Tanda de madrugadores, les escribo para contarles que tuve un sueño re feo. Me levanté de golpe y hasta casi que me olvido de afeitarme y me dejo el bigote de nuevo. Todo esto pasó anoche, luego de una asado atómico que me comí, por lo que supongo que puede haber sido producto de los excesos en la ingesta de alimento y vino.

El tema es que estaba en Murdor, algo así como el «alter ego«, la otra cara de mi mundo feliz y risueño. Murdor es una tierra hostil y despiadada, llena de peligros y cosas malas. Ahí es donde tengo pesadillas cuando me he mandado alguna macana o cuando me salen mal las notas. Bueno, el más malo de Murdor es Nuevvon un manso 9 todo en llamas que me vigila y me quiere eliminar a toda costa.

Nuevvon me miraba y no paraba de tirarme mala onda y llenarme de inconvenientes, no saben que feo, la «tanda de madrugadores» se había transformado en una tanda de orcos que me venían a dar una re paliza. Fue espantoso, me levanté asustado, transpirado y agitado.

¡Dejame de molestar Nuevvon! ¡No te tenemos miedo!