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Todas esas cosas que nos hicieron creer… y creímos

Cumplir años nos pega a todos de diferentes maneras, y no hablo del faso señores, hablo de la forma en que pasamos este acontecimiento detestable para unos y esperado para otros.  Hay quienes sienten que no significa nada, otros festejan todo el mes, hasta quedar inconscientes… A mi a días antes del suceso como que me empieza a caer la ficha de ciertas cosas. Este año por ejemplo me puse a pensar en lo que nos hicieron creer desde pibes, ya sea nuestros viejos, abuelos, los maestros, o cualquier mayor que teníamos rondando cerca.

A días de cumplir 23 pirulos, entre la organización del festejo y la rutina de siempre me puse a pensar, cómo pensamos los mendolotudos, cómo nos meten en la cabeza ciertas ideologías, ciertos pensamientos retrógrados y me doy cuenta la cantidad de contradicciones que nos crean. Esto se potencia con la frutilla del postre haciendo honor a ser argentinos y  argentinas, pero no sólo eso sino que pa’ colmo somos menducos y menducas, o sea nos creemos la últimas coca cola en el desierto, somos caretas, pero en realidad eso es un mecanismo de defensa para no mostrar el miedo que nos da penar distinto y quedarnos solos.

Nos hicieron creer que el “gran amor” sólo sucede una vez, generalmente antes de los 30 años, si te pasas ya en el caso de ser mujer sos una solterona, y en el caso de ser hombre sos un viejo choto. No nos contaron que el amor no es accionado, ni llega en un momento determinado.

Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una fucking naranja, y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad ¿WTF? No nos contaron que nacemos enteros, que nadie en nuestra vida merece cargar en las espaldas la miserable responsabilidad de completar lo que nos falta. Las personas crecen a través de la gente. Si estamos en buena compañía, es más agradable.

Nos hicieron creer en una fórmula llamada “dos en uno”: dos personas pensando igual, actuando igual, sintiendo igual que era eso lo que funcionaba. No nos contaron que eso tiene nombre: anulación. Que sólo siendo individuos con personalidad propia podremos tener una relación saludable.

Nos hicieron creer que el casamiento es obligatorio, y que los deseos fuera de término deben ser reprimidos. Nos hicieron creer que los lindos y flacos son más aceptados y amados.

Nos hicieron creer que sólo hay una fórmula para ser feliz, la misma para todos, y los que escapan de ella están condenados a la marginalidad. No nos contaron que estas fórmulas son equivocadas, frustran a las personas, son alienantes, y que podemos intentar otras alternativas. No nos contaron que somos “individuos”, o sea indivisibles y distintos. Ah, tampoco nos dijeron que nadie nos iba a decir todo esto.

Cada uno lo va a tener que descubrir solito. Y ahí, cuando estés muy enamorado de vos, vas a poder ser muy feliz y te vas a enamorar de alguien.

“Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor… aunque la violencia se practica a plena luz del día” (John Lennon)

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