Aquí estamos.. Volviendo, volviendo a esas épocas. Volviendo a vivir acechados pensando en que podemos desaparecer, sentir que no podemos opinar distinto por el miedo a ser uno más.
Pero no hace falta tener poder o un gran cargo para que suceda, porque tan sólo un idiota en la calle me puede desaparecer del mundo. Con un arma, un cuchillo. Porque no solo es opinar distinto, es caminar distinto, vestirme o hablar distinto.
En la salida de un boliche, o solo yendo por la calle, o puedo desaparecer del mundo en mi propia casa, porque hay más de uno que cree que puede robarme mi esfuerzo, robarme mi vida.
Tal vez yo desaparezca mañana, y hayan discusiones por ello; o quizás sólo me recuerden dos semanas, por no pertenecer a ningún lado, por ser una persona más en la tierra. O quizás hayan más que discusiones, quizás hayan peleas y muerte por mi desaparición, que la gente se putee y se amenace.
Pero claro, ¿eso me hace volver, no? ¿Eso hace volver el tiempo atrás, y cambiar mi destino, el que uno creyó que era mejor para mí?
Sus peleas, discusiones y opiniones diferentes no me hicieron volver… Por que sigo aquí, en la nada…
Sigo muerta.
Siguen usando mi cuerpo como negocio.
Siguen sin encontrar mis huesos.
Sigo desaparecido.
Escrito por Toni Rizoca para la sección: