Estimado vecino carioca, estoy escribiéndote éstas líneas porque nunca creí verte actuar como lo estás haciendo. Y no hablo de la organización del mundial, ni de la corrupción que esto llevó, y menos del equipo que presentaste para esta copa del mundo, tu copa del mundo.

Me refiero al sentimiento que como hincha te despierta estar en contra de mi país, Argentina, sin importar que tengas que apoyar a quién te hizo un tatuaje que te quedará de por vida.

Resulta extraño lo poco que les importa la humillación que pasaste ante Alemania, en tu tierra, con tu gente. Esa goleada histórica en un estadio que se fue vaciando de a poco después del 0 – 4 y faltando una eternidad para finalizar el partido.

Lloraste. Lloraron. Y mucho.

Y parece que encontraron consuelo esperando la desdicha de Argentina apoyando a la selección germana.

Qué poca dignidad. Prefieren ensuciar su bandera con el que los goleó como nadie en la historia, los sacó del mundial de su casa que les costó 11.000 millones de dólares y conflictos internos, prefieren que sea en su mundial y en su casa la primera vez que un equipo europeo gane la copa en América con tal de que no la gane Argentina.

Sé que en un par de años verás todo esto y dirás “Eu sou um idiota”, y estarás en lo cierto, porque dejaste de ser brasilero para convertirte en bralemán, las patéticas víctimas del síndrome de Estocolmo.

Sin mucho más que decir, y antes de finalizar, te cuento que desde Argentina estamos viviendo un mundial histórico, lleno de alegrías y llantos de felicidad.

Saludos y que termines esta copa del mundo sin pasar TAAAAANTA vergüenza.

De paso les dejo la nueva canción para los Bralemanes

PD: gracias al glorioso Marcos Valencia quién me inspiró mediante un post de él en su Facebook personal.