Odio organizar eventos, es algo que va contra mi forma de ser. Me pongo nervioso, la paso mal, me duele la panza y termino estresado. Es por mi condición de detallista y mi ahínco en que las cosas salgan bien que me pasa esto. No lo puedo controlar, es más fuerte que yo. Por ese mismo motivo soy muy crítico y analítico de todos los lugares a los que concurro, suelo sacar fichas rápido y tener una opinión formada en relación a ciertos eventos. Voy a dar algunos ejemplos.
Por ejemplo muchas parejas se enferman organizando un casamiento, se gastan fortunas e invierten en mil pelotudeces que a nadie le importan en lo más mínimo, excepto a ellos. Gastan en ropa, en fotos, en luces, en fuegos artificiales, en toneladas de comida, en cotillón y un montón de cosas completamente al pedo. Para que un casamiento sea un éxito, un evento inolvidable y todos la pasen bien se necesitan solamente 3 cosas, únicamente 3, nada más que 3. Encima son 3 cosas sencillas. La primera es la gente. Los amigos de los novios hacen la fiesta, la gente joven, los primos, los fiesteros, los pibes, las chicas… los viejos son de relleno y son un embole. Si los amigos de los novios son aburridos no hay accesorio que le metas a la fiesta para hacerla divertida. Lo segundo es la barra. No importa si servis chori y empanadas o caviar ahumado con leños de un pinar de Bariloche, si la barra de tragos no es piola, abundante, mixta y bien servida la fiesta es un bajón. Tiene que estar habilitada del momento cero, dispuesta a que el tío borracho baile sobre las mesas y que todos los chicos estén sin corbata y en cuero antes del baile. Y por último, y fundamental, es la música. Si la música es mala, nadie baila. La música es lo más importante del casamiento y el baile lo que lo hace increíble, por lo menos así lo veo yo. Lo demás es para los novios.
Por otro lado vemos inversores gastando fortunas en ornamentar bares, los cuales, una vez fracasado el lugar, se van metiendo una a una las pantallas, los decorados, las mesas talladas, los cuadros cool, la barra americana y todos los accesorios donde no da el sol. Para que un bar funcione tiene que tener una sola cosa: mucha gente. Y para que venga mucha gente tiene que ser barato. Nada más. Hay cientos de bares que no dan a basto y tienen el más pobre de los decorados, pero si mucha onda, buenos precios y abierto para todos.
Bueno, este sábado es la Quinta fiesta Mendolotuda en 9 Reinas. Para que una fiesta sea un éxito tiene que tener una sola cosa… gente. Mucha. Más allá de esto, hemos sumado varias sorpresas durante la noche, las cuales las pueden conocer en detalle haciendo click a?a. Y como somos mendocinos, y siempre nos quejamos de todo, sobre todo de los precios caros de las entradas a los boliches, es que hemos decidido que entre la 1 y las 2 todos puedan entrar gratis (enviando nombre, apellido y últimas 3 del DNI a [email protected]), así que por esta vez, una noche, luego de tantos años de leernos, luego de tantas notas, luego de tanto escribir y comentar sobre boliches, noche, fiesta, joda, podemos ser parte de un fiestón increíble e inolvidable, podemos amontonarnos como nos encanta, en un lugar fantástico, podes venir con #PocaRopa, con todos los amigos nuestros, encontrarnos lectores y escritores, comentaristas y opinólogos, podemos atestarlo de gente, de baile, de partuza… depende de nosotros.
Tal vez sea una noche más, una fiesta más, quizás sea un embole… pero tal vez sea una fiesta épica e inolvidable. Nosotros te damos la oportunidad, vos decidís.