/Pequeñas escenas innecesarias sobre un oficio inútil

Pequeñas escenas innecesarias sobre un oficio inútil

Cada uno en su oficio puede alabar a Dios.”
Miguel de Cervantes

Escena 1

El telón rojo, de terciopelo, está cerrado.

Lentamente, con cierta majestuosidad, se abre.

El escenario está vacio, a excepción de un globo, de color amarillo flotando en el centro del sitio, la luz es blanca, difusa, con ciertos aires melancólicos.

Se escucha una voz en off, narrando con un tono bajo, seguro e hipnótico.

..Es algo sin sentido este oficio, este trabajo tedioso indecente y engañoso de manipular letras, palabras y cosos, armarlos como en un panóptico dentro de en un caleidoscopio.

¿De que sirve un oxímoron ante un cortocircuito?… ¿O a un caño roído por los pericotes lo tapamos con hipérboles? ¿Lo solucionamos con una anáfora?… ¿Una paradoja es mejor que un Clonazepán para ayudarnos a dormir?….

Las palabras, de por si, son como pequeñas alimañas venidas del espacio exterior, que toman la forma de ideas y el dizque unidor de pensamientos, llamado escritor, es un mero médium, las va armando como puede y como piensa que se debe.

El globo explota, en cámara lenta, sin arrepentirse.

El escenario queda vació, pero no solo.

La voz en off sigue narrando

Hombre al agua, no sabe nadar, lo asolan barracudas, tiburones y peces voladores…¿De que sirve una metáfora, de que ayudaría?

Se rompe el pituto verde que está dentro del calefón y sale gas y corremos el riego de una explosión termonuclear… ¿Lo arreglamos con una onomatopeya? ¿chiquibúm chiquibúm y sanseacabó?

¿Una sinestesia puede curar una muela podrida y dejarla reluciente como mármol tibio?

¿Una elipsis destapa un pozo ciego rebosante de mierda?

¿Una antítesis puede cambiar un foco quemado, peinar con gomina a un tanguero merqueado, hundir los pies en una palangana con salmuera y batiscafos?

Lentamente, de la nada, se va inflando otro globo, está vez de color verde, un tanto azulado; se queda ahí, expectante como un depredador en la espesura. Un moscardón revolotea cerca y el globo resulta ser carnívoro. Se lo devora en un segundo atroz y azul.

El telón se va cerrando.

Nadie aplaude porque no hay nadie.

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