La pregunta fue sencilla y dirigida para el público femenino: ¿con cuál se quedan? La misma fue escrita en un estado y tenía en los comentarios las respuestas, donde las lectoras debían darle “me gusta” a una sola opción sin comentario alguno.
En mi muro votaron 401 personas, los resultados fueron estos:
- El interesante 70%
- El pijón 13%
- El millonario 11%
- El lindo 6%
En la Fan Page de El mendolotudo votaron 544, los resultados fueron estos:
- El interesante 65%
- El millonario 16%
- El pijón 14%
- El lindo 5%
Conclusión:
En ambos casos sorprende la diferencia abismal entre “el interesante” y el resto de las posibilidades. Esto quiere decir que 7 de cada 10 mendocinas prefieren un tipo con quién compartir charlas, con quién construirse, con quién se pueda hablar y divertirse, antes que un agraciado física o sexualmente o un económicamente holgado. Netamente la parte física (belleza y tamaño) se lleva menos del 20% de las elecciones. Mientras que el millonario promedia el 13%.
A raíz de estos resultados, muchos hombres comenzaron a preguntarme y a comentar en sus muros, “porqué los interesantes estaban solos”. Los comentarios aludían a esto… “Ahí lo tenes, al fachero hijo de puta, cagador y mala leche, rodeado de minas que lloran por él. O al dueño del BMW todo el día enfiestado con mujeres que sufren por sus desprecios. Por otro lado, el pobre pensador, poeta de bar, de lengua filosa o actitud caballeresca, queda solo en los rincones, sumido en la tristeza de la soledad o en la lujuria de la autosatisfacción permanente”.
Entonces… ¿hay algún cabo suelto? ¿Es quizás la mendocina una hipócrita que le cuesta reconocer sus verdaderos gustos? ¿O es que los hombres son terribles pelotudos y las tienen hartas entonces idealizan a un tipo interesante que no está siquiera en la media de la sociedad mendocina? ¿Es realmente el lindo el que les gusta o es, a falta de tipos realmente interesantes, la mejor opción entre las peores? ¿Si les gustan “los interesantes”, porque se enamoran de “los culiados”? ¿Será que pretenden lo que no encuentran, cansadas de los que hay en el mercado?
Creo que la mujer proyecta en esta elección a un arquetipo de pareja estable, entonces, en esa elección, decide alguien con quién poder compartir una vida, dejando de lado lo frívolo y banal, como la belleza, la riqueza económica o el potencial sexual, lo cuál no significa que no sean cualidades atractivas, sino que no son sostenibles a largo plazo.
Una pareja no se construye mediante la belleza física, la guita o la poronga, sino que se solidifica con cuestiones más superadoras, como la unión intelectual y espiritual entre dos personas. Y eso, ellas, lo tienen extremadamente claro.
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