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Hermosa persuasión

Levantarse a la mañana siguiente y no recordar nada del día anterior. Dejar todo al libre albedrío, hacer las cosas por el lado sencillo o por el lado erróneo, total no habría pecados que pagar.

¿Será víspera de alguna fecha en especial? ¿Estaremos en una de ellas? ¿Nos habremos saltado alguna? Quién sabe. El reloj solo es testigo de lo que la memoria deja. Porque el reloj seguirá su curso, la memoria se reiniciara al día siguiente.

Olvidar al ser amado, o amar a alguien en un solo día ¿Es eso posible antes de que la memoria lo borre por completo? ¿Se puede amar a alguien en menos de un día? Que pregunta la mía: se puede amar a alguien sin siquiera conocerle.

Ahí están los pros y sus contras tirados en la mesa, sus hipótesis dadas vueltas a la vista de todas las personas. Pero nadie le presta atención, están todos demasiados ocupados exprimiendo las 24 horas limites que la memoria le impone. Se conocen una y otra vez, se saludan una y otra vez, se besan una y otra vez.

¡El tiempo! ¡Se acaba el tiempo y con él la memoria! Y ahora que será de ellos ¿Como sigue la historia?

El miedo es general. Todos vuelven a sus casa sin pensar en el mañana, tratan de recordar lo vivido…tratan de recordar los recuerdos.

Y él ahí, con la verdad en la mano. En silencio. Sin entrar en pánico. Mirándolos a todos y sonriendo levemente. Observando al cielo y contemplando las estrellas. A él también se le va a borrar la memoria en un par de horas; pero está tranquilo. El tiene el secreto (lo tuvo desde muchos años) y lo comparte. El secreto esta debelado, pero la gente solo quiere vivir. La gente apurada lo esquiva y sin darse cuenta también esquiva el secreto. Eso debelado siempre frente a ellos.

Deja de observar las estrellas y vuelve la vista a la solución eterna, un cuaderno completamente escrito en renglones y márgenes, donde se lee: “Es cuestión de apreciar las cosas chicas de la vida. Lo demás es aire, puro aire. Tomar la hoja, el lápiz y dejar en claro que mi memoria se pierde, pero mis experiencias existen tan vividas y cercanas como estas letras que escribo hoy, que escribí siempre y que escribiré por el resto de mis días para recordarme de que el recuerdo no es todo, que la vida sigue mas allá de lo que hice el día anterior. Una vez más la verdad que el espejo calla y la memoria que el reloj entierra esta a la vista de todos en estos cuadernos….pero una vez más…la gente sigue siendo gente”

Cierra el cuaderno, acomoda la cabeza sobre sus brazos y tiende el cuerpo en suelo. Cierra los ojos, se duerme y pierde la memoria por completo.

Al despertar los escritos le recordaran solo una cosa: que está vivo y que lo demás…es aire.

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