Hacer una contranota de una propia nota mía que a la vez era ya una contranota de otra nota significa muchas cosas, todas ellas relacionadas a mi poca salud mental. Y el psiquiatra me quiere bajar la medicación… Aprovecho a mandarle saludos, porque de vez en cuando me lee: ¡Saludos Manu!

Bueno, mi nota pasada se trataba de “Cómo ser el hombre ideal para ponerla”, y debido a la excelente recepción que tuvo por parte del público masculino, y también por los excelentes resultados que se han logrado por haberla puesto en práctica, era inevitable que pensara en ellas, ustedes, mujeres, que también tienen sus necesidades y sus anhelos naturales. Además hay que reconocer una cosa, últimamente la masculinidad del hombre la puedo relacionar con Dios, o sea, supuestamente existe, pero en la práctica cuando lo necesitamos, juega a las escondidas, o sea, ¿one ta? ¿acá ta? No, no está por ningún lado, madurá pelotudo. Razón por la cual ustedes han de salir a buscar lo que necesitan, antes que quedarse en casa solas satisfaciéndose a ustedes mismas, porque eso está mal y es pecaminoso, ya se sabe. Por lo que bienvenida a mi guía de cómo ser la mujer ideal para ponerla…

No seas independiente: El hombre, cuando se encuentra con una mujer independiente y que se vale por sí misma, siente su masculinidad amenazada. Nunca va a aceptar que una mujer esté a la par de él, así que menos que menos una mujer que sea superior. Y como el hombre es tan básico, no cuesta ser igual o superior, por lo que si lo sos, nunca lo demuestres.

Sé sumisa: El hombre, al ser tan inferior tiene que dominar, ya que siente que si no domina, será dominado, por lo que nunca le daría bola a alguien que no puede tener a sus pies, sino a alguien que le de bola en todo, que le haga caso y que nunca lo contradiga.

No le des bola: Hacete la linda y la interesante. La mayoría de los hombres son unos guachos pistolas que se creen que son lo mejor que te podría pasar, entonces no entienden cómo alguien que “les tendría que dar bola” no lo toma en cuenta, entonces hará todo lo posible para que TE DES CUENTA QUE LE TENÉS QUE DAR BOLA.

No le hables de temas complicados o que requieran mucho esfuerzo mental: Ya hablé de la inferioridad, ojo con ese tema, por lo que primero no le hables, no le interesa lo que tengas que decir, mejor dicho preguntale sobre cosas boludas sobre fútbol, o sobre los autos que se compraría o esas cosas. Nunca pero nunca intentés temas profundos y que requieran mucho coeficiente intelectual como: El último desastre natural en alguna parte del mundo, las últimas palabras de Cristina o el último libro que se publicó de Vargas Llosa.

No hables más que de un tema a la vez: Básicamente hablando, el cuerpo calloso en el cerebro se encarga de transmitir la información de un hemisferio a otro. Bueno, en la mayoría de la población masculina, este sistema vino medio fallado, qué sé yo, errores de la teoría darwiniana, aguante el creacionismo.
Por lo que además prestá atención de que cuando pases de tema, también se ubique en el mismo hemisferio que el anterior. Igual hables lo que le hables, él estará pensando en todas las posiciones que va a practicar con vos, de las cuales va a llevar a cabo una o dos y con errores de aplicación.

Hacelo sentir un macho: La mayoría de los hombres se cree el macho alfa de su especie por diversos motivos, como tener un perro con cara de malo, poner la voz más grave cuando saluda a otro hombre, ser un boy scout de la vida… por lo que a cada insinuación que haga de su gran hombría, has de responderle con risitas y remarcando su condición de esta forma: «oh qué rudo eres, jijiji (y tapándote la boca con los dedos de la mano y mirando suspicazmente)» «pocos hombres son como tu jijiji» etc.

Ser una santa: Nunca demuestres bajo ningún concepto que tenés experiencia sexual, ni mucha ni poca, el hombre quiere una santa, no a alguien que ha usado la cama más que para solo dormir, sino ya pasás a ser una puta, y de eso se encargará él cuando le cuente a sus amigos todas las proezas sexuales que realizó con vos, por más que en realidad solo te haya terminado dejando en la parada de colectivo o te haya pagado parte del taxi cuando te volviste a tu casa después de haber comido o tomado algo.

Eso sí, a la hora de la cuenta, ofrecele de una pagar tu parte con el dinero ya en mano, no se van a animar a insinuarte que no tienen para pagar el total.

Vale la aclaración de que hay que saber cuál de estos métodos usar según el susodicho en cuestión, no se pueden usar todos juntos, en ustedes está aplicarlos correctamente.

 

Extracto de un libro que la mayoría de los hombres pretende que una mujer lea

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¿Cómo ser el hombre ideal para ponerla?

El año pasado escribíamos:
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