Todas las tardes me acerco a la casa de mis padres para saludar a mi papá cuando llega del trabajo. Cada vez que entro, me encuentro con el mismo escenario: el mate puesto sobre la mesa, mi papá sentado en la punta y mi mamá a su derecha. Golpeo, pido permiso y voy a darle un beso a mi padre que, como ha escuchado mis pasos, ya me está esperando con un mate cebado… pero la semana pasada algo cambio en mi escenario habitual de las tardes…golpeé y pedí permiso pero nadie contestó; al entrar me di cuenta de que el mate no estaba puesto en la mesa y mi mamá se asomo por el pasillo caminando sin hacer ruido y me señaló con la cabeza que fuera hacia su habitación. Entré y ahí lo vi: acurrucado como un ovillito sobre su cama… todavía llevaba su uniforme de trabajo manchado de grasa y sus botines puestos.
Dormía profundamente a los pies de la cama, como quien se recostó sin ninguna intención de dormirse, solo para cerrar los ojos y descansar la vista un momento y se rindió al cansancio… fue entonces que comprendí: mi viejito esta estresado… mi viejito está cansado… mi viejito está viejito…
Y di cuenta de que ese gran héroe de mi infancia, el único que lograba abrir esas botellas cerradas tan fuerte, ese al que acudíamos cada vez que un juguete se rompía, el que me daba los únicos abrazos que aprietan el corazón y consuelan el alma, ese, mi único héroe, también es un ser humano… una persona con debilidades, a la que los problemas también lo sobrepasan; un hombre al que la maldita, maldita, MALDITA situación financiera lo tuvo en vilo toda la vida, preocupado por no hacer faltar el pan en su casa; una persona que mas allá de siempre estar tratando de ayudar a todos los que lo rodean, aun así se topo con algunos que se aprovecharon de él y le rompieron el corazón… y ahora verlo ahí, dormido, soñando una solución a sus problemas me destruye el alma…y me hace reflexionar en lo injusta que es a veces la vida con las personas buenas, con aquellos que la pasan trabajando, con los de corazón humilde y mirada transparente…recuerdo que pensé: ¡si lo tuviera, te daría el mundo papá! solo para devolverte un poquito de todo lo que has hecho por mi…¡si pudiera solucionar al menos uno de tus problemas! Si pudiera llenar con mi amor de hija aún cuando fuera solo uno de los espacios vacíos en tu corazón.
Mi viejito está viejito…cansado de trabajar tanto por tan poco; Harto de tener tanto amor para dar y tan pocos con tiempo y ganas de recibirlo…adolorido por cargar sobre su espalda responsabilidades suyas y ajenas… lo miré ahí dormido y entendí que con todo y problemas, con todo y debilidades, sigue siendo mi gran héroe, mi primer amor, siguen siendo sus brazos a los que quiero correr cuando alguien me lastima, siguen siendo sus consejos los que quiero escuchar cuando los problemas me abruman y me sobrepasa la situación, aunque a veces me diga cosas que no quiero entender… sigue siendo el la primer persona en quien pienso cuando necesito ayuda con el auto, o con la cocina o con la vida…
Mi viejito esta viejito pero sigue adelante, con la misma fuerza que cuando era joven… fuerza que inspira a quienes los rodeamos…
Mi viejito está viejito, pero su esencia está intacta; sigue siendo ese súper-héroe sin súper poderes pero con un corazón enorme al que todos amamos… el único que antes de pensar en cómo solucionar sus problemas, se preocupa por cómo ayudarme a solucionar los míos…
Si me dieran un solo deseo a pedir en el mundo no pediría dinero, ni tampoco la solución a todos mis problemas, no pediría mansiones ni títulos…si me dieran un solo deseo a pedir en el mundo seria este: ¡que mi Papá sea Eterno!
Es muy lindo! La verdad que ultimamente el mendo esta medio con el corazón sensible pero estos nuevos escritores son geniales!
Vos que tenés papá..aprovechalo infinitamente!
Un capo tu viejo.