Alguna vez se preguntaron que pasaría si la Vendimia no se celebrase en Mendoza? ¿Se le daría tanta bola a la uva, la vid, el viñatero y el vino si fuese otra provincia la encargada del fiestón? ¿Se habría desvirtuado la bebida espirituosa y se la abría cambiado por alguna otra? ¿Y los disfraces? ¿Y las reinas? ¿Y el Carrousel y la vía blanca? ¿Y el Frank Romero Day? Acá van algunos ejemplos de lo que hubiese sido:

Córdoba: del vino ni se hablaría, sino que sería la reina del fernet. Las “guasas” irían encarabanadas en los carros, mezclando la proporción justa de fernet con cola. La cola seguramente se les vería, porque las Cordobesas son de lo menos vergonzosas que existe. Obviamente la música sería cuartetazo todo el tiempo, luego de los petardos se armaría un partuzón tremendo y después todos al río o al dique.

Buenos Aires: Las candidatas a reina irían con tangas diminutas en los carros, haciendo lo posible por hacer más escándalo para ver quien sería la próxima del bailando. Miles de periodistas amarillistas y faranduleros harían dulce con escandaletes baratos y puterío. Las reinas saldrían todo el día en la tele armando kilómbo e intentando comerse a algún futbolista a ver si se paran para todo el viaje. La música sería rock rolinga o cumbia villera y el vino se lo chuparían en caja los espectadores.

Entre Ríos: las reinas y su séquito irían con concheros y plumas, todas quemadas al ritmo de alguna melodía carioca. Estaría lleno de musculosos chivados entre carro y carro bailando y largando papelitos picados. Los carros tirarían con chorros de agua a los atónitos espectadores, sería una fiesta descontrolada y muy pero muy agitada y húmeda. Vino sería lo que menos se tomaría, ya que las gargantas pedirían a gritos cerveza o bebidas con mucho hielo y, como buenos menducos, sabemos que al vino no se le pone hielo.

Tierra del Fuego: Para los hombres sería la fiesta más aburrida del mundo, ya que las reinas irían tapadas de pies a cabeza para no morir de hipotermia. Más que reina de la vendimia debería ser reina del tapado de piel ecológico. Al vino se lo miraría de reojo y se tomarían bebidas bien fuertes con alto contenido alcohólico, como el vodka o la ginebra. El teatro, obviamente que no sería al aire libre, sino que sería alguna cancha de básquet o polideportivo. Y como los días son más cortos, la noche sería una fiesta tipo electrónica en la cual hay que energizarse para terminarla completa.

Salta: el tinte norteño sería característico en esta fiesta. Los carros serían reemplazados por llamas, guanacos, burros y caballos. Las reinas lucirían ponchos coloridos y chupallas de totora. Se bailarían muchas más zambas y carnavalitos, tocados con quenas, sicus y charangos. Las reinas tendrían rasgos completamente distintos a los de las nuestras, una rubia se vería como una intrusa y los ojos claros serían anomalías. La chicha sería la bebida predilecta y del vino ni se hablaría.

Santa Fe: Las Santafesinas se matarían a palos con las Rosarinas, entonces habrían dos fiestas, una para Rosario y otra para el resto de Santa Fe. La música de la fiesta por supuesto que sería electrónica, bien partuzera y kilombera para Rosario y folclórica y regional para Santa Fe. Los carros irían a los palazos, sería como una carrera de fórmula uno. Lo que si, las canciones tendrían tremendas letras cargadas de poesía y magia y estarían mucho mejor los dibujos de las reinas que las reinas mismas. Obviamente que se tomaría cerveza (y muchísima) a morir, ya que en Santa Fe no saben que existe el vino.

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Esta nota que escribimos salió publicada el sábado 5/3/2011 en el diario VoxPopuli que fué repartido durante el Carrusel de ese año.

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