/9 Diferencias entre coger y hacer el amor

9 Diferencias entre coger y hacer el amor

Antes que nada, quiero aclarar (y sobre aclarar) que esta teoría es pura y exclusivamente personal, es un punto de vista, no intento imponer una razón, ni siquiera tenerla, lo que les cuento es lo que he visto y vivido a lo largo de 32 años de vida.

Son muchas las diferencias que podemos notar cuando hablamos de coger o hacer el amor, la mayoría de las personas saben cual es la primera y principal; los sentimientos, claro esta, pero he tratado de profundizar un poco más sobre el tema, quizás compartirles otras diferencias que seguramente han vivido y pocas veces han notado, para eso voy a tratar de enumerarlas para que sea más fácil la lectura.

1) Por definición propia: me refiero al hecho de definir lo que cada acción significa para mí:

Coger: acto sexual entre dos personas normalmente de sexos opuestos o no que tiene por objetivo saciar el placer y la necesidad química de un orgasmo. Es imprescindible que para coger con alguien debe haber si o si una atracción física hacia la otra persona, es puramente físico, producido por un aumento en las hormonas, ferormonas, mucho escabio, abstinencia o lo que puta sea. Las posiciones son infinitas y van de acuerdo a la imaginación de los jugadores, puede usarse un lenguaje un poco burdo, todo se vale dentro de lo que significa no hacerle daño a la otra persona. Tiene un fin.

Hacer el amor: lo mismo que coger pero poniendo sentimientos de por medio, para mi, empieza cuando se termina de coger, no tiene fin previsto, pero cuando se termina, no queda nada.

2) Uno sin el otro: según mi teoría, coger y hacer el amor, están encadenados pero si o si “coger” es el principio de todo. No se puede “hacer el amor” sin primero coger ¿y porque? Porque como dije anteriormente coger es un acto físico, químico… uno puede acostarse con una persona solamente a coger y depende la influencia de factores ajenos, puede terminar haciendo el amor, pero es imposible al revés. A quien no le habrá pasado alguna vez de ese chonguito esa minita con la frecuentemente coges, te empieza a gustar su risa, te gusta como habla, como te acaricia, de repente cagaste, ya la querés aunque sea un poquito… cuando querés acordar tenés sentimientos por esa persona y terminás haciéndole el amor. Lo cual no quiere decir que a la otra persona le pase lo mismo, ¡ojo! Es ahí donde empiezan los problemas, cuando no hay acuerdo de voluntades.

3) Principio y fin: como dije anteriormente, el hecho de que estén encadenados trae muchas diferencias que mostrar, repito coger es solo el principio y tiene su fin en donde todos sabemos, el orgasmo. Coger es cuando acabas, te prendés un pucho y chau, a los diez minutos vamos partiendo cada uno a su casa. No hay mas que hablar, no hay mas que hacer. Creo firmemente que es ahí donde empezamos a hacer el amor, después de acabar, cuando queres quedarte, cuando queres abrazar a la otra persona, cuando vienen las palabras bonitas, las caricias para recuperar el aliento mutuo, el deseo de dormirte al lado de esa persona, piel a piel….señores ¡ahí estamos haciendo el amor! Coger, coge cualquiera. Hacer el amor es para unos pocos, pero es más peligroso, no hay dudas de eso.

4) El ejemplo del juego sin viceversa: una pareja que se ama, que cotidianamente hace el amor, pueden darse el lujo de jugar a coger, de hecho es buenísimo y ayuda a salir de la rutina, aviva la llama del amor, lo que quieran. Ej: agarras a tu jermu en la cocina, la ves agachada y pensás “uhh como le queda esa calza” vas y la agarras contra la mesa, de arrebato, de pedo si dura diez minutos el polvo, pero hay mordidas, gemidos mal, ropa a medio a sacar… genial, eso es dos que hacen el amor, jugando a coger.

Ahora pongámoslo al revés, encontrate con la mina que siempre coges, o el vago en el caso de las chicas, cuando estén ahí en la cama en pleno acto, agarralo de la cama y mientras estas acabando besala o besalo y decile “te amo, amor”… flor de quilombo, ¿no? Vieron que no se puede. Seguramente algún experto o experta dirá que si pueden y seguramente si, pero carece de sentido, es hacer daño al pedo, quizás la otra persona estaba haciéndote el amor y lo llenas de ilusiones al pedo, quizás la otra persona es más fría que vos y por miedo a que te enrosques, te quedes sin el pan y sin la torta. Mala elección si me dan a elegir.

5) Lo que perdura en la memoria: el simple hecho de involucrar sentimientos, hace que ese momento se convierta en recuerdo. Estoy casi seguro de poder afirmar que no hay nadie pasando los 35 que recuerde a todas las personas con las que cogió, solamente cogió. En cambio, estoy igual de seguro que la misma persona, jamás olvidara donde y con quien hizo el amor, por más vago que sea el recuerdo, siempre algo quedara, aunque hayan sido muchas (nadie dijo que hay un límite) pero donde amaste, el cuerpo que amaste, queda en el recuerdo siempre. Calculo que debe ser porque según mi definición “los recuerdos son las fotos que saca el corazón” claro que dependiendo las situaciones de la vida es el álbum donde se guardan.

6) En la complejidad del asunto: a coger se aprende generalmente con la cantidad de veces, mirando porno, pidiendo ayuda. A hacer el amor es sumamente particular en cada caso, nadie hace el amor de la misma manera con dos personas diferentes… es simple, nadie ama dos veces de la misma manera. Lo que para una le alcanzaba y bastaba, quizás para otra no sirva ni para arrancar. Hacer el amos es más complejo que coger, y si, el premio es mayor. Estamos hablando de alguien que debes y queres tener a tu lado toda la vida, contra alguien que de pedo si te acordás el sábado que viene si vive o no. Para hacer el amor, un chocolate no alcanza. Pero el que te olvides ese chocolate, puede dejarte sin coger siquiera esa noche. Así de complejo es.

7) El deseo y el sueño: a que me refiero con esto; uno coge por deseo, uno puede decir “deseo coger con tal persona o cojo con tal por una cuestión de deseo, carnal, material, banal”. Pero también podemos decir “sueño con hacer el amor con tal persona”, profundizando el tema, haciéndolo perdurable, que volviendo al tema de los ejemplos y acuerdos de voluntades, muchas veces pasa que vos estas cogiendo por fuera, soñando hacer el amor y no sabés que le pasa a la otra persona, es que el hecho de juntarse a coger por ahí es tan ambiguo, algo sumamente caliente con reglas sumamente frías. Es más, uno puede soñar con hacer el amor con alguien sin haber cogido jamás, lo loco es que llegado el caso y según mi teoría, primero van a coger.

8) El lugar del hecho: acá me voy a remitir a dos ejemplos clásicos de la sociedad. Supongamos una pareja de jóvenes que se aman, pero aún no se han podido independizar de sus hogares, para hacer el amor tienen que ir, comúnmente, a un telo. Lugares fríos si los hay y te da por las bolas, porque quisieras que no se termine nunca, que pudieran dormir juntos,que al otro día sea igual, porque hay amor, porque hay sentimientos y como todo buen momento, no querés que se termine… quisieras no dejarla en su casa, sino que la casa sea la de los dos. En cambio al coger, supongamos que vivís solo/a ( se entiende), cae alguien a coger, termina el acto y ya querés que se vaya a la mierda, siendo que tenés todo el tiempo del mundo… ya te jode, ya sentís invasión. Es muy loco.

9) El egoísmo de lo banal versus la bondad de lo sentimental: cortito, cuando estamos cogiendo somos egoístas, queremos acabar nosotros, da igual si la otra persona también llego, si la paso bien, si claro, cada uno esta por su cuenta. En cambio al hacer el amor, el hombre, generalmente, intenta no acabar primero, quiere brindar placer a la persona que quiere, para luego relajarse y disfrutar él, eso te lo da el hecho de sentir cariño por esa persona, te interesa te importa que este bien, intentas que el acto sea de placer mutuo, inconscientemente es para que se repita, según creo yo.

Bueno mis estimados lectores, espero que les haya gustado esta nota, seguramente ustedes encontraran miles de diferencias más, yo también pero las notas largas aburren y estos son temas que dan para charlas de nunca acabar, valga la redundancia. Vuelvo a aclarar que esto fue escrito y pensado pura y exclusivamente en una opinión personal basada en lo vivido y escuchado.

Chau, hasta la próxima.

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