Te sentís tan chiquito al lado de las enormes manecillas de ese reloj, que te corre cada segundo más rápido. Y hay enormes riesgos en cada milímetro que esas agujas viajan. Porque hoy estas así, abandonado a la deriva de las horas, tratando de acortar los días y buscando la fortaleza en donde no se halla. Una manecilla y otra más, y vos corriendo entre ellas, tratando de que no te golpeen. Pero no podes y una de ellas sacude directamente tu cabeza y te hace caer.
Silencio ensordecedor.
Salís a la calle esperando encontrar un rostro amable que te muestre el camino indicado de vuelta a eso que alguna vez amaste. El uso de la palabra “amor” en una seguidilla de textos suena muchas veces trillado y otras veces hasta inesperado. Pero lo bueno de usar una palabra tan fuerte es que cada individuo, dentro de su mente, viaja a los rincones más recónditos de su propia memoria y divaga sobre el momento en que empezó a amar, sobre el momento de plenitud de amor…y muchas otras veces sobre el momento en que perdió el amor.
Amar algo más allá de todo. Podemos amar más allá de los parámetros normales, podemos amar distancias (como también odiarlas) podemos amar lugares y personas en general. Es solo una palabra, pero para cada uno individualmente, significa lo más recóndito de su ser expuesto a la vista de todos.
Y entonces despabilas.
Estas tirado en el suelo de un reloj que sigue moviéndose a una velocidad inusitada. Todo fue un delirio de un golpe del tiempo. Un recuerdo vago y repentino de las memorias que, muchas veces, necesitamos volver a vivir para tener un ápice de esperanza en esta carrera contra las agujas del reloj. Esta carrera que nadie nos invitó a correr… pero que sin querer ya estamos corriendo.
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El hombre de ningún lugar
El año pasado escribíamos:
Crónicas de un estudiante universitario parte 2
Diem: Hace poco comencé a leerte y es la primera vez que comento una nota tuya.
Maravilloso. Tus letras han llegado en el día correcto. Igualmente debo decir que aunque muchas veces uno pone mucho empeño en definir al amor como un todo en lo que nos rodea, hay un amor que siempre brilla de manera deferente y es el que nos hace sentir un ser especial para alguien más…
Poder compartir un momento tan sencillo como especial con esa persona que sentimos que nos complementa, debe ser hermoso, y te soy sincera, eso es algo que ya he olvidado como se siente…
Excelente tu nota… Un Abrazo!
y cuando lo tuviste… con todas las letras… cómo hacer para confiar en tener ese estado de nuevo???
Soy pesimista en esto… no creo que otra persona alguna vez me haga revivir el amor que alguna vez sentí… Sería posible??
La leo y nos recuerdo esperandola a «ella» en ese cafecito recoleto de E. Civit….. Siempre grande hermano Diem!