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¿Un café a las 4 de la mañana?

No, no me desperté a esta hora por que el insomnio me devora. Esta vez fue porque me dormí demasiado temprano y mi reloj biológico me obliga a despertar cada cuatro horas y media. Pensé en empezar a leer otro libro… pero a esta hora sería un desperdicio, prefiero escribir.

Me inspira la campanilla de viento de mi zaguán, el olor del rocío, un buen café… y mi adorado perro rottweillier haciéndome compañía…

Si te fijas, no estamos tan solas después de todo, quizás es como dicen por ahí: “Los neuróticos invierten cien y reciben sesenta. Y los otros cuarenta restantes se los inventan”. ¿Nosotras somos medio neuróticas o no? Sino, nómbrame una mujer que haya vivido de todo, y que no haya sido víctima y victimaria de su propia vida. ¿No es un poquito neurótica?… Al final, todas las verdades son más simples de lo que parecen.

¿No te pasa? Que con el tiempo se te van pasando los odios, los rencores antiguos, los tragos amargos que se atascaron en la garganta? y por supuesto, nuevos van tomando su lugar? Pero, de repente un día, una noche, te despertás así, como yo, a las 5 de la mañana y sentís el sonido de tu respiración, estás viva, sin sentirte culpable, por vez primera, de hacer lo que sentís, a la hora que querés. A mi me pasa hoy, son las 5 de la mañana y estoy tomándome un café… ¿y qué? Más tarde tendría que trabajar y no sé si lo espero con ansias. Lo qué sí sé, es que Hoy no me levanté para lamentarme de nada, para sufrir por nada, para exorcizarme. Hoy me levanté porque mi cuerpo ya no necesita mas descanso. Hoy siento que la vida puede ser distinta, porque creo que cada una de nosotros merecemos una vida distinta.

Hoy puedo decir No, la campanilla de viento sigue haciendo sus danzas y el cielo va regalándome desde mi ventana unos hermosos colores. Esos colores de serenidad, esperanza, de amor… esos que normalmente por estar tan atareadas no percibimos.

Hoy me parece que la vida es más generosa de lo que nosotras creemos y sin embargo nos pasamos los días quejándonos de lo que tenemos y no tenemos, de lo que nos pasó y nos podría pasar. ¡Yo se! …yo sé… quizás mañana vuelva a quejarme por algo, pero hoy quiero disfrutar mi mañana, quiero disfrutar de ustedes, quiero estar feliz porque tengo todos los motivos para estarlo… Dos hermanas que me adoran, y que son capaces de devolverme la paz con tan solo un chiste, su inagotable paciencia también… ¡su infinito amor! Su dedicación a esta mujer que a veces sale corriendo en busca de su propio espacio porque se ahoga en el de los otros. Un par de princesas que forman parte de mi existencia y están pegadas a mí como mis manos. Y que también salen corriendo al igual que yo, en busca de su espacio, porque el de los otros no las deja respirar. Y nos comprendemos, y nos respetamos y nos peleamos, y nos decimos las cosas en la cara. Pero nos seguimos queriendo…. ¡¡Ay!! Como dice alguien por ahí: “Nosotras que nos queremos tanto”… somos tan invencibles ya… tan de sal y de viento… que nada nos separa ni nos limita. Un día compartiremos juntas este café de las 4 de la mañana… y nos reiremos de todo… y nos contaremos de qué color son nuestros ojos… por milésima vez.

Será entonces un homenaje que le haremos a la vida, estar juntas…si se fijan, es un homenaje a la vida, al amor, al cariño que no se cansa… a las princesas que de mil luchas pasadas y de muchas que vendrán, sin duda alguna, encontrarán siempre su reino…


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