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¿Porqué odiamos a estas 9 tipo de personas?

En el transcurso de la vida, cuando nos vamos haciendo grandes, a veces nos sentimos frustrados porque de las miles de expectativas que uno tenía a los quince años de todo lo que seríamos o tendríamos cuando fuéramos adultos, vemos que sólo se cumplen algunas. Muchas veces tenemos que elegir, y muchas otras la vida elige por nosotros.

Aprender a sobrellevar ese sentimiento es difícil, hay que saber perdonarse por haber dejado pasar ciertas oportunidades, hay que esperanzarse con las cosas que todavía pueden pasar aunque nos coma la ansiedad, hay que relajarse y gozar de lo que tenemos, que bastante esfuerzo nos ha costado conseguir. Al mismo tiempo, hay que hacerse a la idea de que no se puede todo en la vida y aunque no tengamos todo lo que las publicidades nos dicen que es indispensable tener, se puede vivir, ser pleno, ser único y especial, y sobre todo ser feliz sin varias de esas cosas.

Muchas veces en la alocada película de la que somos protagonistas, guionistas, directores, y hasta maquilladores, miramos todo desde el mismo ángulo, estamos muy ocupados intentando que sea taquillera,  e inconscientemente buscamos un anti-héroe para destacar nuestras maravillosas dotes heroicas. El problema con esta pelotudez hollywoodense es que nos olvidamos que nuestros coprotagonistas (e inclusive los extras que pasan por detrás), también están protagonizando sus propias películas. En realidad QUEREMOS olvidarnos. Perdemos empatía, perdemos las ganas de aprender de los demás, de ponernos en sus zapatos y construimos una muralla de odio porque, ¡cómo echarle la culpa de nuestros males y de nuestros fracasos a un compañero de penurias! Es mejor poner distancia, si es tan diferente, por algo será. Así, según nuestras conquistas conseguidas (o caídas del cielo), medimos al resto con una vara tan única y complicada como nuestra propia cabeza. Ejemplos sobran:

Soy un profesional

Todos los que no tienen título son unos vagos de mierda que no quisieron estudiar, o son boludos y no les da la cabeza. Odio a los que son inferiores a mí porque no reconocen mi prestigio, me dicen “señor” en vez de “doctor/ingeniero/licenciado” y se atreven a pedirme un consejo gratis, como si no valiera plata lo que uno sabe. A veces tengo que quedarme en el laburo una hora más para resolver ciertos problemas, y sin cobrar, pero resulta que a la secretaria ¡le tengo que pagar la hora extra! ¡Estamos todos locos!

Soy un hombre rico

Todos los que no tienen plata son unos vagos de mierda que mientras yo laburaba ellos querían fines de semana, vacaciones, tener familia, y encima vienen a pedir aumento de sueldo. Lo único que saben hacer mis empleados es pedir, con lo que a mí me cuesta mantener este negocio, encima que les doy trabajo se quejan, quieren estar en blanco y que les de dos uniformes completos por año. Decí que yo ya sé cómo tenerlos a raya, sino, no sería un hombre rico. Después vienen los milicos a pedirte colaboración, los mozos quieren propina, los bomberos con la rifa, los basureros con las bolsitas. Todos me quieren desplumar. Sin contar con el gobierno que te pide impuesto por esto, por aquello, escuchame, hasta me preguntan con qué plata me compré el yate y la casa en Punta. ¿No tiene derecho un laburante como yo a tener cosas lindas?

Soy flaco

Todos los que son gordos son unos vagos de mierda que no quieren salir a correr. Es cierto que yo no corro, y como todo lo que se me da la gana, voy a un tenedor libre y lo reviento, pero ¡qué desagradables son los gordos! Son torpes y antiestéticos, deben caerse todo el tiempo como en las comedias. Son seres inferiores que no pueden cerrar la boca. Encima hace calor y quieren estar las gordas en short-cito o en malla mostrando la celulitis ¡qué horror! Deberían prohibirles salir a la calle.

Soy radical

Todos los de otros partidos son unos pelotudos de mierda que no saben lo que es la política seria. Piensan que con las pelotudeces del socialismo, la demagogia del peronismo, la sectarización del PD van a llegar a alguna parte. Yrigoyen, Alfonsín, esos sí que eran  gente que pensaba en el pueblo, a todos los demás pelotudos que militan por un choripán deberían meterlos presos.

Soy casada/novia

Todas las que no son casadas/novias es porque son imbancables, feas, o putas. Les gusta andar con cualquiera, cuando no le andan echando el ojo al marido/novio de una. ¡Qué regaladas! Como si no costara tener que estar siempre depilada, bien vestida, en casa esperando que venga o que llame, encima hay que cuidarse de las trolitas compañeritas de trabajo, de facultad y hasta de las vecinas.

Soy rubio

Todos los que no son rubios son unos negros de mierda que si los ves correr por la calle, seguro que se afanaron algo. Nooo si Hitler tan pifiado no estaba, seremos lo que seremos pero seguro que un rubio  no te limpia el vidrio en el semáforo ni te arranca la cartera subido a una moto. ¿Sabés cada cuánto saca una negra la basura? Cada 9 meses. No sé qué será lo que nos convierte en mejores personas, debe ser algo en los genes. ¿Has visto a algún alemán haciendo algo malo? No quiero exagerar pero si hay algún rubio en la cárcel, debe estar injustamente condenado. O debe haber vivido rodeado de negros.

Soy varón

Todas las mujeres son boludas, manejan mal y no saben nada de fútbol. Y si hay alguna que rompe con una de estas leyes, seguro es incogible. Se quieren  hacer las liberadas, quieren trabajar, manejar empresas, opinar de cosas que no comprenden, mandar sobre nosotros. ¡Pobres! Mujer es la presidente por eso el país se va al carajo, con el marido estábamos mejor. Ahora con la liberación sexual, quieren ponerla todos los días y experimentar cosas nuevas… ya ni tengo energías para pasar por el puterío, a menos que me haga el caliente por cualquier pelotudez y me vaya dando un portazo.

Soy Argentino

Todos los que vienen de otros países (limítrofes) son unos negros de mierda que vienen a robarnos los puestos de trabajo. Ahí nomás se sacan el DNI y exigen escuela, tratamiento médico gratuito, planes, trabajo en blanco. Cuando te descuidás tienen el nene en la UNC y una casa, una camioneta mejor que la de uno, hasta una empleada que les limpia la mugre. Yo ya no voy a bailar a Cariló porque lo encontré lleno de bolitas, voy a los hostel donde hay franceses, españoles, rumanos, ingleses; gente cuyas empresas nos sacaron muchísimo más que lo que se nos va en asignaciones y escuela, pero por lo menos en inglés les entendés más que a los otros en castellano, además, son contactos por si el día de mañana quiero viajar allá, sacarme el documento y poder pedir estudios, tratamiento médico, ayuda social, y trabajo en blanco.

Soy católico

Todos los que no son católicos son unos pelotudos de mierda que se creen cualquier verdura que les dicen para sacarles plata. O en versos chinos ¿quién va a creer que Buda se la pasaba ayunando y meditando con esa panza? Los musulmanes, todos terroristas. Los judíos, todos usureros. Los ateos, unos egocéntricos que no pueden creer que haya algo superior a ellos. Los agnósticos, unos cagones que ni quieren ir a misa ni quieren ir al infierno.

Y así, según sea la cualidad (o lo que uno cree que es una cualidad) que lo distingue del resto, será el rasero con el que mida al resto. Si una mujer lo único que consiguió en la vida fue casarse y tener hijos, pensará que eso es lo único valioso en la vida, en cambio, si desarrolló una carrera pero no tuvo hijos, pensará que lo más importante del mundo es el aporte profesional. Si el tipo no es buen padre/esposo, no es rico, no es inteligente y no es caritativo, pero tiene amantes, pensará que el tipo fiel es o un mentiroso o un pelotudo al cual tienen cagando, del que no vale la pena hacerse amigo; y si es un genio premiado internacionalmente pero no se le para, pensará que el sexo es una cuestión de instintos animales, propios de los seres involucionados.

¿Cómo sentirme mejor conmigo mismo sin mucha introspección? ¿Miro la línea de llegada o miro a los que voy dejando atrás? ¿Es justo cómo mido la carrera? Lo más acertado sería pensar adónde estaríamos si hubiéramos nacido y vivido exactamente lo mismo que la persona a la que estoy odiando, en el caso en que remotamente pudiéramos imaginarnos algo de eso. Los que no lo hagan son unos vagos de mierda que no aman a su prójimo y merecen que los cague un tordo.

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