/Café Isaac Estrella: «Me lo contó un amigo»

Café Isaac Estrella: «Me lo contó un amigo»

portada-nota-500x293

-¿Cómo va, culisuelta? ¿Ya pediste?

-¡Ey putito! Sí, acabo de pedir café con leche bien potente y con facturas para ambos dos, ya me conocés. Che, estaba viendo lo de Rial. Me parece una cagada que la mina se caliente por un par de mensaje hot. ¿Decime quien no tiene esas charlas con cualquiera por Whassapp?

-Y si, el tema es la confusión de gatos que tuvo el chabon, ¡Hay cosas que son imperdonables!

– ¿Ah? ¡Yo pensé que ambas eran gatos!

-Y sí. Pero hay diferentes tipos. Lo que te puede pasar es que cuando te encariñas con uno, se te hace difícil delimitar cual es, pero la gente que los rodea lo sabe a ciencia cierta.

-A ver, explicame más…

-Por ejemplo, están primero los gatos finos. Son esos para llevar a cenar, para hacerle un regalito de vez en cuando. Son más inteligentes que los otros, cuidan mucho su higiene personal y su imagen. Vendrían siendo las empresarias del gateo.  Ojo, es un gato acá y en la china, pero si tenés que dejar a tu mujer por uno de estos, lo hacés.

-Mira vos… ¿Y por ejemplo quien sería un gato fino?

-La niña Loly, por ejemplo. También la Pamela David o la Victoria Vanucci. Son gatos vivos, aunque no producen su propio dinero (o no igual que el patrón),  lo reciben del mismo explotador sexual. Pero con la diferencia que una vez que están dentro de cierto círculo, que ya le pegaron la toxoplasmosis al chabón, lo ayudan, lo impulsan a seguir ganando guita. Y sólo por el simple hecho de que se están lastrando un gato. O lo están exhaltando o casándose con él. Le da un valor agregado al ser gato, ¿Entendés?

– Ah ¿Y Marianela Mirra?

-Ella vendría siendo un gato de entrecasa. No sabés si se ha cambiado la chabomba en tres días y mucho no te calienta porque ya sabés cuál es su especie felina. Es un clavo, es desprolija. Es un hongo parasitario. Así como el gato fino te ayuda a crecer socialmente, el gato de entrecasa te chupa, te seca y se va con otro. Este en realidad no quiere posición social, quiere que le rompan el orto, no importa si es el taxista o Rockefeller. Digamos, este tipo de gatuno es más nacional y popular, ni le calienta si te coge en pantuflas o con la puntillita en el ñocorpi.

Para que entiendas mejor la diferencia, si nos remontamos en la historia, un ejemplo de gato fino es Ana Bolena. La ubicaron ahí al lado del Rey, consiguió posición, título nobiliario, pero a fin de cuentas era un gato. Y todos sabían que el Enriquito se estaba lastrando un gato. Pero estas minas, sacan la mayor ventaja de su esencia gatuna, la saben aprovechar.

-Mira vos, qué educativo. Pero bueno, entonces Rial no hizo tan buen negocio queriéndose garchar a la Mirra…

-El pelotudo ese, aparte de ser un gil de primera, rompió la primera regla de sentido común del macho. Esto debe estar escrito en algún documento histórico o algo, y hace referencia a negar todo. Siempre negarlo a muerte. Y tener siempre las respuestas negatorias aprendidas, porque estas hijas de puta te agarran con la guardia baja para atacarte. Por ejemplo de acusación y respuesta:

Te vio mi hermana/amiga- Esa puta me tiene ganas, es mentira

Te ví los mensajes que te mando y le mandaste- Lo hicieron con el Paint y Photoshop ¿En serio creés que no pueden hacerlo con la tecnología actual?

Hay ADN tuyo en su vagina- Me lo planto Oyarbide, yo no fui, te lo juro.

Va a llegar un momento en que se lo negás tanto que inconscientemente te otorgan el beneficio de la duda. La mina va a empezar a dudar, y ahí cae un Zaffaroni y zafás como un campeón. Lo contratás a Burlando y salís seguro. Lo que nunca hay que dejar de hacer es negarlo. Así tenga fotos garchándotela a la otra, vas y te haces un tatuaje en la espalda de emergencia. Lo que sea, pero jamás reconocérselo.

– Y yo amigo ¿Qué tipo de gato sería?

– Un gato viejo.

– ¿Por?

– Porque ya estás más para pagar que para cobrar.