/Pequeño estudio sobre cornudos

Pequeño estudio sobre cornudos

.Partiendo de la base que los cuernos son como el cáncer, impredecibles, le pueden tocar a cualquiera, a los generosos o a los egoístas, a los machistas o a los pelotudos, a los bien dotados o a los manicitos; y que no hay vacuna, ese antiguo mito de que hay que fifarlas tupido para evitar los cuernos, ha sido desmitificado por infinidad de cornudos que quedaron celestitos de viagra antes de descubrir sus protuberancia. Pasaremos a elaborar la lista de clases de cornudos que habitan nuestro suelo.

El cornudo indigno.

Es el cornudo que persigue a la trola rogándole “restaurar la relación”, confunde victima con victimario y se siente culpable y pide perdón por ser cornudo (?), luego de esto, saca turno con un locólogo.

Es más común de lo que se cree y habita preferentemente en gentes de clases medias altas, políticamente correctas, ecologistas y adoradoras de París aunque veraneen en Orlando y le gustan las películas chinas e iraníes.

El cornudo digno.

El hombre entiende claramente que lo que pasó es por haberse entreverado con una puta, hace esa mínima autocrítica y acto seguido, caga bien cagado a palos al amante, toma sus cosas y se va de la casa sin decir nada. Cuando se le pregunta no dice nada que revele la putez de la ex.

Habita en los mismos parajes que el anterior, aunque se lo ha visto también en clases medias medias y excepcionalmente en clases medias bajas, pero a diferencia del indigno, generalmente es apolítico y poco informado, se caga en la ecología y le gustan las películas de Stallone.

El cornudo boludo.

Todos a su alrededor saben que es cornudo, no por perspicaces, sino porque la puta no oculta sus aventuras. Se parece a Cornicheli, aquel de matrimonios y algo mas, no se daría cuento de su condición aunque vea a la trola empalada por John Holmes. Como es de esperar, habitualmente elije putas con cara de putas.

Habita especialmente en los barrios del conurbano, y tiene un trabajo que le lleva muchas horas, para ganar un poquitín más que los vecinos, esa mínima diferencia de ingresos hace que la puta no lo deje, sabe tener un auto un poquito mas nuevo que los vecinos, pero lo usa rara vez, ideológicamente lo podemos equipara a esa cosa amorfa que denominan “la gente”.

El Cornudo depre.

Cree que es el único cornudo del planeta, no encuentra salida a la angustia y se dedica a recitar su pesar a cada amigo que encuentra, obviamente éstos empiezan a escasear y es el momento en el que se caga de un tiro. Muy rara vez, alguno de estos ejemplares tiene un gesto póstumo de dignidad y también mata a la puta y/o al amante.

Habita en grandes ciudades y es empleaducho.

El cornudo despreocupado

Ningunéa el hecho y se lo toma en joda, cuenta su cornudez como quien cuenta que auto se ha comprado. Es el hazmerreir del barrio, mientras se cree el guacho pistola del condado. Sabe llorar solo en las noches, tener pesadillas y enuresis nocturna.

Habita en barrios de clase media y es habitualmente un tipo con poca calle.

El cornudo despechado

Luego de constatar que es corneta, el despechado vive solo para demostrarle a la puta lo que se perdió, se mete al gimnasio, aprende a bailar tango, se compra una moto, se hace rico, viaja a Papeete y emprende un sinfín de actividades que nunca antes hizo. Todo lo que hace está hecho para ser visto por la puta, para que se retuerza de arrepentimiento. En general, a la puta le chupan un huevo todos estos esfuerzos, porque está dedicada a garchar como chancho prestado y ni se entera de los esfuerzos del despechado.

Habita en todas las clases sociales y en todos los estamentos geográficos y en todo el espectro ideológico.

El cornudo genial

Esta rara especie existe aunque la ciencia ortodoxa lo niegue, es el tipo que al corroborar su situación, se saca la puta de encima sin un mango, se queda en la casa y al poco tiempo está de novio con una de dos sotas menos, linda, fiel y agradecida. Es la clase de gente con esa rara capacidad de transformar cualquier desgracia en ventura. Yo vi uno una vez, que además, cambió su rural diesel por una cupe deportiva.

Como toda “rara avis”, su aparición es impredecible y no se sabe nada de su hábitat.

El cornudo incestuoso

Esta variante, tremendamente extendida, aunque ocultada por vergüenza en la mayoría de los casos, es aquel cornudo que es cuerneado por un familiar directo. Los cuñados y hermanos son terribles, aunque se han reportado casos de cuerneados por tíos, sobrinos, padres y hasta abuelos.

Esta variedad de cornudo habita en los extremos sociales, en las clases más altas y en las más bajas. En las clases altas la promiscuidad llega por aburrimiento, en las clases bajas porque todo les chupa un huevo, hasta que la puta sea esposa del padre. Los primeros lo viven al principio con el placer de lo prohibido y luego con culpa, los de abajo, no saben qué es “prohibido” ni qué es “culpa”.

El cornudo propiamente dicho.

Vos lector canchero que se ríe de los otros.

¿Dónde esta tu mujer ahora?

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