Mis queridos, en esta época maravillosa para nuestra amada provincia mendocina, donde toda ocasión es buena para brindar con un rico vinito, donde abundan los festivales, la música y danza tradicional; y donde no nos cansamos de escuchar la tan apreciada marcha de Vendimia que dice algo así como : “Aaaaaaaaaaaaaaaaaaa Lujáaaaaaaan, Las Heras, Rivadavia y Tunuyáaaaaaaan….etc ?”.. En esta época mis queridos, es donde yo me relajo un poco, me calzo mis zapatos de goma, y si me lo permiten, me predispongo a filosofar. A saber:
Algunos hombres se parecen a las uvas.
He conocido a muchos que se asemejan a la uva llamada “huevo de gallo” (si no me equivoco). Esta uva es blanca con 4 semillas en su interior y cada grano tiene el tamaño de la mitad de mi pulgar, para que se den una idea. Es vistosa, y con seguridad llamaría la atención de cualquier comensal que la divise en una mesa. Me invita a que la pruebe y yo, entre un sí y un no me atrevo. Sin embargo mi experiencia me advierte y descubro por fin que he sido engañada por mi propia intuición, dado que su sabor es escaso y su cáscara muy gruesa. A veces debes pelarla un poco y eso me fastidia porque me gusta comer la uva con calma pero así de una vez. Su pulpa es dura, lo que hace que yo no disfrute tanto al comerla y, concluyo pensando en que esa uva no es para mí. No afirmo que sea fea, no digo que otra persona no crea que sea exquisita. Solo pienso que he sido defraudada por el propio impacto que me causó al verla.
Otros hombres se parecen a uvas finas. Tal vez la vida me lleve a tener la ocasión de robarme algún racimo en un viñedo desconocido y saborearla. Pero es una vid que nació con el fin último de convertirse en algo más elaborado y exigente que mi paladar. Crecen para madurar en el vino de alguna bodega, y naturalmente se disfrutan de otra manera. Tal es el caso del estupendo Malbec que me estoy tomando en este preciso momento.
Un hombre me recuerda a una mezcla de Sultanina y Moscatel. El placer de los Dioses en tu mesa. Tan dulces que tu paladar estalla en sensaciones. Sentir su sabor es una experiencia casi orgásmica que lleva al placer absoluto. Si probaste un solo grano de su racimo ya puedes considerarte adicto. Es una uva de mesa, familiar, y sencillamente deliciosa para mí.
Entonces mi mente vuela más alto ahora. Pienso en la mitología Griega. Recuerdo a Dionisio, Dios del vino (Baco en la mitología Romana). Hijo de Júpiter y Semelé, quien nació en la isla de Naxos y que de inmediato fue llevado por Mercurio a la mansión de las ninfas de Nisa, quienes cuidaron de él con mucho amor. Sileno le enseñó a plantar la viña y las Musas lo instruyeron en el canto y la danza.
Representado casi siempre bajo la figura de un joven coronado de hiedras u hojas de parras, quien lleva en la mano un racimo de uvas, y/o una copa. Los griegos le otorgaban el vino porque esta bebida alegra el espíritu del hombre y lo libra de preocupaciones.
En este instante, en mi mente resuena la pintura Italiana del Renacimiento, allá en el siglo XVI, donde el genial Tiziano nos deleita con el “Baco y Ariadna”.
Cuenta la leyenda que en uno de sus viajes de vuelta a Grecia, Dionisio se enamora de una de las hijas de Minos, rey de Creta, llamada Ariadna, que había sido abandonada por Teseo en la isla de Naxos. El lienzo es el encuentro entre Baco, y Ariadna. En él vemos a la joven que agita su mano hacia el mar, donde el barco de Teseo no es más que un punto desapareciendo en el horizonte azul. En ese momento aparece Dionisio quien escucha sus gritos. Cuando ella se gira para mirar, ve al dios saltando hacia ella desde un carro dorado tirado por leopardos. Éste lleva una corona con hojas de parra y una túnica de seda púrpura hinchada por el viento. El dios está congelado en el aire con una expresión de enamoramiento en su rostro. Todo se ha interrumpido: la parranda de su séquito de ninfas y sátiros, quienes forman una fiesta ya olvidada. Él la mira fijamente. Ella le devuelve la mirada. «Baco y Ariadna» es una inolvidable representación del amor a primera vista. El artista ha representado la forma en que el mundo parece detenerse en el momento en que dos personas se enamoran.
Escrito por La Condesa para la sección:
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buenisima nota Condesa. un gusto leer.
Gracias mi querido facsf!! Un lujo tenerlo por acá comentando. Aprovecho para decirle que me re cagué de la risa con sus memorias de un patovica.
Minos debe haber sido el primer precedente histórico de lo que serían las presidencias argentinas, porque «Minos El Rey decreta…» (genial, me pasé…).
Excelente, Condesa! Lástima que no adjuntó la pintura a la que hace alusión, así aprendíamos un poco más. Y además porque dicen que Ariadna estaba muy fuerte. Bah, tal vez era una leyenda más…
La mitología también cuenta que la esposa de Minos, la sra Pasífae, aprovechó que ella era «Reina decreta» y sacó partido del nuevo noviazgo de su hija con el Dios del vino y le mandó «vino para todos»!!
Usted tiene razón mi querido Marcos, no me dí cuenta de adjuntar el cuadro… se lo dejo de tarea para la casa: googlear “Baco y Ariadna” de Tiziano. La cosa es que Ariadna no estaba tan fuerte como se dice, lo que pasa es que siempre andaba medio en bolas y viste que no hay hombre que se resista a ese tipo de cosas!!
Un abrazo Marcos, que lindo que andes por acá.
Dionisio no me cae. Si mal no recuerdo, él lo obligó a Teseo a abandonar a Ariadna. 🙁 Ellos tambien se amaban y se había enamorado a primera vista. Ahora que lo pienso mejor, Ariadna era más fácil que Bomur.
Ariadna y Teseo se habían enamorado a primera vista, fue ella quien lo ayudó a escapar del laberinto del minotauro, luego se casaron y se fueron a vivir a la isla de Naxos… Una vez allí es cuando (como cuento en la nota) Teseo la abandona y se va. En ese momento llega Dionisio que escuchó sus gritos, y es entonces que se enamora del dios. Esta es la historia que yo conocía Franco.
Le voy a pedir que no juzguemos a la pobre mujer abandonada, digamos mejor que ella dejó sorprenderse con el nuevo amor y no se quedó esperando un falso regreso. Así es el amor mi querido Franco jajaja.
Un abrazo mi querido.
no se si es porque ya es tarde (00:00) o que pero mucho no entendi, me imagine algo mas concreto, tal uva: tal hombre.. de todos modos la parte de historia estuvo buena =) igual te banco como a todos por estos pagos mendolotudenses!
jajaja pedobear! te cuento que una amiga mía que se animó a leer mi nota ayer me dijo que era una colgada, que empezaba hablando de una cosa y terminaba yéndome al joraca! así que es muy posible que usted también haya tenido una sensación parecida por lo que puedo ver.
Gracias por pasar y leer pedobear!! un abrazo afectuoso.
condesa te amo! así de lésbico es mi comentario! pero te voy contar algo muy personal, cuando yo era una tierna adolescente, e iba al 4 año del secundario, me hicieron leer la historia de adriadna y teseo….y yo me puse del lado del minotauro! me imaginé que Teseo era un boludo total y que el pobre bicho era una vaquita a la que habian encerrado para asustar a los imbéciles. Entonces el Minotauro le pide a Teseo que lo mate, para acbar con sus tristeza y su soledad….Entonces Teseo hace una especie de eutanasia….
Esto es un derroche de imaginación o estoy para el 0800Locos anoninimos?
Voy a repetir algo: te amo condesa (para que quede claro)
saludos Nancy B.
Si usted leyó el libro entonces sabrá que el pobre minotauro era producto del amor que surgió una noche entre la sra Pasífae y un toro, y como quedaba mal (imagínese usted!) que se la coja el toro entonces hizo construir una vaca de madera tamaño familiar y la desgraciada se metió adentro, dando así rienda suelta a la lujuria del Toro, y a la de ella por supuesto! Entonces ahí lo tenemos al pobre minotauro.. pobrecito!! al que sin comerla ni beberla lo encerraron en ese laberinto para que nadie pueda verlo! Por supuesto que quien lo encerró ahí fue el rey Minos al que le daba vergüenza ajena el romance de su esposa con un animal.. no es para menos… A mi no me cabe duda de su GENIAL teoría Nancy (» Entonces el Minotauro le pide a Teseo que lo mate, para acbar con sus tristeza y su soledad….Entonces Teseo hace una especie de eutanasia….»). Usted es de las mías mi querida!!!
No se imagina usted la contentura que me da que me diga que me ama jaja por que entonces le confieso que este amor es mutuo Nancy, su historia de «El collar de nacar» me tiene atrapada! y ese viejo rico lo quiero para mi … no se preocupe, es envidia sana jajaja.
Gracias por pasar mi querida, es un honor para mi que venga por acá.
Un abrazo!!
No erré al predecir que la Condesa, que usted, es impredecible. Tal cual su nota, la primera que leo, y ojalá no la última.
¨El artista ha representado la forma en que el mundo parece detenerse en el momento en que dos personas se enamoran.¨
Placer de los presos de tal oleo, que vivirán perpetuos en ese momento… El que nos pasa fugases, cuando nos sucede… El que nos pinta en alguna acuarela, olvidable a simples chaparrones.
Me hizo volar.
Salud por el ¨Malbec¨!
Ataluego.
Yo creo que cuando algo así pasa, ese momento permanece perpetuo en nuestras retinas, y nuestra mente lo revive incontables veces, una y otra vez como para que no se nos escape… es que como dice usted mi querido Rubén, casi siempre termina siendo «olvidable a simples chaparrones».
Salud Rubén! y feliz vendimia!!! jaja