/Los cuentos que Diem Carpé cuenta: De tus labios

Los cuentos que Diem Carpé cuenta: De tus labios

kissfrom

¿De qué me vale llenar los días de ocupaciones para no pensar; si por las noches llevaré un pensamiento tuyo por cada estrella que brille en el firmamento?

¿Y será qué es de noche en este momento? ¿Será qué las musas salieron de donde quieran que hayan estado ocultas, para largar estas letras a los aires de mi habitación? Habitación ahora vacía. Y créeme que hubiera preferido que se queden ocultas. Es que hoy pago con ausencia la vuelta de mi arte. Y no es así como lo hubiese querido nunca. Jamás.

Es que a veces te pienso con los ojos cerrados, y  te imagino etérea como nadie. Única como la luz que emanaste siempre. Pero a la vez lejana. Tan lejana que ahora sólo te encuentro entre mis sabanas al soñarte. Y nada más.

Tristemente, nada más.

Vuelvo a abrir los ojos y recuerdo tus labios cuando se movieron para darme el último beso. Ese beso; el primero que no fue dulce de tu boca. Era amargo, era salado…eran lagrimas mezcladas en aquel roce de tu boca con la mía…

Cierro los ojos una vez más y pienso por dentro, lo mucho que valió la pena lidiar las últimas disputas, créeme. Valió la pena la otra oportunidad, siempre. Porque con cada segundo que compartíamos en las buenas, curábamos cada hora que pasábamos en las malas. Pero ya sabes, querida: no hay fotografías de los momentos malos.

No pienso presentar las armas, porque lo nuestro no fue una batalla. No podría pensar jamás en decir que lo nuestro fue una pelea.  Y sé que tus labios nunca dirían algo similar.

¿Es qué toda esta noche se trata de tus labios?

No, no lo creas. Te recuerdo entera. Y te recuerdo eterna.

Abro los ojos una vez más y miro las agujas de mi reloj. Ya es hora de acostarme.

¿De qué me vale llenar los días de ocupaciones para no pensar; si por las noches llevaré un pensamiento tuyo por cada estrella que brille en el firmamento?

Espero que hoy la noche sea pura estrella. Quiero recordar más que un pensamiento, quiero recordar más que tus labios. Porque esta noche cuando me acueste, quiero encontrarte entre mis sueños; tocar el timbre de tu departamento e invitarte a charlar. Aún hay algo más que puedo hacer.

Aún hay algo más que debo decir.

ETIQUETAS: