán aventuras sexuales. Sienten que tienen todo bajo control, ojo porque se pueden enamorar. O al menos eso es lo que pensarán. Pueden tener sueños premonitorios o sensaciones extrañas. Presten atención porque estarán percibiendo más de lo normal. Sigan la intuición.
Sagitario: estarán bloqueados, literalmente. No encontrarán la manera de salir de donde sea que estén a disgusto y esto se prolonga hasta mediados de diciembre. Paciencia, alguna vez les tenían que poner un límite. No lo aceptarán fácilmente y por eso habrá discusiones, ansiedad, temor. El deseo de poder negado hace estallar el caparazón idealista. Complicado para los que tienen 18, 36 y 54 años. Tienen retorno nodal y los eclipses les afectan particularmente en la personalidad, la identidad y la pareja (entendida como un espejo y que, en tiempos de eclipse, sólo refleja sombras). El panorama se les despeja recién en marzo.
Capricornio: siguen todavía con la triple conjunción Plutón-Saturno-Júpiter, pero ya en el final. El eclipse les afectará los recursos y la relación con compañeros de trabajo, hermanos y vecinos. No pidan créditos. Habrá restricciones bancarias (esto último cuenta para toda Argentina).
Acuario: Urano, su regente, está alborotándoles los nervios por temas familiares, posiblemente hermanos. El trabajo en casa los agobia y estar todo el día conectados hace que trabajen en exceso y puedan estresarse. Se sentirán con poca energía. Descansen o búsquense una pareja Leo, que vienen sin sobresaltos económicos y de paso son extravagantes como ustedes. Estén dispuestos a ceder el protagonismo unas semanas, ya que a fines de diciembre les llega la hora maravillosa.
Piscis: Tendrán que resolver temas familiares de índole emocional. Reclamos, deudas, juicios, viejos rencores. No se hagan muchas ilusiones, no es un período para fantasías idealistas. Tendrán que hacer pie aunque no les guste que el agua les llegue al cuello. Estarán apáticos y con pocas ganas de hacer cosas.
Aries: Marte y Kirón están abriendo heridas. Si tienen que operarse, esperen unos días. Tengan cuidado con los cuchillos, tijeras y elementos cortantes. No se hagan los valientes porque les va a doler. No peleen porque se van a arrepentir. No empiecen juicios porque los van a perder.
Tauro: Cuiden su cuerpo, no se descuiden ni expongan. Están bastante apáticos y malhumorados. Atinen, que ya se pasó el mes de Escorpio, no tienen excusas para los dolores de cabeza, el cansancio y el malestar. Paciencia en casa.
Para todos:
- No discutan, recuerden que LO QUE TERMINA EN ECLIPSE TERMINA PARA SIEMPRE Y NO HAY VUELTA ATRÁS.
- Si pueden, hagan ayuno de sólidos o coman liviano para que la energía no se les estanque o ensucie. Tomen mucha agua y prefieran las frutas y verduras crudas a otro tipo de comidas ese día. Las carnes usan mucho líquido corporal para digerirse, no sería lo más adecuado. El ayuno de noticias también es muy aconsejable. Empiecen el domingo al ponerse el Sol hasta el lunes al anochecer, ya que el eclipse es de madrugada.
- No hagan actividad física, hay demasiada energía física alterada y se pueden descompensar. Idem anterior: desde domingo en la tarde hasta lunes en la tarde.
- El pensamiento va a ser «oscuro», no dramaticen, es un efecto secundario, por eso es mejor que no se fíen de tener razón, lo más probable es que estén equivocados.
- Desconecten del «afuera» y conecten el «adentro».
- Cuiden la lengua, no se metan en discusiones ideológicas, no generen chismes, no alenten rumores y no armen puterío. El desastre total será la consecuencia, quedarán en el medio y mal parados. El silencio es la mejor opción en temporada de eclipses, al final les digo qué hacer para no quedarse atragantados con las palabras.
- No pidan préstamos, no se endeuden y olvídense que tienen una tarjeta de crédito. Va con onda. Vienen tiempos complicados.
- Es un eclipse de aire y fuego, una bomba a punto de estallar. Métanle tierra, por favor. Sean realistas, no idealicen, no tengan expectativas altas, no se confíen. Caminen descalzos, usen cuarzos y jades en bolsillos, carteras y accesorios. Prendan lámparas de sal si las tienen y eviten los sahumerios y esas cosas que se «queman».
- Aprovechen para limpiar, tirar, sacar de su casa lo que ya no sirve. Ordenen, hagan lugar, cambien las sábanas.
Ritualito bonus track: escriban una carta expresando todo lo que quieren sacar de su vida. No hagan una lista de cosas, personas o circunstancias. Escriban una carta con destinatario (puede ser cualquiera, incluso el Universo, Dios, la inteligencia suprema, hasta ustedes mismos), sean duros, escriban todo lo feo, lo que no les gusta, lo que quieren cambiar, lo que les duele, todo. Bien larga, bien detallada, bien dura. No la relean, no la repasen, no la piensen. Escriban como si estuvieran vomitando todo. Luego la queman y las cenizas las tiran al inodoro para que vayan al mismo lugar que va toda la mierda, literalmente. Es muy liberador y le debo el recurso a Silvia Ferrara, biodecodificadora emocional. Contáctenla si necesitan cortar vínculos con el pasado y resetear su vida: (263-4595883).
La semana que viene les cuento sobre Venus, que va a tener protagónico en los próximos meses.
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Que sea con la mayor paz que sean capaces de vibrar.