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La misteriosa desaparición de Sergio Dimaría

Sergio Dimaría nació el 7 de noviembre de 1957 en Maipú. Se crió entre viñedos y callejones y aún así egresó en 1980 del Instituto de Periodismo de Mendoza. Durante los primeros años de su carrera trabajó en Radio Nihuil junto al imberbe Ricado Mur y al delgado Marcelo Sicilia. El programa que hacían los tres se llamaba “Amanece en Mendoza” y era un rústico noticiero en vivo, cuyas noticias salían ellos mismos a cubrir durante la jornada. Al Cacho lo hacíamos ir en bici a todas partes, nos cuenta Ricardo entre risas. El Checho siempre fue algo místico, algo extraño, comenta Marcelo.

El tiempo pasó y Cacho pasó a la cabecera del programa, poco a poco se comenzó a notar en el aire la rispidez entre Ricardo y Sergio.

Eran dos pendejos divinos, solo que el Checho siempre le gustaba ganar y el Ricardo era buenísimo en todo, así que siempre uno terminaba re caliente y el otro triunfador. Cuenta Marcelo, quien era como el que mediaba las aguas.

Llevando dos años de programa radial, Canal 9 contrata a Ricardo para su edición matutina. Meses después Canal 7 lo contrata a Sergio. Haber sido el segundo una vez más produjo la ruptura definitiva de Mur – Dimaría, para siempre.

El trabajo de Sergio fue permanente y constante. No faltó ni un día durante 17 años, hasta 1999. En 1999 Sergio comenzó a ponerse misterioso y hablar sobre el fin del mundo.

Estaban en boga las teorías de que la tierra se acababa en el año 2000. Todos los periodistas sabían de Nostradamus, Horangel y cuanto profeta de turno se pusiese de moda. Pero el ahínco de Sergio por nutrirse en este rubro excedía los límites de lo normal.

En Julio del 99 viajó a Alemania a una convención de ciencias ocultistas donde se iba a llevar a cabo el debate más serio de la historia sobre l fin del mundo. Al debate iban celebridades como Tomas Johnson (presidente del CERN), Mika Rudamel (fundador de “Los profetas de la nueva era”), Kurt Novoselik (miembro honorario del Museo Smithsoniano) incluso el Papa Juan Pablo Segundo. Ahí estaba Sergio participando activamente de los debates. Según se comenta, las teorías que más captaron su atención fueron las referidas a invasiones extraterrestres o visitas de otros mundos.

Sergio en la convención de ciencias ocultistas junto a Tomas Johnson, Mika Rudamel, Kurt Novoselik, Ernesto Lambrusco, Michael Jackson Five, Maria Teresita de Thomsonyer y Pepa Hongo

Esta conclusión cierra perfectamente ya que en Septiembre de ese mismo año fue a una presentación sobre un nuevo estudio que se había hecho sobre el incidente alienígena en Rowell. Sergio estaba fascinado con los objetos voladores no identificados.

En Noviembre del 99 se inscribió en la facultad de ciencias extraterrestres en Córdoba. En Marzo del 2000 debía comenzar el cursado de la licenciatura en ciencias extraterrestres… hecho que nunca sucedió.

Los comentarios sobre el fin del mundo y las invasiones extraterrestres que Sergio vaticinaba en vivo pasaron de la jarana y el chiste a un asunto serio y preocupante. Los compañeros del Canal 7 no sabían como levantarle el ánimo al preocupado periodista. Cada día su cara era peor y sus comentarios más serios y profundos. La paz que transmitía su mirada se había transformado en una tragedia. La audiencia comenzó a temer que Sergio supiese algo más, que ocultaba algo, se presentía en cada edición del noticiero que Sergio estaba más y más preocupado. Al final de cada programa daba un mensaje de paz extraño y terminal, siempre haciendo referencia que ese fin de año el mundo tal cual lo conocemos iba a dejar de existir.

A principios de diciembre del 99 el asunto se agravó y llegó hasta las autoridades del Canal 7 que decidieron tomar cartas en el asunto. Sergio estaba angustiado y cada día más comprometido con su causa y sus ideas de invasiones, ataques y abduciones colectivas. Entonces decidieron darles unas “vacaciones anticipadas”, que se tomase un par de meses y que volviese en Febrero del 2000, cuando todo el vendaval del fin del mundo acabase.

En contra de lo que Sergio quería, se tuvo que marchar del canal. Vacaciones obligatorias para periodista estrella del Canal 7. Y fue desde ese mismísimo día que no se supo más nada del “muchacho de la mirada jesucrísitca”, como lo apodaban sus colegas y amigos.

Ya recluido decidió escribir un libro que luego de su lanzamiento, al otro día «misteriosamente» se agotaron y desaparecieron de las góndolas del Super Vea.

La última vez que se lo vio fue en su casa de San José, bajando de su camioneta pesados equipos y computadoras muy raras, aparatos extraños y muchos cables, la madrugada pasada a su licencia del canal 7.

«El Sergio era un muchacho buenísimo, hasta que empezó con eso de los ET y esas cosas y se puso raro», nos cuenta Elvira, una de sus vecinas del barrio Los Ceibos de San José.

«La última compra que me hizo el Checho fue de doce packs de cocas de 2 y cuarto y muchísimo chocolate. Él era fanático de la Coca y el Cofler, ¡esa compra era como para tres meses jajajaja!» , ríe melancólico Don Julio, dueño del almacén del barrio de Sergio. Nunca más lo volvía a ver… muchacho extraño ese, concluye Don Julio.

«Los guachos del Sergio estaban todo el día callejeando, desde que el se puso rarito dejaron de salir. Un día le pregunté a uno de los pibitos porque no salían a la calle y me contestó que estaban por hacer un viaje muy complicado, que debían entrenar y prepararse. Era extraña la familia Dimaría», no cuenta Sebastián, otro de sus vecinos.

Actualmente en la casa de Sergio no vive nadie, pareciese como que hace más de 10 años nadie ha entrado ni salido de ahí. Decidimos dividirnos tareas con el equipo de El Mendolotudo, todos por separado, y una vez que nos juntamos los que cada uno consiguió no deja de sorprendernos.

Una de las chicas fue la encargada de preguntarles a los vecinos, lo que ya comentamos son los resultados de lo que la gente le dijo.

Bomur fue al Registro Civil, para revisar los archivos de los difuntos y ver si Sergio aparecía entre ellos. Afortunadamente ni él ni nadie de su familia directa aparece entre los archivos de los muertos.

Conep fue a visitar los archivos de la policía, para ver las denuncias que se habían hecho en San José en diciembre del 99 y fue en este punto donde nos quedamos boquiabiertos. Vamos a resumir las denuncias de la noche del 9 de diciembre de 1999, a solo dos días de la licencia de Sergio. Hemos cambiado nombres, por las dudas.

“la sra. Marta Pérez llama a la seccional a las 23:15 hs aproximadamente comentando que se ven luces extrañas en el cielo, se manda un móvil hasta la locación”

“Juan Fernandez, vecino del barrio Los Ceibos asegura haber visto una luz que giraba a unos diez metros del piso, como si fuese una calesita voladora, según sus propias palabras. Se le informa a un móvil que está yendo en esa dirección por otra denuncia”

“el sr. Julio Juarez denuncia escuchar ruidos espantosos y atronadores cerca de su negocio del barrio Los Ceibos, mandamos un segundo móvil a la zona”

“la familia Araniti llama para denunciar una baja en la electricidad que ha quemado todos sus artefactos eléctricos”

“la familia Bustamante denuncia que no tienen luz, que se cortó de repente y que llaman a Edemsa y no toman su denuncia ahí. No hay luz solamente en esa zona”

“la sra. Celeste Ponce nos llama para que mandemos a los bomberos o emergencias, dice que está corriendo un viento muy fuerte y que están temblando las paredes. Se acude a bomberos voluntarios, ya que el viento en teoría es solamente en esa zona”

Conep también consiguió los audios de las radios de los móviles que mandaron esa noche.

“124 Gómez, Gómez al habla, hay un objeto volador extraño sobrevolando la zona, estamos a unas diez cuadras del mismo, comunicar con FFAA”

“atento Gómez, atento Gómez, las FFAA comunican no haber ningún tipo de habilitación, procedan a la zona”

“124, 124, estamos a unas cuadras y parece que el móvil ha sufrido un desperfecto técnico, se nos ha quedado sin batería, procederemos a pié, favor de mandar otro MM”

“atento Gómez, atento Gómez, aguarde por el móvil, no proceda, repito no proceda”

“124, 124, debo de proceder igual, la luz de ha cortado en la zona y hay un viento muy fuerte, el objeto esta bajando hacia una casa a dos cuadras y la gente esta aterrada, es mi deber, procedo, manden MM”

“Gómez, no proceda, Gómez…”

“…”

“Gómez”

“…”

“124, 124, estamos a media cuadra del objeto volador y se está elevando”

“Gómez, mandamos otro MM y también se ha quedado sin electricidad a pocas cuadras, observe en la zona, debe haber un objeto que este perjudicando la corriente”

“124, 124, el objeto se está elevando, debe de estar a unos 200 o 300 metros ya, no podemos localizarlo. Está como suspendido en el aire, pareciese un gran helicóptero pero no hace ruido, solo emite luz. ¡Se va se va! ¡124 acaba de desaparecer en un instante!”

“Gómez el MM arrancó, esta llegando en unos minutos, no proceda solo”

“124 124, la luz ha vuelto, la ráfaga de aire que ha despedido el objeto ha roto vidrios y puertas, aparentemente estamos en la dirección sobre la que se posó. No hay heridos”

“Gómez se está dirigiendo SS de emergencias. Atento a bajas atento a bajas”

“124 124, no hay bajas, hay una casa solitaria, que aún tiene las luces apagadas. Es donde más cerca estaba el objeto. No atiende nadie, necesito una orden para incesar y refuerzos”

Lo siguiente es lo que sabemos. El teniente Gómez ingresa al domicilio de Sergio Dimaría con los oficiales Crisafulli, Reggio, Perinetti y Frate. Secuestran todos los extraños aparatos que aún estaban en funcionamiento y no hallan rastros de la familia Dimaría. Nunca más.

Vamos a seguir investigando, pero las conclusiones están a la vista. Sergio Dimaría desapareció junto con su familia y nadie más ha sabido de él. Ricardo Mur dice no saber de Sergio desde 1998, cuando se dejo de juntar porque estaba obsesionado con los aliens y esas boludeces, según sus propias palabras.

Creer o reventar, pero esto paso en Mendoza… a un mendocino como vos y comos nosotros. Por lo pronto nosotros lo inmortalizamos en una estampita y se las regalamos.


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